Voz en ¡®shock¡¯
'Artishock' es la plataforma m¨¢s completa sobre artes visuales en Chile y una de las voces m¨¢s importantes para el arte en Latinoam¨¦rica. Un canto a la difusi¨®n
Sorprende que en un contexto art¨ªstico como el latinoamericano, con lo que ha crecido en cuanto a visibilidad y mercado, no cuente con estructuras editoriales que asemejen esa evoluci¨®n. Apenas hay revistas de arte y las pocas que hay hacen c¨¢balas para subsistir. Entre las veteranas est¨¢n ArtNexus y Arte al D¨ªa, y las m¨¢s recientes plataformas cr¨ªticas pasan por proyectos como Terremoto, en M¨¦xico, y la web de la Fundaci¨®n Colecci¨®n Cisneros, referente por su mirada al ensayo y la investigaci¨®n art¨ªstica. Entre unas y otras hay un hueco que ocupa ahora Artishock. Hoy en d¨ªa, no hay un proyecto de difusi¨®n art¨ªstica en Latinoam¨¦rica que pueda competir con esta web. Naci¨® en 2011 en formato online para dar voz a una urgencia: contar en Chile con un medio especializado que difundiera la escena local, hist¨®ricamente olvidada hasta en Am¨¦rica Latina. Aunque hoy es la plataforma de informaci¨®n m¨¢s completa de arte latinoamericano, un referente dentro y fuera del pa¨ªs.
El proyecto lo puso en marcha Alejandra Villasmil tras dejar su Caracas natal y pasar unos a?os en Nueva York. Artishock aunaba lo que m¨¢s le gustaba hacer: lo que aprendi¨® en Nueva York como periodista pero tambi¨¦n como artista. Cuando la revista se public¨® online por primera vez el ¨¦xito fue casi instant¨¢neo. No hab¨ªa otro medio que publicara con tanta periodicidad sobre la escena art¨ªstica local y sobre los artistas chilenos en el extranjero. Ese fue su primer acierto. El segundo fue no s¨®lo hablar de lo que pasaba en Chile sino abrir foco al resto de pr¨¢cticas art¨ªsticas en Latinoam¨¦rica, un territorio todav¨ªa pendiente de estudiar e investigar en profundidad. Otro acierto es moverse en una direcci¨®n dual: atender las grandes exposiciones pero tambi¨¦n las peque?as iniciativas, dando visibilidad no s¨®lo a grandes museos, sino especialmente a espacios alternativos. Siete a?os despu¨¦s, Artishock sigue funcionando con la misma l¨®gica. Es un medio especializado, en espa?ol, y de actualizaci¨®n diaria. Funciona bien como fuente de noticias pero tambi¨¦n como archivo de entrevistas, art¨ªculos y conversaciones entre artistas. ?El h¨¢ndicap? La financiaci¨®n y dejar atr¨¢s lo noticiable para adentrarse m¨¢s en el pensamiento cr¨ªtico. De sus detalles, debates y deberes hablamos con su autora.
?Qu¨¦ hace que Artishock sea diferente de otros proyectos editoriales?
El ¨¦xito es relativo, pero llegar a ser un medio de comunicaci¨®n de referencia no depende de otra cosa que de la calidad de los contenidos. Contamos con unos 40 colaboradores en varias ciudades del mundo que nutren el sitio web con textos muy bien investigados, algunos de ellos sobre ¨¢reas o temas que se han mantenido fuera de los c¨¢nones de la historia. Sigo muy de cerca las investigaciones, la escritura y el trabajo curatorial de los miembros de nuestro Comit¨¦ Editorial que est¨¢n trabajando con asuntos como la invisibilizaci¨®n de artistas mujeres en Latinoam¨¦rica; cuestiones de g¨¦nero, teor¨ªa queer o sida; o las escenas de Centroam¨¦rica y El Caribe. Tambi¨¦n incorporamos al sitio voces nuevas que provienen de distintos ¨¢mbitos ¨Cpueden ser curadores, historiadores de arte, cr¨ªticos, periodistas o artistas-, gente muy valiosa que vamos descubriendo y que luego son convocados a publicar en otros medios o a colaborar en proyectos en la regi¨®n. En general, el perfil de Artishock es bastante informativo y noticioso, lo cual imprime un particular estilo period¨ªstico al sitio, que obviamente viene de mi formaci¨®n profesional. Adem¨¢s, siendo un medio online consideramos la contingencia, actualizamos diariamente y respondemos r¨¢pido cuando se produce una noticia relevante, sobre todo ahora que la informaci¨®n fluye abundantemente y con velocidad en las redes sociales. Otros aspectos singulares o caracter¨ªsticos de nuestro formato editorial son las secciones especiales, como las que se dedican a las conversaciones entre artistas, los Studio Visits o los Manifiestos.
