El arquitecto indio Balkrishna Doshi gana el premio Pritzker
El centenar de edificios del primer proyectista indio, y tambi¨¦n el m¨¢s anciano, en obtener el galard¨®n demuestra c¨®mo la depuraci¨®n de la arquitectura tradicional resulta en edificios modernos
¡°El dise?o convierte los refugios en viviendas¡±. Balkrishna Doshi (Pune, India, 1927), el primer arquitecto indio, y tambi¨¦n el m¨¢s anciano en obtener el Premio Pritzker, lleva casi 70 a?os demostrando que la depuraci¨®n de la arquitectura tradicional da como resultado edificios modernos. Es esa abstracci¨®n, que los aleja de las modas, la que impide, adem¨¢s, ponerles fecha. Doshi tambi¨¦n ha defendido que el urbanismo, el paisajismo y la arquitectura no se pueden separar. Y adem¨¢s que, en arquitectura, la responsabilidad es tan importante como la identidad.
El Pritzker, que sucede a los espa?oles RCR, estudi¨® arquitectura en Bombay. Con 24 a?os viaj¨® a Par¨ªs y permaneci¨® cuatro a?os en Francia trabajando para Le Corbusier. Con ¨¦l construy¨® en Chandigarh y en Ahmedabad. Ser¨ªa en esta ciudad, la quinta m¨¢s poblada de India, donde crecer¨ªa profesionalmente fundando, y construyendo, las escuelas de arquitectura y urbanismo que dirigi¨® durante d¨¦cadas.
En 1962, cuando los empresarios textiles de Ahmedabad pensaron en construir una escuela de negocios, el laureado les habl¨® de Louis Kahn. El autor del Museo de Arte Kimbell muri¨® cuando regresaba de una de las visitas de obra. No vio nunca su edificio terminado. Pero dej¨® la marca de las b¨®vedas en ese museo que, por entonces, levantaba en Texas. Ni Doshi olvidar¨ªa las lecciones de Kahn ni Kahn dejar¨ªa pasar las de Doshi. De su ¡°gur¨²¡±, as¨ª lo llama, Le Corbusier, hab¨ªa aprendido el uso del hormig¨®n y el lenguaje moderno. De Kahn, que lo arcaico depurado mantiene su vigencia.
Los cilindros, los grandes arcos y las ¡°b¨®vedas semienterradas¡±, como ¨¦l las llama, se han convertido en su sello arquitect¨®nico. Sin embargo, las utiliza porque permiten convivir con el sol y las lluvias. Sagath, el estudio que construy¨® en 1980 en Ahmedabad, as¨ª lo demuestra. Ese nombre se traduce por ¡°movi¨¦ndonos juntos¡± y, como hizo Frank Lloyd Wright en su escuela-estudio de Taliesin, es tambi¨¦n un lugar que funciona como despacho y escuela para 60 personas
Doshi, que defiende que la arquitectura es transformaci¨®n, ha visto crecer su ciudad, y su pa¨ªs, m¨¢s all¨¢ de las huellas del colonialismo brit¨¢nico en el que naci¨®. Y, con frecuencia, ha contado c¨®mo no es la oposici¨®n a lo anterior sino su digesti¨®n lo que permite prosperar.
En los m¨¢s de 100 edificios y barrios que ¨¦l y su estudio han levantado en India, los patios, las celos¨ªas, las p¨¦rgolas que protegen los desplazamientos, el ancho de las calles o las terrazas han sabido lidiar con el sol y aprovechar las brisas construyendo con una sostenibilidad l¨®gica y tradicional que no necesita etiquetas y que Doshi defiende desde los a?os setenta del siglo pasado, cuando levant¨®, tambi¨¦n en Ahmedabad, el Instituto de Tecnolog¨ªa y Medioambiente.
