El grupo m¨¢s intelectual de los a?os 60
Generalmente olvidados en los repasos a la D¨¦cada Prodigiosa, Manfred Mann fueron formidables fabricantes de pop elegante y proteico
Una indagaci¨®n en la mara?a contractual de los Rolling Stones me lleva a los libros autobiogr¨¢ficos de su mentor, Andrew Loog Oldham. En 2Stoned sorprende encontrar pullas contra Manfred Mann, conjunto al que uno imaginaba hermanado con los Stones: ra¨ªces blues, mismo a?o de estreno discogr¨¢fico, evoluci¨®n hacia el pop, vestimenta cuidada, cantante carism¨¢tico¡
Manfred Mann tambi¨¦n ten¨ªan un m¨¢nager esteta: Kenneth Pitt, recordado por su desesperado cuelgue con David Bowie, entre 1966 y 1970. En su anterior etapa con Manfred Mann, Pitt insisti¨® en que adquirieran cierta p¨¢tina intelectual: gafas de pasta, vello facial y declarada querencia por el jazz (lo que seguramente les hac¨ªa repelentes para Oldham y varios de los Stones).
Pitt no pudo, sin embargo, colocarles en la primera divisi¨®n de EMI. Grababan en Abbey Road pero de mala manera, turnos de tres horas en los que se exig¨ªa que facturaran tres canciones. Y sal¨ªan con excitantes versiones de piezas estadounidenses (¡°Do Wah Diddy Diddy¡±, la dylaniana ¡°If You Gotta Go, Go Now¡±, ¡°Pretty Flamingo¡±) pero tambi¨¦n con temas propios como ¡°5-4-3-2-1¡±, la excitante sinton¨ªa del programa televisivo Ready Steady Go!, o ¡°The One in The Middle¡±.
Esta ¨²ltima era un retrato jocoso del grupo, firmado por Paul Jones, que mencionaba a sus compa?eros pero puntualizaba que el p¨²blico acud¨ªa a ver al del medio, es decir, al vocalista. En EMI se lo tomaron a pies juntillas y, a la hora de renovar contrato, ficharon a Paul como solista¡y despidieron al resto.
Una cagada monumental. Jones protagonizar¨ªa una intrigante pel¨ªcula de Conflicto Generacional(Privilegio, 1967) pero su carrera discogr¨¢fica no prosper¨®. Por el contrario, sus antiguos colegas se recompusieron con Mike D¡¯Abo, otro cantante guapo y talentoso, y Klaus Voormann, bajista y colega de los Beatles desde las noches de Hamburgo. Los nuevos Manfred Mann saltaron al sello Fontana y cosecharon nueve ¨¦xitos entre 1966 y 1969.
Por aquellos tiempos, se aseguraba que Dylan les consideraba como los mejores recreadores de su repertorio; les pasaron las llamadas Cintas del s¨®tano y eligieron ¡°Migthy Quinn¡±. La maqueta original era casi ininteligible pero a?adieron el gancho de la flauta y lo llevaron al n¨²mero uno en 1968.
Manfred Mann fueron una eficiente m¨¢quina de hacer pop, aunque su seriedad profesional ¡ªincluyendo sus caprichosos discos instrumentales¡ª seguramente les quit¨® mitolog¨ªa. Demostraron buen o¨ªdo con canciones de Tony Hazzard, John Simon, Randy Newman pero, como les ocurri¨® en EMI, sus temas originales fueron preteridos. Hay rastros de su plasticidad en la banda sonora para Up The Junction, un drama social en onda Ken Loach.
La fantas¨ªa pop se acab¨® en 1970. El teclista que daba nombre al grupo se dedic¨® a la m¨²sica publicitaria, que le permiti¨® financiar un proyecto experimental, Manfred Mann Chapter Three; a partir de 1971, ya en plan progresivo, naci¨® Manfred Mann Earth Band, que hall¨® el ¨¦xito juntando ¡ªay¡ª m¨²sica cl¨¢sica con adaptaciones de un cantautor entonces de culto, Bruce Springsteen.
Curioso. Tanto la Earth Band como los Manfreds (un combinado de supervivientes de su era pop) siguen en activo, grabando y girando. No llenan los estadios que ahora acogen a los Stones pero, oiga, es una forma digna de ganarse la vida y mantener el legado.
Babelia
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