Los diez mandamientos para una pel¨ªcula de Semana Santa
Desmenuzamos los t¨ªtulos cl¨¢sicos que vuelven a los cines y a la televisi¨®n estos d¨ªas, desde 'Ben-Hur' a 'Rey de reyes, pasando, por qu¨¦ no, por 'La vida de Brian'
Llega Semana Santa, y por mucho que Espa?a sea un estado aconfesional, comienzan las procesiones y en los cines y las televisiones empiezan a asomarse las pel¨ªculas de la ¨¦poca, esas que aunque pasen los a?os siempre aparecen durante estos d¨ªas. Rey de reyes, La t¨²nica sagrada, El c¨¢liz de plata, Los diez mandamientos, Ben-Hur... que se mezclan con aportaciones de este siglo como La pasi¨®n de Cristo y las reci¨¦n estrenadas en salas Mar¨ªa Magdalena y Pablo, ap¨®stol de Cristo. Y desmenuzando estos cl¨¢sicos hemos descubierto algunos elementos comunes a casi todas ellas, los diez mandamientos de las pel¨ªculas de Semana Santa, un g¨¦nero que es capaz de abrazar en sus elementos desde el peplum religioso hasta el gore espiritual.
1.- Sandalias. Ah¨ª est¨¢n, con tiras hasta el tobillo o hasta la rodilla. Incluso hoy, en pleno siglo XXI, uno puede entrar en una zapater¨ªa espa?ola, pedir unas sandalias nazareno y el vendedor tendr¨¢ diversos pares de este g¨¦nero. Para que luego digan que la imaginer¨ªa cl¨¢sica est¨¢ pasada de moda. Y para el caso, un cl¨¢sico que incluye al calzado en su t¨ªtulo, Las sandalias del pescador (1968), con un Anthony Quinn (que tambi¨¦n tiene Barrab¨¢s como filme muy semanasentero) dando vida a un papa ucraniano que toma una decisi¨®n radical: vender el tesoro del Vaticano para acabar con una hambruna.
2.- Barbas. No hay pel¨ªcula de Semana Santa sin unas buenas barbas en sus protagonistas. En realidad, el aditivo piloso puede ir y venir del rostro de sus protagonistas, pero en la versi¨®n menos hipster del asunto. Que se note en el pelo que sufren. Charlton Heston, el hombre de la mand¨ªbula de acero, supo lucir la barba a lo largo de su carrera, incluso en cl¨¢sicos de la Semana Santa, como Los diez mandamientos (1956).
3.- T¨ªtulo ¨¦pico. Fundamental para resaltar entre el resto de la cartelera. Es el momento que desde su mismo nombre, este g¨¦nero se separe de las otras pel¨ªculas. La t¨²nica sagrada es un buen ejemplo: el art¨ªculo 'la' se?ala que solo hay una (deseche imitaciones), 't¨²nica' ya nos retrae a otra ¨¦poca y el lado religioso llega en 'sagrada'. Este t¨ªtulo resume todo el concepto en tres palabras, y ser¨ªa imbatible si no fuera porque a¨²n hay otro mejor con tambi¨¦n unos escuetos tres vocablos que rizan el rizo: Rey de reyes (1961).
4.- Cero humor. Por supuesto, estamos hablando de filmes que se toman muy en serio, nada de adulterar el mensaje con chistes y bromas que hagan que el espectador se salga de la trama. Aunque a veces las intenciones de los cineastas sean otras, y logren colar subrepticiamente alg¨²n concepto oculto incluso a espaldas de los actores. A Heston nadie le avis¨® de que entre su Ben-Hur y Messala hab¨ªa algo m¨¢s que amistad en Ben-Hur (1959), la ep¨ªtome del cine de estos d¨ªas.
5.- Caras conocidas. Este mandamiento no se cumple a pies juntillas, cierto. Pero en los a?os cincuenta y sesenta, los actores m¨¢s populares se sumaban sin complejos a esas superproducciones. Quo Vadis? (1951) tiene, adem¨¢s de un buen latinajo en su t¨ªtulo, a las estrellas de aquellos a?os Robert Taylor, Deborah Kerr y Peter Ustinov (cl¨¢sico de este g¨¦nero).
6.- Aparici¨®n religiosa. Por mucho que sea un peplum u otro g¨¦nero cualquiera, en un momento u otro acabar¨¢ apareciendo una zarza en llamas, un rayo de sol, una voz henchida de graves o cualquier otra se?al que incida que esta no es otra pel¨ªcula m¨¢s de dioses del Olimpo reparti¨¦ndose estopa o un drama cl¨¢sico. Incluso aunque sea un ni?o, podr¨¢ ver a Cristo, como en Marcelino pan y vino (1955).
7.- Una buena redenci¨®n. Es curioso como esta acci¨®n se repite desde los albores del cine, gracias a Ben-Hur, que incluso se represent¨® en teatro antes de saltar a la gran pantalla. Hay bastantes ejemplos, como Resucitado (2016), con un centuri¨®n (le da vida Joseph Fiennes) que ve la luz. Esa ca¨ªda camino de Damasco tiene obviamente su mejor ejemplo en quien vivi¨® esa acci¨®n: Saulo de Tarso, que ahora vuelve al cine con Pablo, ap¨®stol de Cristo (2018).
8.- Hist¨®rica. Porque por mucho que se hagan pel¨ªculas religiosas que se desarrollen en la actualidad, el aut¨¦ntico cine de Semana Santa viaja al pasado, a ser posible al tiempo de los romanos, como El c¨¢liz de plata (1954), la ¨²nica aparici¨®n de Paul Newman en este g¨¦nero: nunca se sinti¨® c¨®modo en t¨²nica y sandalias.
9.- Sadismo, persecuciones y sangre. No puede haber Semana Santa sin un poco de terror, sangre y sufrimiento, o con cristianos siendo devorados en el circo romano. Y eso en el cine puede alcanzar el nivel del gore si alguien como Mel Gibson se pone detr¨¢s de las c¨¢maras. Atentos a su La pasi¨®n de Cristo (2004), de la que se est¨¢ preparando la segunda parte.
10.- Y todos esos mandamientos se resumen en uno: La vida de Brian (1979), que asume las reglas precedentes, las deglute, las expulsa y deja para la historia una de las m¨¢s grandes e irreverentes comedias de todos los tiempos. Aunque a algunos no les cuadre, otro filme perfecto para la Semana Santa.
Babelia
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