La ¡®justicia¡¯ de quemar vivo a un hombre
'Tribus de la inquisici¨®n', de Mabel Lozano, opta al Goya al mejor corto documental denunciando los linchamientos en Bolivia
Durante una quincena de minutos, lo cuentan con palabras. Pero el relato de las v¨ªctimas y sus familiares impresiona tanto que cuesta cre¨¦rselo. Si hasta la propia directora, Mabel Lozano, dud¨®, ?c¨®mo no iba a hacerlo el p¨²blico? As¨ª que la cineasta opt¨® por el remedio m¨¢s directo: las im¨¢genes. ¡°Ten¨ªa que poner esos v¨ªdeos para que la gente supiera que ocurre de verdad¡±, asegura. De ah¨ª que hacia la mitad de su metraje Tribus de la Inquisici¨®n, que opta el s¨¢bado al Goya al mejor corto documental, propine un pu?etazo en pleno est¨®mago. Hasta entonces, se ha hablado de linchamientos. De repente, ah¨ª est¨¢n. Una serie de grabaciones aficionadas muestra a varios hombres devorados por las llamas. Cuerpos casi carbonizados se remueven desesperados. De la cabeza de uno no para de salir humo. Arden vivos en la plaza del pueblo, mientras los vecinos los rodean y observan el fruto de su castigo. Nadie interviene. Alguien come patatas fritas, asisten hasta ni?os. Ivirgarzama, regi¨®n de Cochabamba, Bolivia, 1 de junio de 2013. El d¨ªa en que Roberto ?ngel Antezana fue atado, golpeado, ba?ado de gasolina e incendiado junto con cinco familiares. Muri¨® pocas horas despu¨¦s, con el 90% del cuerpo quemado. Hab¨ªa, presuntamente, robado un cami¨®n.
¡°Lo que aparece en el documental es de lo m¨¢s suave¡±, agrega la cineasta. Como indicio, lo que describe a continuaci¨®n. Ella lo vio en fotos, pero esta vez prefiere limitarse a las palabras: dice que hab¨ªa cad¨¢veres rescatados del r¨ªo ya mutilados por los peces, cuerpos de j¨®venes carcomidos por las hormigas reinas o una madre que desentierra una bolsa de basura de la que sobresale la cabeza inane de su hijo. Presuntos homicidas, ladrones de m¨®viles o de una motocicleta, privados del derecho a un juicio justo, y a la vida.
De todo ello va Tribus de la Inquisici¨®n. Resulta que, en pleno siglo XXI, ¡°ojo por ojo diente por diente¡± sigue valiendo all¨¢ donde las autoridades no llegan ni se les espera. El art¨ªculo 7 de la Ley de Deslinde Jurisdiccional de Bolivia reconoce la ¡°potestad que tienen las naciones y pueblos ind¨ªgena originarios campesinos de administrar justicia de acuerdo a su sistema de justicia propio¡±; oficialmente, el linchamiento vulnera la ley del pa¨ªs. De facto, sin embargo, se produce, se tolera, se ampara y se silencia en m¨¢s de un municipio. Tanto que, seg¨²n la pel¨ªcula, Bolivia es el segundo pa¨ªs del continente con m¨¢s casos registrados, tras Guatemala. En 2015 se verificaron 32; en el 90%, no hubo sanci¨®n para los agresores. El filme sostiene que es bastante m¨¢s probable que en la c¨¢rcel acabe el linchado, por su presunto crimen. Si sobrevive, claro est¨¢.
Todo ello ya lo denunci¨® el periodista local Roberto Navia, con un reportaje que obtuvo el premio de periodismo Rey de Espa?a en 2015. El reportero acudi¨® a recibirlo, y quiso entrevistarse con Lozano, que andaba metida en su anterior documental: ChicasNuevas24Horas, sobre la trata de mujeres, tambi¨¦n nominado a los Goya. De ah¨ª naci¨® el proyecto, que pronto ser¨¢ tambi¨¦n una novela del periodista. Pero, ?por qu¨¦ encerrar tama?a historia en un corto de apenas 30 minutos? ¡°Me plante¨¦ un largo, pero si lo que rodamos ya fue peligroso, hubiese hecho falta una investigaci¨®n mucho m¨¢s larga, tambi¨¦n sobre la relaci¨®n del fen¨®meno con el narcotr¨¢fico. Y, sobre todo, la pel¨ªcula me contamin¨® mucho. ?Se podr¨ªan aguantar 80 minutos as¨ª?¡±. Desde luego, lo visto en media hora basta y sobra. Y deja una pregunta: ?c¨®mo puede ocurrir esa barbarie?
¡°Lo m¨¢s importante es que los bolivianos no creen en su justicia. Y adem¨¢s, cuando sucede algo como eso no hay presencia del Estado¡±, defiende la directora. Lozano describe un sistema en el que los pocos polic¨ªas locales se ven desbordados e impotentes ante las turmas; los familiares que acuden al rescate son a su vez amenazados; mientras, fiscales generales y altas esferas miran al otro lado. Tanto que hay un informe policial sobre el supuesto robo de Roberto ?ngel Antezana pero ning¨²n documento da fe de su linchamiento.
Oficialmente, nunca se produjo. Como casi todos. Lozano se entrevist¨® con agentes y fiscales, con los padres de los ?ngel Antezana y con varias v¨ªctimas, hasta con el cura del pueblo. Un m¨¦dico le cont¨® que se mantuvo a un lado porque la cosa no iba con ¨¦l, y porque hay muchos casos as¨ª. Adem¨¢s, le explic¨® que ¡°el gordito [uno de los linchados] amenaz¨® con que los iba a matar a todos¡±, lo que en su visi¨®n justifica que le asesinaran antes a ¨¦l. Pero la directora no consigui¨® ning¨²n testimonio de un verdugo que avalara la ley del tali¨®n ante la c¨¢mara. Se ampararon todos en otra ley demasiado com¨²n en esos casos: la del silencio.
Esclavas sexuales, linchamientos y proxenetas
Hace 12 a?os, Mabel Lozano encontr¨® a Irina, una chica rusa obligada a prostituirse. "La trata no la conoces hasta que tienes enfrente a una mujer que ha sido v¨ªctima de ella", dice la directora. A partir de ah¨ª, volc¨® su carrera en los documentales de denuncia social. Lleg¨® ChicasNuevas24Horas, sobre la red global de tr¨¢fico de mujeres.
Ahora, le ha seguido Tribus de la inquisici¨®n, que Lozano prev¨¦ colgar en plataformas de streaming por un precio reducido. "El dinero recaudado ir¨¢ para ayudar a ?lvaro [una de las v¨ªctimas de linchamiento]", explica.
Pero el siguiente proyecto ya est¨¢ en marcha. Lozano se encuentra escribiendo el guion de El proxeneta, adaptaci¨®n al documental de su libro en el que un responsable de la trata de mujeres relata en primera persona su experiencia y sus cr¨ªmenes.
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