Empecemos por lo dif¨ªcil, la financiaci¨®n. ?C¨®mo lo solventa? ?Es viable y rentable un proyecto editorial online?
Artishock se fund¨® y oper¨® durante su primer a?o con fondos del Estado chileno, los Fondart, que son por concurso. A lo largo de sus siete a?os, la revista se ha financiado cuatro a?os con esos fondos, y el resto no ha tenido presupuesto. Durante los a?os sin presupuesto contamos con la buena voluntad de todos nuestros colaboradores. Yo por mi parte, busco trabajos extras, o recibo remuneraciones por escribir para otros medios, por dar charlas o participar como jurado de concursos de arte. Por otra parte, nos llegan anuncios publicitarios de tanto en tanto, de forma espont¨¢nea. Muy pocos anuncios son estables o permanentes en el tiempo; la mayor¨ªa son intercambios de visibilidad entre sitios web o proyectos afines, acuerdos de patrocinio, o son puntuales, es decir, para anunciar convocatorias o la matriculaci¨®n a un programa de estudios. Eso nos ha llevado a hacer planes de negocios para hacer que Artishock sea sostenible financieramente en el tiempo, y nos hemos dirigido a potenciales auspiciadores privados en Chile, pero lamentablemente hemos contado con muy poco apoyo.
?No funciona el apoyo privado?
La cultura no es prioridad para muchas empresas, y a esto se suma que somos un sitio online, especializado y en espa?ol, lo que para los anunciantes es menos atractivo. Claro que estas circunstancias se dan en otros pa¨ªses y las viven otras plataformas similares a Artishock, pero particularmente en Chile las opciones son menores y no existe, en t¨¦rminos generales, ni la cultura ni la convicci¨®n de apoyar proyectos de este tipo. S¨ª contamos con anunciantes estables, como la Fundaci¨®n AMA, la Fundaci¨®n Cisneros, las galer¨ªas chilenas Patricia Ready y Die Ecke, y con el auspicio de la galer¨ªa mexicana Kurimanzutto. Pero nuestros costes operativos son much¨ªsimo mayores a lo que podamos recaudar por publicidad, y eso es algo que conoce de cerca cualquier editor de medios online. En este momento estamos desarrollando una campa?a de b¨²squeda de recursos, sea por publicidad o por donaciones, que puedan sostener la operatividad de Artishock a corto plazo y as¨ª poder seguir llegando a nuestros 30.000 lectores ¨²nicos al mes.
?C¨®mo est¨¢ planteada? ?Qu¨¦ define su l¨ªnea editorial?
Su contenido es muy similar al de otras publicaciones en el sentido de que incluye noticias, rese?as y entrevistas, pero adem¨¢s se distingue por sus secciones especiales. A nivel editorial buscamos la transversalidad, es decir, que somos una vitrina de lo que acontece, siguiendo una l¨ªnea editorial, por supuesto, pero tambi¨¦n siendo flexibles y estando atentos ante lo contingente. En la producci¨®n editorial hay gustos personales, hay preferencias, y esto es inevitable, pero tambi¨¦n estamos claros que nos dirigimos a un p¨²blico muy amplio y diverso. No somos una revista que apunta a un ¨²nico segmento. Podemos rese?ar tanto a un artista emergente en Centroam¨¦rica como a una ¡°estrella del mercado¡±. Por ejemplo, si Ai Weiwei expone en PROA o en Corpartes lo rese?amos, porque se trata de un artista con amplia trayectoria exhibiendo por primera vez en instituciones de Am¨¦rica Latina. Es un equilibrio entre lo que a m¨ª como editora me interesa y lo que creo es de inter¨¦s general. Por otro lado, el tipo de escritura que desarrollamos es accesible justamente porque nos dirigimos a un p¨²blico amplio. Pero esa accesibilidad no excluye la rigurosidad. Creo que si algo define nuestros textos es que cualquier persona puede acceder a ellos y llevarse algo profundo para reflexionar o contar a otros.
?Hasta qu¨¦ punto el desapego por el arte contempor¨¢neo depende de c¨®mo se comunica?
