?Qu¨¦ queda de una ¡®performance¡¯?
La revista 'Exit' dedica su ¨²ltima entrega trimestral a la fotograf¨ªa de acci¨®n
La performance, una de las expresiones art¨ªsticas que transformaron el arte a mediados del siglo XX, es una acci¨®n aparentemente improvisada que dura pocos segundos. Muy pocos son los espectadores que han podido presenciar en directo actuaciones de Marina Abramovi?, Hermann Nitsch o Esther Ferrer, por citar tres ejemplos bien populares. En cambio, sus obras y las de muchos otros solo han podido ser conocidas gracias a los fot¨®grafos que han retratado el momento para documentar la obra por deseo del artista. A los retratistas de ese arte ef¨ªmero est¨¢ dedicado el ¨²ltimo n¨²mero de la revista especializada Exit. Bajo el t¨ªtulo de Fotograf¨ªa en Acci¨®n (Action Photography), en 168 p¨¢ginas de la publicaci¨®n editada en espa?ol y en ingl¨¦s se analiza detalladamente el papel de estos fot¨®grafos, generalmente an¨®nimos, que han convertido la performance en una expresi¨®n muy conocida.
Rosa Olivares, directora de la publicaci¨®n, explica en su art¨ªculo introductorio (La teor¨ªa del caos) que la fotograf¨ªa de acci¨®n ha convertido en actos eternos y permanentes a las performances de cientos de artistas, que part¨ªan del azar y de lo imprevisible como una de las bases de su trabajo. "Eran acciones que duraron segundos", escribe, "y que nunca fueron exactamente planeadas para perdurar en el tiempo, forman parte de la historia del arte, son hoy im¨¢genes ic¨®nicas, simb¨®licas, caracter¨ªsticas de una forma de pensar, gracias a la fotograf¨ªa. La performance como extensi¨®n f¨ªsica del conceptual se ha desarrollado paralelamente a esta fotograf¨ªa de acci¨®n de una forma silenciosa, casi an¨®nima". El ejemplar, el n¨²mero 69 (25 euros en papel y 15 en digital) es un tributo a los fot¨®grafos de acci¨®n. Junto a im¨¢genes de algunas piezas c¨¦lebres se dan a conocer otras totalmente desconocidas. Los textos principales est¨¢n firmados por Fiont¨¢n Moran y por Juan Albarr¨¢n.
La presentaci¨®n en Madrid, el pasado jueves, sirvi¨® para dar a conocer el contenido del volumen y para reflexionar sobre la huella que se conserva sobre todo lo que tiene que ver con la performance y con la imagen en movimiento: happening, danza, body art y arte conceptual. Olivares cont¨® que casi hay tantos casos como artistas, porque cada uno define las condiciones de la difusi¨®n de su obra. "Esas fotograf¨ªas son las que hacen que la obra forme parte de la historia. La mayor parte de las veces son tambi¨¦n lo ¨²nico que se comercializa".
Manuel Segade, director del CA2M Centro de Arte Dos de Mayo, introdujo en el debate el tema de la autor¨ªa de la performance, un asunto que antes hab¨ªa tocado Olivares, asegurando que ya en el arte antiguo, hasta Vel¨¢zquez, quienes conoc¨ªamos como autores, en realidad solo lo eran en parte, ya que eran los talleres los que afrontaban el grueso de la obra. "Una foto no deja de ser un fragmento, editado, de la realidad que se ha producido en un momento determinado. Y eso es lo que nos llega, salvo a los que han podido contemplar la pieza en directo. Esa mirada, adem¨¢s es siempre subjetiva, de manera que cada una de esos pocos privilegiados, tiene una idea no id¨¦ntica a otros de lo que ha visto", argumenta Segade.
El artista es siempre el due?o de la obra aunque para ello se valga de diferentes m¨¦todos. Segade cont¨® el caso de la barcelonesa Alicia Framis, quien contrata fot¨®grafos para componer sus piezas. ¡°El resultado final es de ella¡±, asegura Segade, ¡°por m¨¢s que las fotograf¨ªas que las componen hayan sido tomadas por otros¡±.
Y luego est¨¢ el caso del brit¨¢nico Tino Sehgal, quien, en el colmo de las contradicciones, seg¨²n Olivares, solo realiza sus performances en museos. No permite que su obra sea fotografiada ni que la prensa difunda ninguna imagen. Tiene prohibidas las inauguraciones y el comprador de sus obras tiene que someterse a un draconiano contrato oral ante notario en el que se detallan las condiciones para la exposici¨®n de piezas, cuyo precio medio est¨¢ en torno a los 100.000 euros.
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