El lenguaje interrumpido de ¡®La academia de las musas¡¯
El largometraje de Jos¨¦ Luis Guer¨ªn, disponible en FilminLatino, contin¨²a la l¨ªnea de la exploraci¨®n po¨¦tica y el ensayo visual
Tal como anticiparon Hegel y Freud, ¡°somos enfermos del lenguaje¡±, lo que nos separa definitivamente del zoo es la palabra, aquel equ¨ªvoco que se enrolla; la paradoja que nos atraviesa como agujero. ¡°Lo que distingue a un animal del ser humano es la capacidad de controlar el cuerpo y la voz a trav¨¦s de un orden en principio num¨¦rico¡± dicta el fil¨®logo italiano Raffaele Pinto en la secuencia inicial de La academia de las musas (2015), largometraje m¨¢s reciente de Jos¨¦ Luis Guer¨ªn que puede verse en l¨ªnea a trav¨¦s de FilminLatino.
Una pel¨ªcula que a primera vista se propone como documental participativo al interior de un aula de la Universidad de Barcelona, y poco a poco va desdobl¨¢ndose para adquirir caracter¨ªsticas m¨¢s cercanas a la ficci¨®n, cuyo ¨¦nfasis se desplaza a la expresividad de sus personajes y planos. La trama gira en torno a un profesor (el mismo Raffaele) cuya tesis objeta que el hombre ultramoderno puede recuperar el sentido de lo bello en tanto las mujeres a su alrededor sean capaces de articularse como sujetos activos y cumplan la funci¨®n de musas.
Se?alando varias intersecciones entre literatura, filolog¨ªa, y posteriormente psicoan¨¢lisis, Guer¨ªn registra con particular inter¨¦s a las seminaristas de Pinto, mujeres de libido desbordante que acuden a la academia de las musas a desenmara?ar su goce en situaciones presididas por la palabra, a la par que sus puntos de vista y comentarios configuran el discurso universitario.
Sin embargo, a medida que el largometraje avanza conocemos a Rosa, la esposa de Raffaele dentro y fuera de la pel¨ªcula, a quien se ver¨¢ interpretar el drama que supone no ostentar m¨¢s el papel de musa omnipotente del profesor, delineando los bordes del deseo de una mujer mayor. Ella dilucidar¨¢ varios comentarios en torno a la amistad, el amor intelectual y el matrimonio, por momentos en abierto di¨¢logo con aquel Elogio al amor acu?ado por Alain Badiou.
En el caso de Pinto, quien adem¨¢s de ser especialista en Dante Aligheiri, imparte clases en la UB desde 1974, la c¨¢mara le deja ver como a un seductor intelectual que hace de ¡°S¨®crates en su propio Banquete¡±, rodeado todo el tiempo por sus alumnas m¨¢s perspicaces, donde el espacio apenas da lugar a pocos personajes masculinos con intervenciones muy limitadas. De manera que Guer¨ªn nos deja frente a ese universo donde lo femenino pretende aprender a ocupar su lugar.
La narrativa del director espa?ol subraya particular inter¨¦s en la mitolog¨ªa, atravesamos un recorrido por los mitos fundacionales del eros: el flechazo entre Dafne y Apolo; la importancia de la mirada entre Pigmali¨®n y Galatea; o el an¨¢lisis directo que se hace a cuadro de La divida comedia donde quedan yuxtapuestas la humanidad representada por Dante y la fe simbolizada por Beatriz.
Varias secuencias de la pel¨ªcula fueron filmadas a trav¨¦s de vidrios, cuyos reflejos dejan ver por momentos la ciudad y recrean la naturaleza en contrapunto de una historia contada expresamente desde lo racional. A lo largo de estas im¨¢genes, que bien remiten a algunos cuatros de Robert Bresson vistos en Cuatro noches de un so?ador (1971) se fraguar¨¢n escenarios con caracter¨ªsticas muy espec¨ªficas para la transformaci¨®n de los protagonistas.
La academia de las musas, ya sea el documental o la comedia a prop¨®sito de las desavenencias de un matrimonio corrompido por el mundo acad¨¦mico, presenta un term¨®metro de las nuevas narrativas que han surgido en el cine espa?ol contempor¨¢neo adem¨¢s de trazar con precisi¨®n aquella m¨¢xima de Lacan que cita ¡°est¨¢ claro, entonces, que es hablando como se hace el amor¡±.
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