El ¡®rock and roll¡¯ de los bares de aceitunas y carajillos
La reedici¨®n de 'Camino Soria' y un libro de memorias sobre la grabaci¨®n del exitoso disco ponen en valor a Gabinete Caligari
Nunca hubiese sido lo mismo, o a lo mejor s¨ª, qui¨¦n sabe: Camino Cuenca. Jaime Urrutia (Madrid, 1958) r¨ªe antes de recordarlo: ¡°Fue la idea inicial, pero no ten¨ªa la rima. Soria era mejor y nos parec¨ªa el sitio perfecto. Me inspir¨® leer la revista Primera L¨ªnea en la furgoneta durante una gira. Hab¨ªa un art¨ªculo que hablaba de la vida nocturna de Soria¡±. De esta forma, la ciudad a orillas del r¨ªo Duero, que hechiz¨® tiempo atr¨¢s a Gustavo Adolfo B¨¦cquer y Antonio Machado, dio nombre a uno de los discos m¨¢s emblem¨¢ticos del pop espa?ol: Camino Soria. ¡°Fue la s¨ªntesis perfecta de todo lo que fue Gabinete Caligari¡±, afirma Edi Clavo (Madrid, 1958), baterista del grupo. ¡°Fue nuestra obra cumbre¡±, apostilla Urrutia, quien, con su particular deje chulesco como cantante, dot¨® de una personalidad incomparable a la banda.
Con motivo de su 30 aniversario, Camino Soria (EMI ¨C Warner) se reedita el pr¨®ximo 9 de marzo, acompa?ado de un libreto con fotograf¨ªas y textos de Urrutia, Clavo, Ferni Presas ¨Cbajista de Gabinete Caligari-, Pablo Sycet Torres -responsable del dise?o gr¨¢fico de la edici¨®n original del disco-, David Ruiz ¨Cpianista y arreglista- y Loquillo. Coincide con la publicaci¨®n del libro de memorias sobre la gestaci¨®n de ese disco escrito por el propio Clavo para la editorial Contra. ¡°Uno de los acicates de ponerme a escribir este libro era revaluar al grupo en su justa medida¡±, asegura Clavo, quien rememora en las primeras p¨¢ginas la tarde en la que en Las Ventas Jaime Urrutia amenaz¨® con lanzarse al ruedo de espont¨¢neo para salir en los peri¨®dicos y, de esta manera, hacer publicidad a la salida del disco. Tanto ¨¦l como Clavo iban ¡°anestesiados por la caraja¡±, esa mezcla de alcohol y vigilia festiva.
No hizo falta que a Urrutia lo cornease un astado para que Camino Soria llegase a convertirse en un ¨¦xito con m¨¢s de 300.000 copias vendidas y transformase a los miembros de Gabinete Caligari en aut¨¦nticas estrellas del pop espa?ol. ¡°Pasamos de tocar en la sala Rock-Ola con un equipo malo a viajar con un tr¨¢iler con luces¡±, recuerda Urrutia. El salto lo hab¨ªan dado un poco antes cuando dejaron la discogr¨¢fica independiente Dro para fichar por una multinacional como EMI tras el fenomenal ruido que ven¨ªan haciendo con discos como Cuatro Rosas, publicado en 1984, y Al calor del amor en un bar, que dej¨® canciones en el n¨²mero uno en 1986. ¡°El cambio era necesario y natural¡±, concluye Urrutia ante algunas cr¨ªticas que recibieron de sus coet¨¢neos por ese fichaje.
Cuatro Rosas y Al calor del amor en un bar ya hab¨ªan anticipado que Gabinete Caligari eran un rara avis en la movida madrile?a. Un grupo sin prejuicios, capaz de mezclar el pasodoble con el rock y formado por unos tipos que les gustaban los toros y hab¨ªan hecho la mili escuchando a Los Chunguitos. ¡°Hab¨ªa t¨ªos en el Rock-Ola que no hubiesen tenido nada que hacer en el cuartucho del cuartel¡±, afirma Urrutia, quien reconoce que eran ¡°bastante cazurros¡± en comparaci¨®n con el modernismo que se propugnaba en aquellos a?os ochenta. ¡°Nos gustaba responder a todo el cosmopolitismo espa?ol¡±, a?ade. All¨ª donde Mecano se iban a Nueva York en No hay marcha en Nueva York o La Uni¨®n lo hac¨ªan a Par¨ªs en Un hombre lobo en Par¨ªs, ellos situaban Soria en el centro del mapa, al tiempo que su imaginer¨ªa y l¨ªrica castizas y canallas llegaban al acervo cultural, sonando por ejemplo a gloria la cita de Machado con la palabra ¡°ganap¨¢n¡±. ¡°Siempre quisimos llevar el casticismo al sonido del rock and roll. Nuestro universo estaba en los bares mordientes, de aceitunas y carajillos¡±, explica Clavo.
Camino Soria supuso tambi¨¦n un viaje sonoro hacia el pasado. De aquella banda que se dio a conocer a principios de los ochenta bajo el magnetismo de la nueva ola y la influencia de Joy Division o The Cure, se pas¨® a unos Gabinete m¨¢s centrados en los Beatles, Bob Dylan o The Kinks, que planean en la canci¨®n que da t¨ªtulo al ¨¢lbum. La composici¨®n, que comienza con el c¨¦lebre verso de ¡°todo el mundo sabe que es dif¨ªcil encontrar en la vida un lugar¡±, es un himno nost¨¢lgico, con ese ¨®rgano de reminiscencias g¨®spel y tristeza oto?al, reforzado por un cal¨ªope ¨C¨®rgano de feria- consolidando la sensaci¨®n de marcha y evocaciones ocres. ¡°La grabaci¨®n del disco fue muy bonita aun coincidiendo en una ¨¦poca melanc¨®lica¡±, cuenta Urrutia, al que le hab¨ªa dejado su pareja y vio morir a su amigo Ulises, el saxofonista al que el grupo dedic¨® la vigorosa T¨®cala, Uli, perteneciente al ¨¢lbum.
Hoy Gabinete Caligari es un bello recuerdo del pasado, pero sin ninguna ilusi¨®n de futuro. No hay reclamo, por muy grande que sea, capaz de unirlos tras su separaci¨®n en 1999 por ¡°desavenencias musicales¡±, seg¨²n su cantante. Los miembros de la banda llevan 18 a?os sin juntarse y, de hecho, las entrevistas para este art¨ªculo transcurren por separado y en d¨ªas distintos. A la pregunta de la reunificaci¨®n, tanto Urrutia como Clavo responden lo mismo: ¡°No¡±. Tal vez sea mejor as¨ª, toda vez que el camino a Soria queda en la memoria.
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