Los ¨²ltimos superventas en espa?ol que surgieron de Internet

Por los terrenos de la picard¨ªa desinhibida del chick lit y el misterio de toda la vida se desenvuelven los nuevos fen¨®menos de venta en espa?ol. Perd¨®n por lo de chick lit, no se ha explicado de qu¨¦ va: se trata de un tipo de narrativa cercana al g¨¦nero de la novela rom¨¢ntica que dio lugar a productos como El diario de Bridget Jones y la serie Sexo en Nueva York, consumidos sobre todo por un p¨²blico femenino. Es lo que domina en su ¨¢gil versi¨®n post castiza la valenciana El¨ªsabet Benavent y sus novelas con las protagonistas Valeria, Martina, Silvia o Sof¨ªa,con m¨¢s de un mill¨®n de ejemplares vendidos en cuatro a?os en Espa?a y Am¨¦rica Latina, seg¨²n la editorial Suma de Letras. Javier Castillo y Eva Garc¨ªa S¨¢enz de Urturi son otros dos nombres relevantes con cientos de miles de libros en espa?ol vendidos.

Se trata de los tres nuevos grandes magos del best seller en espa?ol. Escriben r¨¢pido. Comenzaron sin apenas esperar nada dentro de la literatura y lo vendieron todo en tiempo r¨¦cord. Dominan las redes sociales, convocan colas interminables, han sido traducidos a varios idiomas, prefieren las sagas y las trilog¨ªas a la novela cuyo destino se reduce a s¨ª misma. Han dado con la f¨®rmula que muchos anhelan. Pero con distintos g¨¦neros.

Si Eva Garc¨ªa (Vitoria 1972) y Javier Castillo (M¨¢laga, 1987) exploran el misterio, El¨ªsabet Benavent (Gand¨ªa, 1984) enreda las relaciones interpersonales con un talento y un descaro que conecta con los lectores. La primera publica en Planeta y ha triunfado con La saga de los longevos y la Trilog¨ªa de la ciudad blanca. Castillo y Benavent son las estrellas de Suma de Letras. El malague?o se ha convertido en el rey de las listas este mes con El d¨ªa que se perdi¨® la cordura y El d¨ªa que se perdi¨® el amor. Su compa?era de sello muestra un largo cat¨¢logo de 17 t¨ªtulos? que llevan nombre de hero¨ªnas perfectas para millenials y ¨Ctambi¨¦n¡ª para sus madres.

Castillo escribi¨® su primera novela en el tren que le conduc¨ªa a su trabajo de asesor financiero. Como Benavent, explor¨® la autopublicaci¨®n en Internet. S¨¢enz de Urturi dej¨® su carrera de ¨®ptica y enfoc¨® su futuro en los libros. Ahora recuerdan sus primeros pasos, no tan lejanos: ¡°Nunca tuve demasiada confianza en que lo que escrib¨ªa fuera a llegar a mucha gente, la verdad¡±, asegura Benavent. ¡°M¨¢s bien pensaba que lo hac¨ªa para m¨ª y que nadie llegar¨ªa a leerlo nunca. Pero cuando me lanc¨¦ a la autopublicaci¨®n, me sorprendi¨® comprobar que muchas personas que no conoc¨ªa ni eran de mi entorno, hac¨ªan de alguna manera suyo el universo de las protagonistas. Despu¨¦s, la confianza que deposit¨® en m¨ª Suma de Letras fue esencial¡±. Lanzamientos estrella, portadas llamativas y en miles de puntos de venta¡­ Benavent es una apuesta creciente para Random House.

Lo mismo, ahora, que Castillo. Una inesperada sorpresa que bate r¨¦cords y ha llegado a hacer dos ¨²ltimas tiradas de ediciones de 20.000 ejemplares cada una para completar los 150.000 libros vendidos en solo un a?o. Lo encontraron en Amazon. ¡°Yo escrib¨ª El d¨ªa en que se perdi¨® la cordura en el tren de ida y vuelta hacia el trabajo. Cuando termin¨¦, sab¨ªa que hab¨ªa logrado una buena novela y pens¨¦ que tal vez le interesar¨ªa a alguna editorial. Envi¨¦ ejemplares a cuatro sellos y nada¡±.

Impaciencia

Le pudo la impaciencia, virtud a veces desmedida de los audaces. ?Ah s¨ª?, se dijo. Y decidi¨® subir su novela a Amazon. ¡°A las dos semanas, cuando volv¨ª a entrar en la plataforma me sorprend¨ª cuando la novela se hab¨ªa colocado en el n¨²mero uno en Espa?a¡±. No se lo cre¨ªa. ¡°Yo pensaba que el ¨¦xito digital hab¨ªa sido casual, pero cuando se public¨® en papel el boom fue incluso mayor¡±.

Hay otro rasgo com¨²n que les define. Se han hecho referencia sin necesidad de aparecer en los medios tradicionales. En el caso de S¨¢enz de Urturi sus primeros aliados fueron los blogueros. Luego atendi¨® con mimo las redes sociales. ¡°Comenzaron a recomendarla con un entusiasmo que llamaba mucho la atenci¨®n. Las redes sociales tienden un hilo directo de comunicaci¨®n con mis lectores que considero una bendici¨®n. Y yo, por mi parte, me entero de primera mano de sus opiniones y sus gustos literarios¡±.

?Benavent tambi¨¦n domina esos territorios: ¡°En mi caso las redes fueron esenciales. Sin ellas, hubiera sido imposible darme a conocer y mi manuscrito jam¨¢s hubiera llegado a la editorial. Crean comunidad, nos brindan la posibilidad de obtener las reacciones de la lectura a tiempo real y aprender de ellas¡±.

Como las generaciones precedentes de superventas, dicen desconocer la f¨®rmula del ¨¦xito. ¡°Casi todas las novelas tienen un misterio inherente que es imposible evitar para que se convierta en best seller¡±, comenta Castillo.

¡°Un buen libro tiene que generar la curiosidad de hacer que los lectores se preocupen por lo que va a pasar con los personajes, y al fin y al cabo, ese es el mejor misterio que puede existir. El que responde a cuestiones b¨¢sicas: ?Lo conseguir¨¢n? ?Se salvar¨¢n? ?Se besar¨¢n al final? Todas las buenas historias contienen preguntas as¨ª que incitan a seguir leyendo¡±, a?ade.

Benavent evita pensarlo demasiado: ¡°Supongo que uno debe conectar con el lector, contar cosas que enlacen con sus sue?os, aspiraciones, miedos o pasiones. Creo que una de las claves para que Valeria, la protagonista de mi primera saga, llegase a tanta gente, fue que todos pod¨ªamos sentirnos identificados tanto con ella como con el resto de los personajes y, a la vez, representaban lo que muchos so?amos. Era veros¨ªmil, sin m¨¢s pretensi¨®n que la de divertir¡±.

Si Benavent ha demostrado lograrlo escribiendo a destajo, S¨¢enz de Urturi se lo toma con m¨¢s calma: ¡°Vivimos en la era de la inmediatez, as¨ª que desde el mismo momento en que publico una novela y el lector la acaba, comienzo a recibir cientos de mensajes con la misma pregunta: ?Para cu¨¢ndo la siguiente? Esto es lo mejor que le puede pasar a un escritor: que tu lector quede ansioso porque quiere que le des m¨¢s. Pero este deseo choca con la realidad. Una novela que se lee en tres d¨ªas no puede ser escrita en el mismo tiempo. Necesitas un m¨ªnimo de uno o dos a?os para terminar la siguiente¡±.