Dani Mart¨ªn: ¡°El miedo mata y salva¡±
El Canto del Loco e icono del pop espa?ol no necesita m¨¢s presentaciones: ¡°El verdadero ¨¦xito son los afectos¡±
El d¨ªa que se hizo esta entrevista, Dani Mart¨ªn, un ¨ªdolo del pop te¨®ricamente curado de lisonjas, parec¨ªa genuinamente emocionado ante la nutrida representaci¨®n de ese esp¨¦cimen h¨ªbrido entre periodista y fan que suele acudir a estas convocatorias para, a la vez que informar, trasladarle al artista su admiraci¨®n absoluta. Presentaba Mart¨ªn ¡ª40 a?os, 20 casi de carrera¡ª un disco recopilatorio y una gira por grandes auditorios y, dijo, quer¨ªa cerrar el c¨ªrculo ¡°donde empez¨® todo¡±. En el coraz¨®n de su madrile?¨ªsimo El Rastro, pero no en la calle, sino en una chamariler¨ªa supercuqui donde daban ganas de llev¨¢rselo todo a casa. Herido en el alma desde la muerte de su hermana, con el pelo verde ¡ªazul,puntualiza¡ª y con ganas de agradar al pr¨®jimo, Mart¨ªn semeja de cerca un tipo para el que el superlativo hipersensible se queda corto.
?C¨®mo lleva la ansiedad?
Vive conmigo. Parece que la domas, pero cuando menos te lo esperas te arrea un zarpazo al est¨®mago que te puede dejar tirado en el sof¨¢ un d¨ªa sin querer coger el tel¨¦fono ni hablar con nadie.
S¨ª, porque hoy el tel¨¦fono sirve para todo menos para hablar.
No hablamos nunca. Ni por tel¨¦fono ni en directo. He acordado con mis padres que, cuando vamos a comer, dejemos el m¨®vil y hablemos de nosotros. Hay que parar la verbena en que vivimos.
Pero la verbena es divertida.
Eso es peor que la coca¨ªna. Es una prisi¨®n. Confortable, pero c¨¢rcel. Claro que engancha, pero me estoy intentando quitar de eso.
A veces, la prisi¨®n puede ser uno mismo, el propio pellejo.
S¨ª, a veces soy insoportable para m¨ª mismo, agotador. Me agotan los pensamientos irracionales para conmigo mismo. Me pongo en lo peor antes de que suceda.
A eso le llaman los psic¨®logos ser un agon¨ªas, con perd¨®n.
Pues soy su hombre. Estoy todo el rato en el hospital haci¨¦ndome pruebas. Soy hipocondriaco, aprensivo, inquieto. Agoto.
Una joyita, con todo respeto.
Pues s¨ª, pero luego, cuando disfruto, disfruto m¨¢s que nadie. Solo se vive una vez, y a veces te llaman ciertos abismos, pero tambi¨¦n soy muy miedoso. Y el miedo, a la vez que me mata, me ha salvado y salva de muchas cosas.
Sin embargo, le cuesta escribir cuando est¨¢ feliz de la vida.
Es por pudor y... s¨ª, el gran Sabina dice que sus mejores letras le han salido en los momentos m¨¢s desequilibrados, y yo soy as¨ª.
?El desequilibrio le inspira?
Creo que cuando tienes un chal¨¦, y una mujer, y dos hijos y un 4x4 tiene que ser muy dif¨ªcil no entrar en rutina. Y tal vez ese miedo, y que crea que la inestabilidad me hace sentir m¨¢s vivo, frene que me sucedan esas cosas, aunque a lo mejor es que no soy lo bastante generoso como para compartir mi vida y rendirme. Entonces, cuando llega el momento, cuando alguien me dice: ¡°Vivamos juntos, tengamos un hijo¡±, me cago vivo.
Chal¨¦, hijos, 4x4... Parece que me describiera el infierno.
Qu¨¦ va. Mira Paul McCartney, John Lennon, Alejandro Sanz, un mont¨®n de gente vive en familia y le siguen saliendo canciones preciosas. Pero yo, no. Para m¨ª es la c¨¢rcel, debe de ser una cosa m¨ªa.
Pronto cumple 41. ?Se sigue viendo como un ni?o terrible?
El otro d¨ªa, Carlos, de MClan, me dec¨ªa: ¡°Parece mentira que Dani Mart¨ªn tenga 40 tacos¡±. Pues s¨ª, t¨ªo. Ya no soy un ni?o terrible ni quiero serlo, no querr¨ªa tener 25, pero sobre el escenario a¨²n me considero un gamberro. Adem¨¢s, me he hecho unos an¨¢lisis y dicen que estoy como un chico de 21.
Ahora tiene los a?os que ten¨ªa la madre de Jos¨¦ que tanto le pon¨ªa en su canci¨®n hom¨®nima.
S¨ª. Y, mira, esa es una canci¨®n obsoleta. Igual que hay otras que resisten el paso del tiempo, esa no tanto. Ahora, la madre de Jos¨¦ existi¨®. Y me decor¨® la casa.
Para s¨ªmbolo sexual, usted.
Puede que sea agraciado, pero tambi¨¦n acomplejado. No me gusto mucho. Pero pasa el tiempo y vas estando m¨¢s feliz contigo mismo porque ves que la gente que te quiere ser¨¢ por generoso y buen amigo y cabez¨®n o porque les hago gracia. Por ser como soy.
Vamos, que tiene su puntito.
Yo creo que s¨ª, ?no?
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