Media directiva de la SGAE denuncia que la entidad va ¡°hacia el colapso¡±

Las trincheras en la SGAE son cada vez m¨¢s profundas. Las batallas se pelean hasta el ¨²ltimo voto, mientras la entidad se desangra. A un lado, el presidente, Jos¨¦ Miguel Fern¨¢ndez Sastr¨®n, y sus fieles. Al otro, un frente cr¨ªtico que re¨²ne a todos sus enemigos. Y que ahora denuncia que la SGAE se ha metido a toda velocidad en un callej¨®n sin salida. Por eso, 17 miembros de los 38 que componen actualmente la junta directiva han enviado una carta al ministro de Educaci¨®n, Cultura y Deporte, ??igo M¨¦ndez de Vigo, en la que le piden una reuni¨®n ¡°con la m¨¢xima urgencia¡±. En la misiva, a la que accedi¨® este diario, apuntan que los ¡°acontecimientos¡± de las ¨²ltimas semanas han vuelto a precipitar la situaci¨®n. Y lanzan la alarma: ¡°Cada d¨ªa sin que se adopten medidas es un paso m¨¢s hacia un peligroso colapso¡±.

Medio gobierno de la SGAE se suma as¨ª a un mensaje que se empieza a escuchar cada vez m¨¢s a menudo en el sector: la principal entidad de gesti¨®n del derecho de autor en Espa?a, con m¨¢s de 120.000 socios, est¨¢ en peligro de vida, o en v¨ªas de extinci¨®n, seg¨²n se quiera mirar. Al fin y al cabo, hace a?os que la SGAE pasea sobre un campo de minas. Y, ¨²ltimamente, han explotado unas cuantas. La carta, de hecho, hace referencia a varias, tanto internas como internacionales.

Entre las primeras, la misiva cita ¡°la desobediencia continua por parte de la c¨²pula de la SGAE de las decisiones judiciales¡±. Se refieren a un enfrentamiento que viene de lejos. En octubre, el Juzgado de Primera Instancia de Madrid sentenci¨® que los editores musicales de Warner, Peer Music y Emi comet¨ªan un ¡°abuso de derecho¡± y los apart¨® de la junta directiva: para el juez, incurrieron en ¡°fraude de ley durante a?os" al repetir varios mandatos consecutivos en los ¨®rganos de Gobierno en lugar de los dos que los estatutos imponen como m¨¢ximo. La SGAE recurri¨® otras partes de la sentencia, pero no esa. De hecho, entendi¨® que era firme y ech¨® a los tres editores, tradicionalmente enfrentados a Sastr¨®n. Estos, sin embargo, s¨ª recurrieron y la semana pasada vieron como el juez les reconoc¨ªa su condici¨®n de apelantes. Por tanto, entienden que la sentencia no es firme y han de ser reincorporados.

No solo. Quieren exigir las actas de todas las reuniones celebradas desde su expulsi¨®n y las decisiones tomadas, de cara a pedir la nulidad de aquellas que no compartan. Entre otras, por ejemplo, el cese la semana pasada del director general, Luis Felipe Palacios. Su despido se debi¨® a ¡°discrepancias contables¡±, inform¨® entonces la SGAE. Pero los socios cr¨ªticos sospechan que las razones son m¨¢s pol¨ªticas que econ¨®micas.

La reincorporaci¨®n de los editores puede traer m¨¢s consecuencias. Los n¨²meros empezar¨ªan a bailar junto con la entidad. Porque, en septiembre, Sastr¨®n super¨® por 20 votos contra 18 una moci¨®n de censura que le fortaleci¨® en el poder. Pero, ahora, las cifras pueden haber cambiado. ¡°Lo primero que har¨¦ en cuanto regrese a la junta ser¨¢ plantear otra moci¨®n de censura¡±, afirma uno de los tres editores de la discordia.

Si no fuera suficiente, la crisis trascendi¨® las fronteras nacionales. La Confederaci¨®n Internacional de Editores de M¨²sica (ICMP) denunci¨® ¡°las malas pr¨¢cticas¡± de la SGAE ante la CISAC, el organismo que re¨²ne a las principales entidades de gesti¨®n del mundo. Su consejo de administraci¨®n abri¨® la semana pasada una investigaci¨®n que durar¨¢ meses, tras la cual decidir¨¢ si tomar medidas (sancionar, suspender o expulsar la SGAE) o dejar todo como est¨¢; mientras, el mismo organismo ha pedido a Sastr¨®n que deje su silla en el gobierno de CISAC, algo que el presidente de la SGAE ha rechazado tajantemente.

Todo ello se encuentra ahora encima de la mesa del ministerio de Cultura. Mientras los casos se acumulan, y la investigaci¨®n por la trama de la rueda ¡ªun presunto fraude por el que socios de la SGAE y directivos de televisi¨®n ganaban millones gracias a m¨²sica en programas emitidos de madrugada¡ª contin¨²a, la paciencia del ministerio se va agotando. Tanto que Cultura ha dado un ultim¨¢tum a la SGAE: si no entrega las actas de las ¨²ltimas reuniones, incluida la del despido del exdirector general, pondr¨¢ en marcha los tr¨¢mites para una sanci¨®n que puede alcanzar los 2,7 millones de euros. El plazo vence este viernes.