El Guggenheim ofreci¨® un retrete usado de oro macizo a Trump
La primera familia pidi¨® prestado 'Paisaje con nieve' de Van Gogh para decorar las estancias privadas de la Casa Blanca
Los Kennedy tuvieron un Eugene Delacroix. Los Obama fueron por lo abstracto con Mark Rothko y Jasper Johns. Los Trump no quer¨ªan ser menos y pidieron prestado Paisaje con nieve de Vincent Van Gogh para decorar las estancias privadas de la Casa Blanca. El Guggenheim les dio un no por respuesta y en lugar de cederle este ¨®leo de incalculable valor, ofreci¨® enviarle algo que su comisaria consider¨® que se ajustaba m¨¢s a su gusto: un retrete usado de oro macizo del artista italiano Maurizio Cattelan que representa los excesos de las fortunas.
¡°Sentimos no poder responder a la petici¨®n original¡±, se puede leer en el correo electr¨®nico que envi¨® la curadora del museo neoyorquino Nancy Spector el pasado mes de septiembre, explicando que el Van Gogh ten¨ªa que viajar al museo en Bilbao y que tendr¨ªa que quedarse a su regreso en la colecci¨®n permanente. En el email, al que tuvo acceso el The Washington Post, respond¨ªa que esperaba que en su lugar les interesara la alternativa que le ofrec¨ªa, que calificaba de ¡°especial¡±.
La obra de Cattelan se llama Am¨¦rica y se exhibi¨® durante un a?o en uno de los cuartos de ba?o p¨²blicos del museo hasta final el pasado verano. El trabajo, se?ala Spector, es ¡°extremadamente valioso¡± y ¡°fr¨¢gil¡±. Por eso dice en el mensaje que desde el museo facilitar¨¢n las instrucciones para la instalaci¨®n y el mantenimiento. La carta incluye una fotograf¨ªa del trono, que en su d¨ªa cuando estuvo expuesta se col¨® en las portadas de los medios locales.
Es de sobra conocida la debilidad de Trump por las decoraciones en oro. Tambi¨¦n las cr¨ªticas que Spector lanz¨® en las redes sociales tras su elecci¨®n como presidente de Estados Unidos. La redacci¨®n de la carta, de hecho, hace un juego de palabras que refleja la situaci¨®n por la que atraviesa Estados Unidos desde que el magnate tom¨® el Despacho Oval. La Casa Blanca, aparentemente, declin¨® esta opci¨®n pese a la apreciaci¨®n de Trump por el oro.
Cattelan, por su parte, evita comentar pese a que en el email se asegura que el artista estar¨ªa encantado de prestarlo durante un largo periodo. ¡°Es un asunto muy delicado¡±, se limita a decir al Post. El v¨¢ter estuvo en la quinta planta del museo para uso de los visitantes en una muestra interactiva. La cr¨ªtica describi¨® en su d¨ªa la obra como una s¨¢tira a fortunas como la de Trump, que tiene instalada grifer¨ªa de oro hasta en su avi¨®n privado.
El nombre de Trump retumb¨® como un estruendo durante toda la muestra interactiva, como indic¨® la comisaria en el blog del museo. Era f¨¢cil hacer la asociaci¨®n con el presidente por si debilidad con el oro. La propia Spector lleg¨® a decir que el presidente es una ¡°torre dorada ep¨®nima¡±, en una clara referencia al rascacielos que hace de punta de laza del imperio familiar en la Quinta Avenida y donde tiene su residencia, decorada con el metal precioso.
Ahora Donald Trump tiene cortinas doradas colgando en el Despacho Oval. Spector tambi¨¦n dijo que su presidencia estaba marcada por el esc¨¢ndalo y definida por un ¡°asalto deliberado¡± contra las libertades civiles y el cambio clim¨¢tico que ponen en peligro el planeta. El museo trat¨® tambi¨¦n de tomar distancia. En las redes sociales se acus¨® a la organizaci¨®n de tratar de llamar la atenci¨®n de la prensa con una pol¨¦mica facilona. ?
El trono de oro macizo fue creado antes de que el empresario presentara su candidatura a la presidencia de EE UU, aunque nunca neg¨® que pudiera tener alguna influencia. ¡°Estaba en el aire¡±, coment¨® en el blog del Guggenheim. Miles de personas hicieron cola para experimentar lo que este provocador artista calific¨® como un punto de uni¨®n entre el arte y la naturaleza. El coste del retrete se estima en un mill¨®n de d¨®lares.
Los que tuvieron la paciencia de hacer cola y por utilizado dicen que no es muy diferente a uno corriente. Pero se?alaban que funcionaba bien y que estaba reluciente -el personal del museo lo limpiaba cada quince minutos. Cattelan, al explicar su trabajo, explic¨® que al final todo el mundo acaba haciendo sus necesidades en el mismo sitio, da igual si se toma un perrito caliente o un planto de 200 d¨®lares en un restaurante de lujo.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.