Comunicar el arte contempor¨¢neo no depende solo del campo editorial, o de los cr¨ªticos, o de los historiadores del arte. Los programas de mediaci¨®n en las instituciones, pero sobre todo, la educaci¨®n art¨ªstica a nivel escolar, son tambi¨¦n fundamentales en la comunicaci¨®n y ¡°traducci¨®n¡± de conocimiento en el campo del arte. Tanto la mediaci¨®n como la educaci¨®n y el campo de la escritura deben incitar, seducir y sensibilizar, que no es m¨¢s que despertar la curiosidad. Hay que dar las claves, una gu¨ªa de ruta, para que sea el p¨²blico quien complete significados, quien arme todo el rompecabezas. Si la escritura sobre arte cumple una funci¨®n comunicacional, debe por tanto hacerse con ese prop¨®sito; debe ser abierta y no herm¨¦tica, sencilla pero profunda. Si el lenguaje que utilizamos para comunicar el arte contempor¨¢neo es muy enrevesado o sobre-especializado, no llegar¨¢ a muchos. Por otro lado, si nos quedamos en la superficie, no llegaremos nunca a comunicar las intenciones m¨¢s profundas de un artista a cualquier tipo de lector. El balance es delicado, pero debe existir. Las interpretaciones, capas de sentido, las opiniones de un autor, todas crean ¡°una¡± historia del arte, una historia que viene de la experiencia personal de ese autor. Y en ese sentido los editores debemos asumir la responsabilidad de lo que se publica, c¨®mo se publica, e incluso lo que no se publica, porque al fin y al cabo estamos construyendo micro-relatos para la macro-historia.
?Qu¨¦ lugar ocupa la cr¨ªtica de arte en Artishock?
La cr¨ªtica se ha perdido en los medios especializados en arte, y Artishock no es la excepci¨®n. Siendo autocr¨ªticos, la verdad es que nos falta incluir m¨¢s textos cr¨ªticos, pero constructivos. En general, hace falta en los medios una cr¨ªtica anal¨ªtica con fundamento, una cr¨ªtica respetuosa que no caiga en lo personal sin un argumento que la respalde m¨¢s all¨¢ de lo subjetivo, o que llegue al punto de afectar incluso la moral de quien es criticado. Tampoco se puede caer en ese tipo de cr¨ªtica donde el que critica lo que busca es protagonismo, o llamar la atenci¨®n, o creerse el due?o de la verdad absoluta. Y por otro lado, tambi¨¦n hace falta tolerancia, es decir, saber aceptar la cr¨ªtica cuando obviamente es constructiva y bien fundamentada. Es un terreno dif¨ªcil, donde adem¨¢s entra en juego la dependencia de los medios de la publicidad. ?C¨®mo hacer una buena cr¨ªtica cuando siempre est¨¢n de por medio estos intereses? ?O c¨®mo hacer una buena cr¨ªtica en un circuito de arte peque?o? Es un balance delicado. En Artishock hemos publicado cr¨ªticas en algunas ocasiones, y las reacciones han sido diversas. Pero continuaremos haci¨¦ndolo, junto con la publicaci¨®n de textos anal¨ªticos y todo lo dem¨¢s.
?Cree que la cr¨ªtica sigue teniendo un papel destacado?
El papel del cr¨ªtico de arte a¨²n sigue siendo determinante en la construcci¨®n del relato hist¨®rico, y definitivamente como validador, y por eso quien publica carga con una gran responsabilidad. Por otro lado, est¨¢ la cr¨ªtica viral, la que surge en las redes sociales y blogs, o de figuras mesi¨¢nicas tipo Avelina L¨¦sper, a las que hay que observar y considerar con mucho cuidado. Si bien las redes sociales abren las lecturas y democratizan la posibilidad de discurso y opini¨®n, es bueno primero formarse un criterio para poder discernir entre todo lo que hay. Y para eso est¨¢ la intuici¨®n de la mano de una buena base formativa. Lo que habl¨¢bamos antes de la educaci¨®n.
Sorprende que con el poso de historia que hay que no haya una revista sobre arte contempor¨¢neo latinoamericano con calado, al estilo de Artforum o Frieze. ?Por qu¨¦ cree que ocurre?
