El coraje de Pilar Yvars
Hace pocos d¨ªas, y de un modo azaroso, me enter¨¦ por Mar¨ªa Pilar Haro Yvars de la muerte de su madre, Pilar Yvars Tecglen, exmujer del muchos a?os columnista y cr¨ªtico teatral de este peri¨®dico, Eduardo Haro Tecglen.
Madrile?a del 14 de noviembre de 1923, Pilar dej¨® de vivir con 92 a?os el 4 de febrero de 2016. La primera vez que estuve con ella fue para que me hablara de su hijo ya difunto, el escritor y poeta Eduardo Haro Ibars (cambi¨® su apellido harto de que se lo escribieran incorrectamente). Con motivo de la biograf¨ªa que escrib¨ª, Eduardo Haro Ibars: los pasos del ca¨ªdo </CF>(2005), tuve trato con Pilar a lo largo de varios a?os, charl¨¦ con ella recordando momentos agradables y otros muy dolorosos para una madre. Derram¨® muchas l¨¢grimas ante el magnet¨®fono y realiz¨® verdaderos esfuerzos para relatarme ciertos episodios de su vida y de la de sus hijos. A la hora de transcribir aquellas largas conversaciones me asaltaban algunas dudas y me ve¨ªa obligado a llamarla para precisar. Cada vez que levantaba el tel¨¦fono me dec¨ªa: ¡°Dispara¡±. Con posterioridad, me confes¨® que hab¨ªa sido incapaz de conciliar el sue?o durante varios d¨ªas, porque le hab¨ªa tra¨ªdo a la memoria recuerdos que ya ten¨ªa dormidos. Y una vez editado el libro, finalista del 33? Premio Anagrama de Ensayo, me revel¨® que le hab¨ªa descubierto a un hijo desconocido para ella. A Pilar se le murieron cinco de los seis hijos que tuvo con Eduardo Haro Tecglen, primo, marido y gran amor de su vida. Ella sobrevivi¨® a Alberto, Eduardo, Marina, Eugenio y Paloma. ¡°Eso no se supera nunca, nunca, nunca. Yo sigo viviendo con ellos (¡) Es la supervivencia lo que pierde uno al perder los hijos¡±, me dijo. ¡°?Por qu¨¦ ellos y no yo?, si me tocaba a m¨ª mucho antes que a ellos¡±, prosigui¨®.
Pilar Yvars tan solo recibi¨® la instrucci¨®n primaria, pero pronto supo de la atracci¨®n por la escritura y ejerci¨® el periodismo en los a?os cuarenta del pasado siglo en las revistas Ruedo y Fotos,para las que hac¨ªa entrevistas. Fue de las pioneras, junto a ?ngeles Villarta y Graciela, de las mujeres periodistas. Adem¨¢s, siempre escribi¨® relatos ¡ªunos vieron la luz en el semanario Domingo y en el libro colectivo Sue?os de la raz¨®n (1978), con el seud¨®nimo Luisa de Bergue, y otros duermen en su ordenador¡ª y public¨® dos novelas, Los clavos (1986) e Historia interrumpida (2008).
Me cont¨® Emilio Sanz de Soto que cuando la joven Pilar entraba en las alegres noches de humareda y tintineos de cucharillas y pocillos del Caf¨¦ Gij¨®n, raro era el grupo de tertulianos que no giraba la testuz para admirar su belleza, muy semejante a la actriz francesa Anouk Aim¨¦e, seg¨²n el malague?o.
Pilar Yvars Tecglen y Eduardo Haro Tecglen estuvieron casados desde 1947, previa petici¨®n de aprobaci¨®n al Vaticano a trav¨¦s de la nunciatura, dado su parentesco, hasta 1976, no sin superar diversas rupturas. Seg¨²n Pilar, ¡°eran separaciones muy raras. El nuestro ha sido un matrimonio un poco peculiar¡±. A ra¨ªz de la separaci¨®n de sus padres, el primog¨¦nito Eduardo comparti¨® muchos momentos con su madre; hab¨ªa una complicidad enorme entre ambos. Pilar se hizo amiga de los amigos de su hijo. Tambi¨¦n a m¨ª me adopt¨® como un amigo de su hijo y nos visit¨¢bamos de cuando en cuando. Nos telefone¨¢bamos ¡ªcada vez que le preguntaba: qu¨¦ tal est¨¢s, me respond¨ªa: muy vieja, muy vieja¡ª, me enviaba whatsapps reivindicativos, memes, etc¨¦tera. La ¨²ltima vez que la vi estaba tan fr¨¢gil como un pajarillo, con un tenue hilillo de voz. Fue un encuentro en la casa de Mar¨ªa Pilar, con quien vivi¨® sus ¨²ltimos a?os, quien la cuid¨® hasta el final de sus d¨ªas. Seg¨²n su hija, la muerte de su otra hija Paloma, en octubre de 2015, entristeci¨® a Pilar y se le quitaron las ganas de seguir adelante. En una ceremonia sencilla, ventearon sus cenizas en La Almudena. Por all¨ª revolotea Pilar, periodista y verdadera madre coraje.
J. Benito Fern¨¢ndez es periodista y bi¨®grafo. Autor de El inc¨®gnito Rafael S¨¢nchez Ferlosio.
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