Nicanor Parra, el ¨²ltimo antipoeta (y el primero)
El escritor, premio Cervantes de 2011, fallece a los 103 a?os en Santiago de Chile. Cient¨ªfico de formaci¨®n, fue un renovador ¨²nico en la creaci¨®n literaria
Todos los d¨ªas muere alg¨²n poeta. Los antipoetas, sin embargo, mueren una vez por siglo. O por era geol¨®gica. La raz¨®n es sencilla: poetas siempre ha habido y habr¨¢; antipoetas solo ha habido uno, Nicanor Parra. As¨ª, por contraste con el resto de sus pares, suele presentar al escritor chileno el mejor de sus estudiosos: el profesor Niall Binns. Despu¨¦s de asistir hace tres a?os a su propio centenario y hace uno al de su hermana, la cantante Violeta, Nicanor Parra (San Fabi¨¢n de Alico, 1914) muri¨® ayer en su casa del municipio de La Reina, en Santiago de Chile. Se hab¨ªa instalado en ella poco antes de su cumplea?os, en septiembre pasado, y despu¨¦s de pasar los ¨²ltimos tiempos en el pueblo costero de Las Cruces.
All¨ª se qued¨® en abril de 2012 mientras a 11.000 kil¨®metros de distancia, en Alcal¨¢ de Henares, uno de sus nietos recog¨ªa en su nombre el Premio Cervantes. El abuelo, cuya edad no era la m¨¢s indicada para un viaje transatl¨¢ntico, hab¨ªa pedido una pr¨®rroga para perge?ar un discurso ¡°medianamente plausible¡±. Eso s¨ª, ya estaba manos a lo obra: su mesa estaba llena de libros sobre el autor del Quijote con los pasajes m¨¢s importantes marcados con bolsitas de t¨¦.
Aquella antisolemne ma?ana de abril en el paraninfo de la universidad alcala¨ªna, mezclada entre las autoridades civiles y militares, estaba la cantante Patti Smith, que hab¨ªa llegado a la devoci¨®n por Nicanor Parra desde la que sent¨ªa a su vez por este el novelista Roberto Bola?o, el escritor latinoamericano m¨¢s influyente de las ¨²ltimas d¨¦cadas. ¡°Escribe como si al d¨ªa siguiente fuera a ser electrocutado¡±, dijo el autor de Los detectives salvajes de su viejo compatriota. M¨¢s bien, a ser electrocutado despu¨¦s de electrocutar al lector: ¡°Durante medio siglo / la poes¨ªa fue / el para¨ªso del tonto solemne. / Hasta que vine yo / y me instal¨¦ con mi monta?a rusa. / Suban, si les parece. / Claro que yo no respondo si bajan / echando sangre por boca y narices¡±, escribi¨® en un poema de 1962 incluido en Versos de sal¨®n.
¡®Epitafio¡¯, escrito por el autor
¡°De estatura mediana,
Con una voz ni delgada ni gruesa,
Hijo mayor de profesor primario
Y de una modista de trastienda;
Flaco de nacimiento
Aunque devoto de la buena mesa;
De mejillas escu¨¢lidas
Y de m¨¢s bien abundantes orejas;
Con un rostro cuadrado
En que los ojos se abren apenas
Y una nariz de boxeador mulato
Baja a la boca de ¨ªdolo azteca
-Todo esto ba?ado
Por una luz entre ir¨®nica y p¨¦rfida-
Ni muy listo ni tonto de remate
Fui lo que fui: una mezcla
De vinagre y aceite de comer
?Un embutido de ¨¢ngel y bestia!¡±
Este poema pertenece al libro De la cueva larga (1958)
A?os antes, en 1954, hab¨ªa publicado un libro para el que baraj¨® varios t¨ªtulos ¡ªMaterial de Lectura, Oxford 1950, Veinte a?os y un d¨ªa¡ª pero cuya denominaci¨®n final marcar¨ªa el resto de su obra: Poemas y antipoemas. En ¨¦l, como avisaba su autor, no aparec¨ªan palabras como arco¨ªris, dolor o Torcuato. Sillas y mesas, s¨ª. Tambi¨¦n hab¨ªa prosa¨ªsmo, humor, iron¨ªa, quiebros, chistes (buenos y malos), poes¨ªa que no quer¨ªa serlo.
Despu¨¦s de estrenarse en 1937 como poeta con un Cancionero sin nombre de aires lorquianos, el Parra antipoeta era una piedra seca de prosa¨ªsmo anglosaj¨®n en el verboso estanque afrancesado de la poes¨ªa hispana. No en vano, entre 1949 y 1951 hab¨ªa estudiado cosmolog¨ªa en Oxford despu¨¦s de especializarse en Mec¨¢nica Avanzada en la Universidad de Brown.
Licenciado en F¨ªsica y Exactas, durante 30 a?os fue profesor de F¨ªsica en la escuela de ingenieros de la Universidad de Chile y en 1973, a?o del golpe de Pinochet, engros¨® el m¨ªtico Departamento de Estudios Human¨ªsticos de la Facultad de Matem¨¢ticas. All¨ª coincidi¨® con el tambi¨¦n poeta Enrique Lihn, con el que dos d¨¦cadas antes, y junto a Alejandro Jodorowsky, hab¨ªa fundado el peri¨®dico mural El quebrantahuesos. Aquel departamento se convirti¨® durante la dictadura en un reducto de pensamiento libre. Libros como Sermones y Pr¨¦dicas del Cristo de Elqui (1977) o Chistes para desorientar a la polic¨ªa/poes¨ªa (1983) fueron la respuesta a un tiempo, el de pinochetismo duro, que Parra sobrellev¨® confundiendo su voz con la de un supuesto loco: Domingo Z¨¢rate Vega, llamado el Cristo de Elqui, un famoso predicador callejero de los a?os treinta.
Disfrazado de loco
Cient¨ªfico disfrazado de poeta, poeta disfrazado de loco, Nicanor Parra fue tambi¨¦n un escritor disfrazado de artista pl¨¢stico desde que en 1972 public¨® Artefactos, una chispeante colecci¨®n de poemas visuales que lo emparentan con autores como el escoc¨¦s Ian Hamilton Finlay, el belga Marcel Mari?n o el catal¨¢n Joan Brossa. En la muestra que el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Barcelona (Macba) dedica estos d¨ªas a la producci¨®n de este ¨²ltimo pueden verse varios de los artefactos y ¡°trabajos pr¨¢cticos¡± del chileno.
Desde aquel estreno de los setenta, Parra altern¨® la imagen y la escritura, que en los a?os siguientes dio como fruto t¨ªtulos como Hojas de Parra (1985) o Discursos de sobremesa (1997), siempre recurriendo a una ortograf¨ªa que, con su particular uso de signos como ¡°&¡±, ¡°x¡± o ¡°+¡± (en lugar de ¡°y¡±, ¡°por¡± o ¡°m¨¢s¡±), se adelant¨® a los mensajes de texto de los tel¨¦fonos m¨®viles. Y, por supuesto, desde una irreductible idea de la poes¨ªa: ¡°Vida en palabras / Un enigma que se niega a ser descifrado x los profesores / Un poco de verdad y una aspirina / Antipoes¨ªa eres t¨²¡±.
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