Miguel Urabayen, el amable y curioso ojo cr¨ªtico
Su magisterio en la Universidad de Navarra marc¨® a generaciones de periodistas
¡°Cambi¨® mi forma de ver el periodismo. Era de esos pocos profesores que dejan huella¡±. Poco hay mejor que se pueda decir de un maestro que lo que declaran los alumnos que tuvieron la suerte de formarse con el catedr¨¢tico Miguel Urabayen (Pamplona, 1926), fallecido el pasado mi¨¦rcoles en su ciudad natal. M¨¢s singular es a¨²n cuando el elogio se hac¨ªa en vida y todav¨ªa m¨¢s si ven¨ªa de miembros de una profesi¨®n, la period¨ªstica, en la que cr¨ªtica y desconfianza son dos de las? principales caracter¨ªsticas que nos permiten sobrevivir.
El polifac¨¦tico profesor navarro imparti¨® clases durante d¨¦cadas a centenares de alumnos en la Facultad de Comunicaci¨®n de la Universidad de Navarra, muchos de ellos espa?oles pero tambi¨¦n muchos otros latinoamericanos. Su pionera asignatura de Cultura Visual en el Periodismo, en la que proyectaba fotograf¨ªas, esquemas, diagramas, infograf¨ªas y mapas, molde¨® a generaciones enteras de comunicadores que empezaron a descubrir que los medios eran algo m¨¢s que textos, todo ello mucho antes de la era de Internet. Dotado de una curiosidad sin l¨ªmites por aprender, interesado en casi todo, dotado de un conocimiento enciclop¨¦dico pero con las dotes did¨¢cticas y la paciencia tan poco comunes hoy en el profesorado de las facultades, fue calificado por muchos de sus alumnos (solo hay que leer algunos blogs) como el mejor profesor que tuvieron en su carrera.
Fue un gran impulsor de la infograf¨ªa en los medios en espa?ol en el mundo; sin su empuje esta disciplina. que permite explicar conceptos complejos de forma visual, no hubiera tenido el desarrollo de los los a?os 90, en los que los diarios espa?oles lideraron esta pr¨¢ctica en el mundo.
Miguel fue clave tambi¨¦n en crear los prestigiosos premios internacionales Malofiej que, cada a?o, se?alan lo mejor de los diagramas y gr¨¢ficos que se publican en la prensa mundial, medallas que honran las mejores y m¨¢s sencillas explicaciones visuales de la actualidad. No en vano una de las categor¨ªas m¨¢s reputadas en esos premios lleva, desde hace a?os, el nombre del profesor: el premio Miguel Urabayen al mejor mapa publicado en prensa, recordando una m¨¢s de las especiales pasiones del influyente navarro.
Vivi¨® con inter¨¦s y atenci¨®n el cambio que trajo en esta disciplina y la profesi¨®n la llegada de las nuevas tecnolog¨ªas, los gr¨¢ficos animados y los interactivos, as¨ª como la visualizaci¨®n del Big Data. Mientras otros se atrincheraban en una defensa a ultranza del papel, Urabayen abrazaba con curiosidad las novedades que tra¨ªan los j¨®venes infografistas a trav¨¦s de sus trabajos para pantallas de m¨®viles y ordenadores.
La aviaci¨®n, los aspectos t¨¢cticos de las guerras y los diagramas de armas, tambi¨¦n formaban parte de otra de sus pasiones: la historia, muy especial la de la Segunda Guerra Mundial que vivi¨® a trav¨¦s de prensa y radio siendo adolescente y sobre la que escribi¨® muchos art¨ªculos explicando interesantes aspectos de las batallas m¨¢s singulares.
Miguel fue tambi¨¦n un incansable cr¨ªtico de cine. Quienes las han contado dicen que escribi¨® m¨¢s de 5.000 cr¨ªticas, la mayor¨ªa en el Diario de Navarra, que le valieron, entre otros muchos reconocimientos el premio Nacional de Cr¨ªtica de Cine en 1970, y dos medallas del C¨ªrculo de Escritores Cinematogr¨¢ficos, en 1969 y 2004.
Profesor visitante del Instituto Poynter de Florida y profesor visitado por todo profesional o antiguo estudiante de cualquier lugar que pasaba por Pamplona y buscaba un rato para ponerse al d¨ªa con don Miguel, que, acerc¨¢ndonos a su o¨ªdo, nos preguntaba sobre las ¨²ltimas tendencias, lo que suced¨ªa en los peri¨®dicos, en la profesi¨®n. Solo despu¨¦s de irnos nos d¨¢bamos cuenta de que en aquellas preguntas que nos hac¨ªa se escond¨ªa en realidad una lecci¨®n m¨¢s que nos regalaba. Quiz¨¢s porque sab¨ªa mejor que nosotros que el periodismo es el arte de los curiosos que saben hacer las preguntas adecuadas.
Babelia
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