Compasivo, amable y sofisticado es como describe al ser humano. Humilde, an¨®nima y sin adjetivos es como ha defendido siempre que deb¨ªa ser la arquitectura. Pero que nadie se confunda, la sostenibilidad medioambiental ahora de moda solo puede ir de la mano de la sostenibilidad econ¨®mica y de la responsabilidad social. Los grandes arquitectos universales as¨ª lo han defendido. Luis Barrag¨¢n, en M¨¦xico, y Oscar Niemeyer, en Brasil, dejaron claro c¨®mo es la tradici¨®n la que entiende los lugares y que la depuraci¨®n moderna deb¨ªa trabajar a partir de ella. Por eso la modernidad de Doshi, como la de Niemeyer o la de Barrag¨¢n, es una digesti¨®n y no una copia.
Para este arquitecto indio, como para el desaparecido Charles Correa, era esencial reivindicar su propia cultura en un momento en el que su pa¨ªs acababa de conseguir la independencia. Aunque tambi¨¦n resultaba esencial no aislarse y conseguir hablarle de t¨² al mundo. Ese esfuerzo est¨¢ presente en el discurso de un arquitecto tan fundamental por los edificios que ha levantado como por su compromiso con la educaci¨®n de arquitectos capaces de trabajar desde el lugar y los medios disponibles y no desde teor¨ªas abstractas.
Reconociendo la trayectoria de Doshi el Pritzker se pone una medalla. De un lado premia a un pionero a la hora de dise?ar con los pies en el suelo y no desde la lejan¨ªa de los despachos. De otro, reconoce una arquitectura que concede a todos los sentidos ¨Cdesde el tacto hasta el o¨ªdo- la misma importancia que a la vista. Es muy dif¨ªcil explicar con im¨¢genes la obra de Balkrishna Doshi. En parte ah¨ª reside su valor: en que habla m¨¢s de un lugar que de s¨ª mismo. Y lo hace, no hace falta recordarlo, desde la responsabilidad de construir con los medios disponibles. Esto es, de manera social, econ¨®mica y medioambientalmente sostenible. Con 90 a?os se convierte en el laureado m¨¢s anciano. No nos preguntaremos por qu¨¦ el Pritzker no lo reconoci¨® antes. Su galard¨®n se suma al de los recientes concedidos a Wang Shu, Alejandro Aravena o Shigeru Ban y redefine la arquitectura como una disciplina que entiende el mundo entero (no el 5% del planeta) como su campo de actuaci¨®n.
Seis edificios clave de Doshi
Sangath (Ahmedabad, 1980). Significa "movi¨¦ndonos juntos" y es un h¨ªbrido entre despacho y escuela construido con las b¨®vedas semienterradas y los espacios intermedios -ni dentro ni fuera- que caracterizan su arquitectura.
Viviendas sociales Atira (Ahmedabad, 1958 ). Uno sus primeros proyectos en el que la huella de Le Corbusier para depurar el lenguaje arquitect¨®nico convive con la atenci¨®n a los problemas de su ciudad.
La Casa Kamala es la vivienda de Doshi en Ahmedabad (1958). En ella la luz natural que se cuela por las uniones entre los planos convive con la protecci¨®n frene al exceso de sol.
Facultad de Estudios tecnol¨®gicos y medioambientales CEPT (Ahmedabad, 1962). Al hormig¨®n que aprendi¨® a utilizar con Le Corbusier, Doshi sum¨® cuidados artesanos y ladrillo, este edificio universitario que privilegia la b¨²squeda de la luz y la sombra.
Viviendas para los trabajadores de Life Insurance Corporation LIC (Ahmedabad,1973). La industrializaci¨®n de Ahmedabed hizo necesarios barrios para trabajadores en los que Doshi cuid¨® el espacio p¨²blico
Teatro Tagore (Ahmedabad, 1967). Este inmueble, uno de los m¨¢s expresivos de Doshi, demuestra c¨®mo supo interpretar el brutalismo, que buscaba potenciar el mensaje de los edificios de hormig¨®n, desde la tradici¨®n local en lugar de copiando formas for¨¢neas.
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