Trenes
Siempre tengo la impresi¨®n de que hay m¨¢s series de las que puedo seguir y que voy tarde con los estrenos de cine. No hay margen para confundirse y ver una pel¨ªcula mala
Soy de esas que siempre pide auriculares en el tren para ver la pel¨ªcula que proyectan durante el trayecto. Afortunadamente, tambi¨¦n soy de las que suele llevar unos cascos en el bolso. Alguien deber¨ªa investigar c¨®mo es posible que hayamos conseguido hacer el trayecto Barcelona-Madrid en menos de tres horas, pero que los auriculares de Renfe no duren ni 15 minutos. Pero esa es otra pel¨ªcula.
Si consigo mantenerme despierta -otro cl¨¢sico de los viajes es dormirlos de principio a fin- me encanta ver lo que sea que echen en la pantalla. Es una especie de placer culpable que disfruto, a no ser que la pel¨ªcula sea de la saga Fast&Furious. Hubo una ¨¦poca en la que hac¨ªa trayectos largos en autob¨²s y vi varias veces la versi¨®n modernizada de Blancanieves,?protagonizada por Lily Collins y Julia Roberts.
Generalmente, mi contacto con la tele se limita a la casa de mis padres. Mientras tanto, comparto suscripciones en tres plataformas de pago, de tal manera que es raro que me siente en el sof¨¢ sin haber planeado qu¨¦ voy a ver en la pantalla. Y la oferta es casi infinita.
Siempre tengo la impresi¨®n de que hay m¨¢s series de las que puedo seguir y que voy tarde con los estrenos de cine. No hay margen para confundirse y ver una pel¨ªcula mala.
A veces, ver una pel¨ªcula que no eliges y sobre la que no hab¨ªas o¨ªdo nada puede proporcionar hallazgos insospechados. En el ¨²ltimo viaje, tuve suerte y me toc¨® la israel¨ª Asuntos de familia, de la directora Maha Haj. Una de esos filmes en los que, cuando terminan, no tienes muy claro si acabas de ver una comedia o un drama.
Muchos reivindican que el AVE tenga wifi y, si as¨ª fuera, probablemente lo aprovechar¨ªa. Aunque muchas veces sacar¨ªa el port¨¢til y me pondr¨ªa a trabajar. Creo que ah¨ª est¨¢ el ¨¦xito de esas pel¨ªculas que nos gustan a muchos: representan el momento de no hacer nada, de permitirnos no tomar decisiones sobre qu¨¦ ver y dejarnos llevar con el chacach¨¢ del tren.
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