Apartando todo lo relacionado con la l¨ªnea editorial y la calidad de ambas publicaciones ¨Ccon las que podemos estar de acuerdo o no-, sus modelos de negocios no son sostenibles en Am¨¦rica Latina, al menos no todav¨ªa. El funcionamiento comercial de una revista como Artforum depende de esos grandes mercados que no est¨¢n a¨²n desarrollados en nuestros pa¨ªses. La mitad o m¨¢s de la mitad de la edici¨®n impresa de Artforum son avisos publicitarios, y eso es porque la publicaci¨®n depende de, y sirve al gran mercado global del arte: galer¨ªas e instituciones del mundo entero que gastan una buena cantidad de presupuesto en publicidad para su posicionamiento de marca y visibilidad mundial. Y no es que la publicidad sea mala per se, de algo tienen que vivir las publicaciones, pero lo de Artforum habla de un mercado del arte completamente inflado y distorsionado. Las revistas ArtNexus y Arte al D¨ªa ser¨ªan nuestros modelos en la regi¨®n, ya que a lo largo de cuatro d¨¦cadas han logrado mantenerse con un nivel de calidad bastante estable, con ingresos por publicidad, y se editan en formato biling¨¹e, lo que garantiza su llegada a un p¨²blico m¨¢s all¨¢ de Latinoam¨¦rica. Pero como la publicidad hasta cierto punto no es suficiente para sacar adelante una publicaci¨®n impresa, estas revistas tambi¨¦n se han ido renovando para poder seguir operando cada vez mejor. ArtNexus ya es fundaci¨®n y a trav¨¦s de esa figura ha ampliado sus actividades de difusi¨®n y apoyo al arte. Arte al D¨ªa ha seguido un poco el modelo de Frieze, ya que sus due?os han expandido el negocio editorial al de las ferias de arte, aunque ¨¦stas no lleven propiamente el nombre de la revista. Creo que cada pa¨ªs debe dar con el modelo editorial que m¨¢s se acomode a su propia idiosincrasia y cultura, idear su propio modo de funcionamiento seg¨²n sus contextos, necesidades y p¨²blicos. Se pueden seguir e incluso implementar formatos no latinoamericanos, pero acomod¨¢ndolos. En el caso de Artishock, siempre estamos investigando otros formatos editoriales pero, sobre todo, estudiando y acerc¨¢ndonos a los agentes del circuito latinoamericano, desde el artista como productor hasta el lector como consumidor final. Estos son nuestros principales referentes.
?Ha visto cambiar mucho el contexto art¨ªstico en Santiago de Chile?
Hace diez a?os, cuando llegu¨¦ a Chile desde Nueva York, donde tambi¨¦n viv¨ª 10 a?os, la escena era bastante diferente a lo que es hoy. Era la ¨¦poca en que surgi¨® el llamado ¡°nuevo galerismo¡±, galer¨ªas j¨®venes m¨¢s sintonizadas con lo que pasaba en el resto del mundo, y m¨¢s abiertas al riesgo, la experimentaci¨®n y la apuesta a los artistas j¨®venes, los de la generaci¨®n de los 90 en adelante. Tambi¨¦n se fund¨® Taller Bloc, el principal espacio independiente, y luego a partir de 2011 surgieron otros. Algunas de estas galer¨ªas y espacios autogestionados a¨²n se mantienen. El circuito sigue siendo relativamente peque?o en Santiago y en las ciudades del interior de Chile las posibilidades son mucho menores para artistas, gestores y cr¨ªticos, pero a la vez han surgido iniciativas regionales que han demostrado ser s¨®lidas con el tiempo, en ciudades como Concepci¨®n, Valpara¨ªso, Valdivia y Antofagasta. Las redes de artistas se han ampliado y consolidado, aunque sigue habiendo c¨ªrculos o ¡°grupitos¡± que se desmarcan entre s¨ª por asuntos generacionales o ideol¨®gicos. Es decir, artistas que vivieron la dictadura, por un lado, y los artistas nacidos hacia el final de la dictadura o ya en plena democracia, que est¨¢n por cierto bastante activos fuera de Chile. Deciden viajar a hacer residencias, a exponer o simplemente a conocer; algunos se han quedado a vivir fuera del pa¨ªs. Los artistas consolidados, o aquellos con mayor trayectoria internacional, viven en su mayor¨ªa fuera de Chile.
?Y los museos?
