Identidades reprimidas y enjauladas
Carolina Rom¨¢n escribe y dirige en el Espa?ol ¡®Juguetes rotos¡¯, un montaje sobre el drama del colectivo transexual
Regres¨® a su pueblo vestido con un traje rojo y zapatos de tac¨®n tambi¨¦n rojos. Para la cabeza, eligi¨® un turbante de igual color. Se lo hab¨ªa dicho Dor¨ªn, su maestra, su salvadora, su amiga: ¡°Un d¨ªa deber¨ªas volver a tu pueblo as¨ª, con una peluca y unos buenos tacones. Y de rojo para que se te vea bien¡±. Y a Mario solo de pensarlo le entraban escalofr¨ªos. Pero hizo caso a Dor¨ªn, nacida bajo el nombre de Antonio, y volvi¨®. Y subi¨® al palomar, el refugio de su adolescencia, y fue abriendo una por una las jaulas mientras o¨ªa con nostalgia el revoloteo de las palomas. Fue entonces cuando Mario pas¨® a ser Marion, como le llamaba, all¨¢ en Barcelona, su adorada Dor¨ªn.
Carolina Rom¨¢n ha escrito y dirigido Juguetes rotos, un montaje sobre la transexualidad y el drama de todos aquellos rechazados por ser diferentes. Protagonizada por Nacho Guerreros (como Mario/Marion) y Kike Guaza (Dor¨ªn), puede verse en el Teatro Espa?ol de Madrid hasta el 4 de marzo.
?Qui¨¦n soy? ?De qu¨¦ genero soy? ?Qu¨¦ no quiero ser? Estas preguntas fluyen en Juguetes rotos, un viaje a la represi¨®n franquista de los a?os sesenta y setenta que hacen dos personas que han vivido en circunstancias diversas su transexualidad.
Mario, nacido en un cuerpo que no quiere, pasa las horas muertas en el palomar de su pueblo y sue?a con ser ni?a, convertirse en mujer y madre. ¡°Que dice padre que bajes. Que te vas a convertir en paloma, tol d¨ªa en el palomar. Venga, luego lloras si te dicen Mar¨ªa¡±, le dice su hermano, un forofo del f¨²tbol.
As¨ª transcurre la adolescencia de Mario, entre represi¨®n y silencios, miedo y ofensas. Al contrario que Dor¨ªn, hijo de un republicano que acept¨® su sexualidad sin mayores problemas, y que se march¨® a una gran ciudad, donde sobrevive en espect¨¢culos de variedades.
Carolina Rom¨¢n debuta con este montaje en el Teatro Espa?ol ¡ª¡°No puedo decir que es un sue?o alcanzado, porque yo ni siquiera lo so?¨¦¡±¡ª, cuyo detonante fue un libro sobre el acoso escolar (Yo tambi¨¦n sufr¨ª bullying) escrito por Guerreros y la periodista Sara Brun. ¡°Juguetes rotos nace tambi¨¦n del derecho y el deber como artista de contar lo que pasa a nuestro alrededor. Quisimos ampliar la panor¨¢mica del bullying y poner el acento en el colectivo de los transexuales, sobre el que hemos realizado una exhaustiva investigaci¨®n con asociaciones y grupos LGTB¡±, explica la directora.
El hecho de situar la acci¨®n en la ¨¦poca franquista supone para la dramaturga un elemento a?adido a la transexualidad. ¡°Quer¨ªa que se viera la represi¨®n que sufrieron tantas personas en esos a?os por ser diferentes sexualmente, que les aboc¨® en ocasiones al suicidio, y ver la evoluci¨®n como contrapunto a la actualidad¡±, destaca. Rom¨¢n incide en los numerosos problemas que todav¨ªa padecen hoy los miembros de esos colectivos.
Guerreros, conocido especialmente por la serie televisiva La que se avecina, permanece en el escenario durante los 80 minutos de la funci¨®n. ?l y Guaza van dando vida a diversos personajes ficticios, pero basados en relatos y experiencias de personas reales que han vivido la transexualidad. Un drama, en ocasiones, abierto a la esperanza, en el que resuenan las palabras de Mario, ese ni?o que siempre se sinti¨® ni?a: ¡°Ten¨ªa tantas ganas de aprender, de volar, de vivir, de sentirme libre como las palomas...¡±
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