¡°El flamenco sin evoluci¨®n ser¨ªa un arte muerto¡±

Con iguales serenidad y firmeza, Rosario Guerrero La Tremendita (Sevilla, 1984) manifiesta su aspiraci¨®n de llegar a grandes p¨²blicos con el flamenco. "Me gustar¨ªa poder enamorar a todo el mundo de lo que yo estoy enamorada". Como todo lo que afecta a su creaci¨®n, lo expresa con la misma fuerza que desprende su tercer ¨¢lbum, Delirium Tremens (Universal), con el que la cantaora trianera se rodea de un potente sexteto con metales, coros y palmas, en un disco de cante sin guitarra. En total, diez m¨²sicos que se reunieron una tarde de septiembre de 2016 para registrar en directo los catorce cortes que integran la grabaci¨®n. La obra tiene algo de conceptual y un aparente car¨¢cter circular, el mismo "delirio degradante" que la recorre del comienzo al final y que, en realidad, remite a la condici¨®n c¨ªclica que tienen los acontecimientos en la vida: "Cuando parece que has pasado ya por algo, te lo vuelves a encontrar".

La cantaora relaciona este nuevo trabajo con una crisis, pero aquella que "es sin¨®nimo de cambio y de oportunidad", que en los artistas cobra una relevancia especial. "Estamos en continuo conflicto, necesitamos darnos respuestas y llegar a sitios desconocidos; aunque eso no tiene por qu¨¦ ser negativo. Si se acoge con lucha, con fuerza y sin miedo, se encuentran respuestas y puedes llegar a un momento en el que agradeces toda esa situaci¨®n".

La Tremendita es artista que viene de la tradici¨®n, padre cantaor incluido, y reconoce el flamenco como su lenguaje natural. Es algo que agradece, porque le ha aportado "conocimiento, respeto y un estado de conciencia con el g¨¦nero muy importante". No olvida se?alar que, a la vez, le ha podido generar conflictos que necesitaron incluso de terapia. "La suerte es que en mi casa viv¨ª con mucha libertad", por lo que el resultado de esas tensiones le termina pareciendo al final positivo. "Ahora me siento libre", reconoce, "pero las normas y prejuicios que he sufrido a lo largo de mi vida me han llevado a un delirium tremens, y eso es delicado porque estamos hablando de m¨²sica, y el flamenco, entre otras cosas, sigue vivo por la evoluci¨®n que ha tenido, si no, ser¨ªa un arte muerto".

Metida en esa forma de caos que ella llama delirio, compuso los textos y m¨²sicas que integran su nueva grabaci¨®n. Casi todas las letras son de su autor¨ªa, y en ellas reconoce la influencia de una serie de lecturas: Virginia Wolf o la poeta Anne Sexton, desnudez y crudeza. "Tienen historias muy dram¨¢ticas, pero el flamenco ha sido siempre muy dram¨¢tico y, al final, hay una cercan¨ªa". Tambi¨¦n hay poemas ajenos, como unos hermosos versos de Alberto Fern¨¢ndez Ba?uls, que Tremendita ha llevado al terreno de la trianera sole¨¢ del Arenero. El resto de las m¨²sicas, tambi¨¦n compuestas por ella, recorren una amplia variedad de estilos flamencos: serrana, cantes de levante y abandolaos, romance, zambra, tanguillos, buler¨ªas y hasta unas sevillanas que comparte con Estrella Morente. Con ellos, adem¨¢s de conocimiento, pone de relieve su demostrada capacidad para introducir textos de m¨¦trica compleja dentro de las estructuras mel¨®dicas y r¨ªtmicas de unos estilos a los que aporta una nueva vida.

La cantaora confiesa las ganas que ten¨ªa "de entrar en otro mundo sonoro, diferente, de otras texturas" y agradece al contrabajista Pablo Mart¨ªn Caminero su complicidad en el proyecto. ?l y el pianista Abe R¨¢bade se reparten la autor¨ªa de unos arreglos que otorgan ropajes muy diversos a los poemas. Metales abrasadores, trompeta y tromb¨®n a comp¨¢s, un piano muy flamenco o un tr¨ªo intimista, por momentos muy jazz¨ªstico. A pesar de este formato, Rosario recalca que el disco nunca fue pensado como de flamenco-jazz: "Es un disco de La Tremendita con el discurso que ten¨ªa en el momento de grabarlo". Y advierte: "Yo ya no escucho el disco, ahora estoy en el directo, y ah¨ª evoluciona conmigo. Lo que me interesan son los procesos, el viaje m¨¢s que el destino". As¨ª, en los conciertos de presentaci¨®n que viene realizando (hoy en el Festival de Jerez, 19 horas), ir¨¢ acompa?ada de Pablo Mart¨ªn Caminero (contrabajo) y Pablo Mart¨ªn Jones (bater¨ªa y secuenciadores). La propia cantaora se encarga de sintetizadores acompa?¨¢ndose indistintamente de guitarra o bajo el¨¦ctrico. Consciente de los riesgos que pueda tomar, se vuelve a mostrar segura: "Si queremos que el flamenco siga vivo, los j¨®venes nos tenemos que espabilar".