La situaci¨®n precaria de los museos p¨²blicos sigue siendo la misma que hace diez a?os. Este es definitivamente el aspecto m¨¢s preocupante en el pa¨ªs, porque muchos museos no poseen los recursos para producir sus propias exposiciones o incluso mantener el espacio. Otros no cuentan con curadores dentro del staff. La profesionalizaci¨®n a nivel de gesti¨®n institucional es urgente. Una labor importante es la que est¨¢ haciendo desde hace dos a?os la Fundaci¨®n Antenna, una organizaci¨®n que gracias a una excelente direcci¨®n y al aporte de sus socios contribuye al desarrollo de las artes visuales de Chile. Hace diez a?os tambi¨¦n naci¨® la primera feria de arte en Chile, Ch.ACO, y a partir de all¨ª se han ido dinamizando el mercado, la puesta en circulaci¨®n y compra y venta de obras, y el coleccionismo en general, aunque a ritmo m¨¢s lento que en otros pa¨ªses de la regi¨®n, como Argentina, M¨¦xico o Brasil. Han surgido en el camino colecciones privadas importantes, como la de Juan Yarur o la de Ram¨®n Sauma y Gabriel Carvajal, pero es necesario seguir impulsando el aspecto comercial del arte, porque en definitiva es de lo que podr¨ªan llegar a vivir muchos artistas y sostener a las galer¨ªas que los impulsan. En este sentido, algunas galer¨ªas tambi¨¦n han estado m¨¢s activas participando en ferias de arte internacionales, como es el caso de Patricia Ready, Die Ecke, XS e Isabel Aninat, o el de la dealer Isabel Croxatto o el espacio Factor¨ªa Santa Rosa. La pol¨ªtica estatal de artes visuales var¨ªa seg¨²n el gobierno de turno. Este a?o se aprob¨® por primera vez una Pol¨ªtica Nacional para el sector, que ya va implement¨¢ndose pero que se pondr¨¢ a prueba ahora con el cambio de gobierno. Por otra parte, muchos artistas, gestores y proyectos siguen contando con el Fondart, el fondo estatal por concurso del que te hablaba en un comienzo. Tiene sus bondades, sin duda, pero debe ser definitivamente reestructurado para que sea mucho m¨¢s efectivo a nivel de resultados con trascendencia en el tiempo. En el campo editorial, es necesario publicar m¨¢s sobre lo hecho ac¨¢, aunque hay que reconocer el trabajo de editoriales como Metales Pesados, que adem¨¢s abri¨® hace tres a?os una galer¨ªa. Tambi¨¦n han surgido nuevas publicaciones especializadas, como Rotunda y Tonic, pero su periodicidad no es constante. Es dif¨ªcil mantenerse en este medio. Es cuesta arriba para todos, pero creo que vamos abriendo y aprovechando cada vez m¨¢s posibilidades a nivel local y hacia afuera.
?Cree que el arte latinoamericano ha conseguido tener la visibilidad deseada? ?Est¨¢ apoyado fuera?
He sido testigo de un creciente apoyo desinteresado a las pr¨¢cticas art¨ªsticas de Latinoam¨¦rica, que sin duda se ha traducido en una mayor visibilidad a nivel mundial. Por supuesto que siempre hace falta mucho m¨¢s, pero hay instituciones, galer¨ªas, cr¨ªticos, coleccionistas y gestores que est¨¢n activamente promoviendo la regi¨®n, y zonas de la regi¨®n o aspectos de la producci¨®n regional que por mucho tiempo se mantuvieron invisibilizados. Entre los curadores, investigadores y cr¨ªticos est¨¢n Pablo Le¨®n de la Barra, Andrea Giunta, Cecilia Fajardo-Hill, Mar¨ªa In¨¦s Rodr¨ªguez, Julieta Gonz¨¢lez, Mario Pedrosa, Miguel L¨®pez, Florencia Portocarrero, Manuela Moscoso, Sof¨ªa Hern¨¢ndez Chong-Cuy, Taiyana Pimentel, Emiliano Vald¨¦s, Gabriela Rangel, Gabriel P¨¦rez-Barreiro, Ruth Est¨¦vez, Marina Reyes Franco, y muchos m¨¢s. Est¨¢n los programas institucionales de la Fundaci¨®n Cisneros, la Davidoff Art Initiative, TEOR/¨¦Tica, Flora ars + natura¡ en fin, son much¨ªsimos. Seguro se me escapan varios nombres por el momento. La verdad es que vivimos un momento de suma proactividad y complicidad en esta tarea de dar a conocer el arte latinoamericano en el mundo, y entre nosotros mismos en la regi¨®n.
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