Jorge Javier V¨¢zquez: ¡°Tengo la moral muy laxa¡±

Casi se troncha con cada pregunta y casi logra ponerse serio en cada respuesta. Es como si, curado de cr¨ªtica y coba, quisiera quitarle importancia a todo, sobre todo a ¨¦l mismo. Lo logra a medias. Debajo del histri¨®n ultrasimp¨¢tico se adivina un t¨ªmido hipersensible buscando c¨®mplices. Cita en su casa ¡ªcasopl¨®n, admite¡ª, donde le recogen y le devuelven ¡°en ch¨¢ndal¡± para trabajar en la ¡°cadena de montaje¡± de Telecinco (el jueves 15 estrena Supervivientes 2018). Antes de dejarnos para grabar Got Talent nos ense?a la cocina, nos presenta a sus cuatro galgos, se desvive por agradarnos. No parece muy roto por la ruptura con su pareja, que acaba de pregonar en la portada de una revista rosa.

?Necesit¨¢bamos saber que le ha dejado el novio y se ha ido con su madre al Caribe a reponerse?

Jajaja. No. Este tipo de informaci¨®n nunca es necesaria, pero entretiente y, haciendo un programa como el m¨ªo, creo que forma parte de mi trabajo. Tienes que compartir lo que te pasa, y tampoco me parece tremendo contarlo.

Y de paso, llevarse una pasta.

Pues s¨ª: los trabajos se pagan.

?La intimidad tiene precio?

La intimidad est¨¢ sobrevalorada. El mundo ser¨ªa m¨¢s amable si la comparti¨¦semos m¨¢s. Adem¨¢s, as¨ª doy yo mi noticia y evito bulos.

?'Fake-news' en el coraz¨®n?

El 85% de lo que se publica sobre m¨ª es falso. Y eso que los gays no vendemos. En Hola no publican cosas de maricas. Me siento afortunado de no ser t¨ªa, porque ahora no podr¨ªa llevar la vida que quiero sin que me persiguieran.

Bueno, Ricky Martin s¨ª sale

A ?Hola! le gustan los gays pol¨ªticamente correctos y con hijos. Como yo espero tener muchos l¨ªos de t¨ªos espero que se aburran.

Para eso ya est¨¢n las picadoras de carne. ?Es eso 'S¨¢lvame'?

No. Pero que yo trabaje ah¨ª no significa que est¨¦ de acuerdo con todo. Yo es que cada vez soy m¨¢s emp¨¢tico y justifico los comportamientos de los dem¨¢s. Si me pillan en S¨¢lvame con la vida que he llevado, podr¨ªan hacer 10 temporadas. Tengo la moral muy laxa.

?No le da verg¨¹enza ajena?

A veces, y propia, pero no me pidas que te diga por qu¨¦.

?Nota miradas de superioridad moral de periodistas 'serios??La crisis ha acabado con esa superioridad. La aparici¨®n de tant¨ªsimas firmas y medios ha dinamitado todo. Faltan referentes. Yo mismo me siento mayor en esta profesi¨®n. Lo que viene no lo entiendo.

?C¨®mo lleva ser imprescindible. la joya de su cadena?

Divinamente, peor ser prescindible. Y lo de joya va por ¨¦pocas. Cuando acab¨® Gran Hermano me dec¨ªan que estaba acabado..

?Pica un fiasco as¨ª?

Mucho, pero es Es que GH se emiti¨® en una ¨¦poca en que ten¨ªamos una gala una noche en cuya ma?ana hab¨ªan mandado a la c¨¢rcel a ocho personas y lo daban en otra cadena, y as¨ª no se puede.

?Le contraprogram¨® el Proc¨¦s?

El verdadero Gran Hermano se estaba viviendo en Catalu?a y contra eso no se pod¨ªa luchar. Ese es el paradigma de que no soy imprescindible. Cuando me voy, S¨¢lvame va igual de bien, o de mal.

La tele le permite pagarse los vicios, digo, las pasiones. ?Es eso su obra 'Grandes ?xitos'?

Llevo 30 a?os en la tele y me lo ha dado todo. La vanidad la tengo cubierta, lo hago porque me encantar¨ªa tener una carrera teatral. He descubierto una pasi¨®n a los 45 y estoy que no me lo creo.

?Crisis de la mediana edad?

Pas¨¦ dos a?os oscuros, triste y cansado. V¨ª a psiquiatras y al final una se?ora con cl¨ªnica en Gran V¨ªa me vio que ten¨ªa baja la testosterona. Ahora, me la pincho cada 15 d¨ªas y, chica, he visto la luz. Estoy como un chico de 25 a?os

?En todos los sentidos?

Todos. Pero, escucha: brutal.

As¨ª vuelve al mercado a los 50.

47, perdona. Y estoy pav¨ªsimo y muy bueno. Estos pantalones hac¨ªa diez a?os que no me los pod¨ªa poner. Y es muy bonito descubrir que hay gente joven a la que le gusta los maduros. Ah¨ª lo dejo.

?Y el duelo del desamor?

Es que tengo callo de romper, entonces, quiero pas¨¢rmelo bien. Este va a ser mi verano loco. Si vuelvo, que sea tras el verano.

?A qu¨¦ ha sobrevivido?

A los hidratos. A los 47, por fin no me enga?o con la comida