El retorno del rey negro boliviano a sus ra¨ªces africanas

En la exuberante vegetaci¨®n de Los Yungas, al norte de La Paz, se esconde una leyenda sobre la existencia de un soberano negro. Este hombre es Julio Pinedo, nombrado rey de los afrobolivianos, reconocido descendiente de un monarca africano tra¨ªdo como esclavo a Bolivia por los espa?oles en 1820. La directora Paola Gosalvez escuch¨® este relato y le atrajo inmediatamente: ¡°Reconocido por algunos como rey, en un Estado como el nuestro, viviendo como campesino. Me sigue pareciendo muy interesante para filmar¡±. Ocho a?os tuvieron que pasar para que viera la luz El rey negro, el documental de un hombre que ha trabajado toda su vida como agricultor en Bolivia, pero que sus ra¨ªces est¨¢n conectadas a una realeza antigua de otro continente.

Pinedo es parco con las palabras, pero sin embargo Gosalvez logr¨® ganarse la amistad del rey para que le contara su historia. Parte del proceso de creaci¨®n del documental fue obtener su confianza, ya que es una persona reservada, cuenta la directora. No le gusta la atenci¨®n porque se siente utilizado. ¡°No solo me han abierto las puertas de su casa, sino de su vida, de su intimidad. Para eso ten¨ªa que ganarme su confianza. No es de un d¨ªa al otro. Es un proceso de varios a?os¡±, cuenta Gosalvez.

Sin palacio ni traje real, Pinedo camina taciturno en su sencilla vida de campo. Sin embargo, una nueva inquietud personal motiva ahora a toda la familia. Sue?a con emprender un camino de reencuentro con su ra¨ªces y su linaje. Ir a ?frica es su nueva meta para reencontrarse con toda una historia perdida, cuenta una parte de la sinopsis del documental. Gosalvez no quer¨ªa hacer un filme investigativo o period¨ªstico, sino m¨¢s bien uno de observaci¨®n. ¡°La idea de viajar a ?frica era ver las emociones y sensaciones que ellos sent¨ªan en un continente de donde ven¨ªan sus ancestros, y que lo sent¨ªan absolutamente ajeno¡±, precisa la tambi¨¦n guionista.

La familia Pinedo no sabe con exactitud de d¨®nde proviene su linaje, a pesar de las distintas pruebas de ADN que les realizaron. Les dijeron que su ascendencia puede ser de una regi¨®n de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo o Uganda. La producci¨®n acompa?a al rey afroboliviano y a su familia a ese segundo pa¨ªs, en el cual se puede dar distintas lecturas sobre lo que sienten y piensan, en un pa¨ªs donde predomina las personas con el mismo color de su piel. La realizadora toma distancia respecto a sus personajes y optar por la no ficci¨®n contemplativa. ¡°Es lo que he tratado de reflejar. Por eso es un documental de observaci¨®n y cada uno hace su lectura. No induzco a los personajes a que hagan algo, a que hablen o a que comenten. Si ellos se quieren dirigir hacia m¨ª en alg¨²n momento, yo los observo y escucho¡±, afirma Gosalvez.

El documental, que es una coproducci¨®n entre Bolivia y Espa?a, tuvo una proyecci¨®n especial en La Paz. Su recorrido su recorrido por distintos festivales dar¨¢ inicio este a?o, cuenta Gosalvez. Sin embargo, ya cuenta con un distribuidor internacional para difundirlo en la televisi¨®n en distintos pa¨ªses. Uno de los principales desaf¨ªos para Gosalvez, fue narrativo. El documental dura m¨¢s de una hora y ve¨ªa dif¨ªcil sostener la atenci¨®n del espectador. A pesar de sus temores, sali¨® reconfortada por la reacci¨®n del p¨²blico despu¨¦s de las dos primeras exhibiciones. ¡°Ver que la gente se de cuenta de detalles s¨²per sutiles y me lo dice. Cuando los escucho re¨ªr, que se diviertan, que les entre curiosidad. Todas esas cosas me devuelven con creces todo lo que hemos trabajado¡±, finaliza.