Con el equipo de ¡®Narcos¡¯ y m¨¢s de 100 personajes: Netflix se adentra en la corrupci¨®n brasile?a
Jos¨¦ Padilha, co-creador del mega¨¦xito sobre el tr¨¢fico de drogas en Am¨¦rica Latina dirige ahora ¡®O Mecanismo¡¯, inspirada en el 'caso Petrobras'
Las cloacas de los despachos de pol¨ªticos, empresarios y lobistas brasile?os son la nueva apuesta de Netflix que lanza el 23 de marzo O Mecanismo. La nueva serie del brasile?o Jos¨¦ Padilha, director de Narcos, bebe del convulso noticiario de Brasil, pero que refleja la sed por poder y dinero en casi cualquier pa¨ªs del mundo.
O Mecanismo se inspira en el caso Petrobras, la embestida policial y judicial contra la mayor trama de corrupci¨®n de Brasil cuyos tent¨¢culos han llegado a, por lo menos, 12 pa¨ªses. El guion, en manos de Elena Soarez, relata la lucha herc¨²lea de dos polic¨ªas federales para desenmascarar un enorme engranaje corrupto que con maletines de dinero compraba desde leyes a partidos pol¨ªticos enteros. Pero la serie trascender¨¢ el Petrobras. ¡°La corrupci¨®n es un rasgo inherente al ser humano, puede verse y apreciarse en todo el mundo¡±, advierten sus creadores. Aunque la serie tendr¨¢ un presidente, un expresidente, diputados, polic¨ªas, fiscales, lobistas, la intenci¨®n es desfigurarlos. ¡°No ser¨¢n reconocibles. Es como si la historia ocurriese en un pa¨ªs lejano de otra galaxia¡±, asegura Marcos Prado, uno de los tres directores que trabajan junto a Padilha.
En esa trama policiaca hay especial inter¨¦s en retratar la obsesi¨®n. La de quien ejerce el poder y quiere a¨²n m¨¢s, y la de los propios investigadores por resolver el caso. O Mecanismo cuenta con m¨¢s de 100 personajes, pero un tr¨ªo domina la historia. Ruffo (Selton Mello) es un polic¨ªa federal ¨Creal, pero desconocido para el p¨²blico¨C que fue expulsado de la corporaci¨®n y vive obsesionado por su lucha contra la injusticia. ¡°Es un antih¨¦roe en la misma l¨ªnea que Don Drapper (Mad Men), Tony Soprano (Los Soprano) o Walter White (Breaking Bad)¡±, explica Mello. Su pupila Verena (Carol Abras), curtida en un mundo de hombres, es el gui?o feminista de la serie: no es solo una obstinada investigadora lidiando con serios problemas personales, sino la responsable de la operaci¨®n. ¡°En estos tiempos me parece fundamental que haya una mujer liderando¡±, mantiene Abras.
El principal objetivo de los dos polic¨ªas es Ibrahim (Enrique Diaz), un facilitador, atra¨ªdo por el poder del dinero, que se maneja perfectamente en las cloacas del sistema. Ibrahim ve con total naturalidad el mecanismo corrupto del que participa, mientras mantiene una vida familiar mod¨¦lica. Ser¨¢ su carism¨¢tico personaje, padre y marido amoroso, quien explicar¨¢ el mecanismo y quien haga cuestionarse al espectador la inversi¨®n de valores de una sociedad corrupta. ¡°La sociedad vive en este tipo de acuerdo, es terrible la actitud de mi personaje, pero ¨¦l vivi¨® toda su vida en ese sistema¡±, dice el actor.
La apuesta de Padilha, a quien Netflix, despu¨¦s del ¨¦xito de Narcos, pidi¨® una serie sobre Brasil, es pol¨¦mica. El caso Petrobras despierta pasiones entre los defensores de limpiar la mugre de la pol¨ªtica brasile?a, los que las acusan de promover persecuciones y abusos policiales y judiciales y los que, directamente, quieren enterrarla antes de que llegue a sus despachos. ¡°Estamos cansados de esa batalla monocrom¨¢tica. Dramat¨²rgicamente hablando, la complejidad de los personajes es m¨¢s interesante que repetir las noticias. No se trata de miedo de comprometerse con la historia, Padilha nunca tuvo miedo de generar pol¨¦mica¡±, defiende el director Marcos Prado. ¡°No necesitamos un punto de vista, sino una historia que nos provoque y nos haga pensar adem¨¢s de entretenernos¡±, completa Diaz.
La trama real en la que se sustenta la serie es tambi¨¦n un desaf¨ªo para cualquier guionista. La operaci¨®n a¨²n no acab¨® y desde que se destap¨®, en marzo de 2014, los brasile?os se han acostumbrado a novedades casi diarias que dejan el guion de House of Cards a la altura de un juego de ni?os: en el marco del caso Petrobras incluso muri¨® en un accidente de avi¨®n el juez del Supremo Tribunal Federal que estudiaba las denuncias contra algunos de los presuntos corruptos m¨¢s famosos. ¡°La serie se centra en el comienzo de la operaci¨®n, no abordamos toda su amplitud, entonces no existi¨® ese problema de gui¨®n. Nuestra historia termina en 2014, lo que abre la puerta a nuevas temporadas¡±, explica Felipe Prado, otro de los directores.
Nadie se aventura por ahora a confirmar si habr¨¢ una segunda temporada. Depender¨¢ del ¨¦xito de los ocho primeros episodios, que podr¨¢n verse en 190 pa¨ªses. El mecanismo que persigue el caso Petrobras es imprevisible. En la ficci¨®n y en la vida real.
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