La llamada de lo salvaje
Una pel¨ªcula de enorme belleza, donde Jos¨¦ D¨ªaz muestra eficacia a la hora de filmar y honestidad en el momento de transmitir sus sensaciones
100 D?AS DE SOLEDAD
Direcci¨®n: Jos¨¦ D¨ªaz, Gerardo Olivares.
G¨¦nero: documental. Espa?a, 2017.
Duraci¨®n: 93 minutos.
¡°Hay una gran paciencia en la vida salvaje ¡ªtenaz, inasequible al desaliento, obstinada como la vida misma¡ª que mantiene inm¨®vil durante infinitas horas a la ara?a en su tela, a la serpiente enroscada en sus anillos, a la pantera en su emboscada¡±, escribi¨® Jack London en La llamada de la naturaleza, narrada desde el punto de vista de un perro, y ep¨ªtome de la vida salvaje alejada de la civilizaci¨®n. London podr¨ªa haber a?adido ¡°que mantiene inm¨®vil durante infinitas horas¡± al hombre en su ¨ªmpetu por abrazar la calma, por capturar la sensaci¨®n de formar parte de la tierra, incluso de encontrarse a s¨ª mismo.
Es la obstinaci¨®n de Jos¨¦ D¨ªaz por lograr un para¨ªso ¨ªntimo, inmerso en la esquina salvaje de nuestro mundo, en el parque natural de Redes, en Asturias, y legar sus sensaciones, su misterio, su respiraci¨®n, sus dudas y sus certezas a trav¨¦s de una pel¨ªcula documental rodada exclusivamente por su persona: 100 d¨ªas de soledad, una experiencia cinematogr¨¢fica y humana. Parad¨®jicamente armado de los utensilios de la modernidad ¡ªc¨¢maras fijas, go-pro, teleobjetivo, c¨¢mara-dron, palo de selfi¡ª, para poder apresar y trasladar el sonido del silencio y la visi¨®n de lo oculto, D¨ªaz desarrolla una experiencia f¨ªsica y mental, y en un aislamiento autosuficiente: unas gallinas, un peque?o huerto, una colmena, un caballo y poco m¨¢s.
El resultado es una pel¨ªcula de enorme belleza, con im¨¢genes de magn¨ªfica calidad, donde el hombre orquesta muestra eficacia a la hora de filmar, honestidad en el momento de transmitir sus sensaciones, y un necesario pudor cuando necesita del encierro absoluto, sin c¨¢maras que registren sus momentos m¨¢s ¨ªntimos. Con Walden, de H. D. Thoreau, como referente expl¨ªcito, D¨ªaz, con la colaboraci¨®n posterior de Gerardo Olivares para la composici¨®n final de la pel¨ªcula, nos habla de otra posibilidad: la de, como dijo Nelson Mandela, ser el due?o de uno mismo. Y con un notable equilibrio entre los textos a c¨¢mara y en off, la exposici¨®n de la persona o de la naturaleza, los sonidos reales y los de la banda sonora, la aventura y la did¨¢ctica, la ¨¦pica y la l¨ªrica.
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