Panoramix, mucho mejor que los druidas de ¡®Britannia¡¯
La serie puede ser muy discutible, pero no porque sea imprecisa hist¨®ricamente
La conquista romana de Britania, la actual Gran Breta?a, es un acontecimiento hist¨®rico sobre el que tenemos muchos datos... pero solo por parte de los romanos. En realidad, desconocemos casi totalmente lo que ocurr¨ªa al otro lado. Por eso, el problema de Britannia, la serie que emite actualmente HBO Espa?a, no est¨¢ tanto en que hist¨®ricamente sea precisa o disparatada, el problema est¨¢ en que sus planteamientos visuales no siempre funcionan. Describe pueblos, hechos y costumbres que los creadores de la serie se tienen que inventar necesariamente porque casi no tenemos certezas hist¨®ricas sobre ellos: su obligaci¨®n es ser cre¨ªble, no rigurosa, porque en muchas de las cosas que cuenta no puede serlo.
La serie relata en nueve cap¨ªtulos el principio de la tercera invasi¨®n romana de la isla, en el 43 de nuestra era, bajo el emperador Claudio, casi un siglo despu¨¦s del intento fallido de Julio C¨¦sar. Al tratarse de uno de los estrenos del a?o en la televisi¨®n brit¨¢nica, la prensa del Reino Unido ha publicado decenas de art¨ªculos sobre ella. Algunos reflexionan sobre si se trata, como Dunkerque o las pel¨ªculas sobre Churchill, de un ejemplo m¨¢s del nuevo cine del Brexit: una isla invadida desde el exterior que tiene que defenderse sola. Y unos cuantos historiadores analizan, sin contemplaciones, su rigor hist¨®rico. Por ejemplo, Richard Alston, profesor de Historia Romana en el Royal Holloway College de la Universidad de Londres, se despacha en iNews con tres errores graves en el arranque del primer cap¨ªtulo: Aulus Plautius, el conquistador romano interpretado por David Morrissey (el Gobernador de The Walking Dead), un personaje real, habla de El Cairo cuando la ciudad no se funda hasta 600 a?os m¨¢s tarde, asegura que C¨¦sar intent¨® conquistar Britania una vez ¡ªcuando lo intent¨® dos¡ª y sostiene que Roma es un dios, cuando en realidad es una diosa.
Pero Alston se?ala que esos errores tienen una importancia muy relativa porque la serie pretende ser una "alegor¨ªa sobre la libertad, el imperio y la civilizaci¨®n". Su problema, argumenta, es que se pierde en el relato de ficci¨®n, no en la historia. Otros autores insisten, en cambio, en que la descripci¨®n del funcionamiento del Ej¨¦rcito romano y de las tribus celtas que viv¨ªan en Britania antes de la llegada de los romanos ofrece hallazgos, tanto por el hecho de que tuviesen jefas guerreras como por su divisi¨®n y las luchas constantes entre clanes que refleja. En lo que coinciden casi todos los expertos (y el autor de estas l¨ªneas) es que el retrato de los druidas, una especie de monstruos tatuados de dientes afilados, es un desastre.
All¨ª, de nuevo, es imposible establecer el rigor hist¨®rico de la serie, porque de los druidas sabemos lo que dec¨ªan de ellos sus enemigos, sobre todo autores romanos ¡ªcasi nada bueno¡ª y lo que ha revelado la arqueolog¨ªa ¡ªnada bueno: es muy posible que practicasen sacrificios humanos, como de hecho se ve en la serie, no eran precisamente simp¨¢ticos como en los tebeos de Ast¨¦rix y Obelix¡ª. Uno de los mayores expertos en el neol¨ªtico europeo, el franc¨¦s Jean-Paul D¨¦moule, escribe en su libro Les dix mill¨¦naires oubli¨¦s qui ont fait l'histoire (Los diez milenarios olvidados que construyeron la historia): "Los celtas disfrutan hoy de un gran fervor, no solo por cuestiones nacionales, sino nacionalistas, pero, a su pesar, se mezclan con todo tipo de divagaciones New Age sobre una supuesta antigua sabidur¨ªa druidica que se ha mantenido viva en secreto hasta nuestros d¨ªas. Todav¨ªa hoy existen presuntos druidas que practican esas ceremonias, pero todas fueron reinventadas en el siglo XIX. Y se producen ante menhires y d¨®lmenes... monumentos neol¨ªticos 3.000 m¨¢s antiguos que los galos". La serie cae en esa fascinaci¨®n sin encontrar f¨®rmulas visuales v¨¢lidas.
Britannia esconde virtudes, incluso dir¨ªa que ofrece momentos excelentes, y se enmarca dentro de un estupendo subg¨¦nero del cine de romanos: las pel¨ªculas de legionarios que las pasan canutas en territorio b¨¢rbaro durante la conquista de Britania ¡ªCenturi¨®n y El ¨¢guila perdida son dos filmes que est¨¢n muy bien sobre la desaparici¨®n de la IX Legi¨®n, que particip¨® en la conquista¡ª. Y es muy interesante el tratamiento de la magia, porque uno de los personajes domina ese saber antiguo y misterioso. En cierta medida, los autores de la serie adoptan la visi¨®n que ten¨ªan los romanos del territorio que conquistaban: cre¨ªan que se met¨ªan en un mundo de poderosos nigromantes. Pero cuando abandonamos la seguridad hist¨®rica de los campamentos romanos para adentrarnos en el territorio de los druidas... bueno, echamos mucho de menos a Panoramix.
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