Pessoa como embajador cultural de Portugal
¡°Brilla tan alto que apaga a los otros poetas¡±, dice el ministro luso Castro Mendes
El ministro portugu¨¦s de Cultura vivi¨® en primera fila la movida madrile?a a principios de los ochenta, ¡°una explosi¨®n de vitalidad y creatividad de toda la sociedad espa?ola¡±. Lu¨ªs Filipe Castro Mendes (Idanha a Nova, 1950) regres¨® ayer a la capital espa?ola para la inauguraci¨®n de Fernando Pessoa. Todo arte es una forma de literatura en el Museo Reina Sof¨ªa, en compa?¨ªa del primer ministro portugu¨¦s, Antonio Costa, y de su hom¨®logo espa?ol, ??igo M¨¦ndez de Vigo.
¡°Visito con frecuencia Espa?a¡±, aclara el ministro luso. ¡°Hay una curiosidad cultural mutua entre los dos pa¨ªses, que se intensific¨® a partir de sus propios procesos democr¨¢ticos¡±.
Uno de los hitos en esta conexi¨®n cultural ib¨¦rica es la gran muestra sobre Pessoa en el Reina Sof¨ªa. ¡°La exposici¨®n es muy interesante porque ense?a el mundo del escritor, su complejo contexto creativo, la actividad art¨ªstica que le rodeaba. Hay cuadros muy pocos vistos como el de Santa Rita, que sobrevivi¨® a la destrucci¨®n de su propia obra, y otros de Cardoso o de Almada Negreiros, que fue realmente quien tuvo m¨¢s contacto con Espa?a¡±.
Pessoa ha viajado m¨¢s a Espa?a muerto que vivo. Nunca visit¨® el pa¨ªs y sus contactos con poetas espa?oles, incluso su obra, son escasos, como se vio en 2014 en la exposici¨®n de la Biblioteca Nacional, comisariada por Antonio S¨¢ez Delgado. Unamuno ni le contestaba a las cartas, aunque s¨ª poetas ultra¨ªstas andaluces como Adriano del Valle y Del Vando-Villar. ¡°Pessoa ten¨ªa una fuerte formaci¨®n anglosajona y, por otra parte, en aquella ¨¦poca el epicentro cultural era Par¨ªs¡±.
Adem¨¢s de ministro, Castro Mendes es poeta (su ¨²ltima obra, Otro Ulises regresa a casa, ha sido publicada ya como ministro de Cultura) y por ello se le van los ojos con Pessoa. ¡°Brilla tan alto que apaga con estrellas a los otros poetas. Tambi¨¦n hay que considerar en las relaciones de Pessoa con Espa?a que nuestros modernismos fueron diferentes. El modernismo portugu¨¦s, el que gira en torno a la revista Orpheo, es el vanguardismo, que no coincid¨ªa est¨¦ticamente con el espa?ol, que nosotros llamamos simbolismo tard¨ªo, en torno a Rub¨¦n Dar¨ªo, y un ultra¨ªsmo, un neobarroquismo, espl¨¦ndido, que influy¨® en la poes¨ªa portuguesa m¨¢s tarde, en los a?os treinta y cuarenta. Pero s¨ª, es cierto, que con Pessoa no hay un fuerte contacto cultural entre los dos pa¨ªses, que s¨ª hubo con Almada Negreiros, y antes con E?a de Queir¨®s, un apasionado de Pardo Baz¨¢n, y despu¨¦s, con el periodo democr¨¢tico com¨²n. Durante nuestras dictaduras, salt¨¢bamos los Pirineos¡±.
Coincidiendo con la exposici¨®n del Reina Sof¨ªa, Tabacalera muestra Escala 1:1. 21 artistas contempor¨¢neos portugueses, una selecci¨®n del paisaje art¨ªstico vecino, con obras de Helena Almeida, Sarmento, Jos¨¦ Pedro Croft, Cabrita Reis, Fragateiro, Regueiro, Souso Vieira¡ ¡°Y la presencia portuguesa en la feria de Arco tambi¨¦n va increment¨¢ndose, al igual que las traducciones. En poes¨ªa hay excelentes antolog¨ªas y Nuno J¨²dice fue premio Reina Sof¨ªa de poes¨ªa iberoamericana en 2013¡¡± repasa el ministro.
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