Las capas vitales de una artista

¡°?Est¨¢s haciendo una pel¨ªcula sobre m¨ª, o sobre ti mismo?¡±, le dice la m¨ªtica cantante y compositora francesa Barbara ¡ªnacida Monique Andr¨¦e Serf¡ª al director de su peculiar biopic. Aunque tambi¨¦n es una suerte de di¨¢logo consigo mismo, de reflexi¨®n art¨ªstica, personal y emocional de Mathieu Amalric, autor del evento e int¨¦rprete del papel del director, en un trabajo que es al mismo tiempo semblanza cinematogr¨¢fica e introspecci¨®n personal sobre el mundo del arte. Una pregunta a la que Amalric, en la pantalla como actor y fuera de ella como guionista, responde con vanidosa ret¨®rica: ¡°?Acaso no es lo mismo?¡±.

Huyendo de cualquier convencionalismo en torno a las biograf¨ªas cinematogr¨¢ficas, Amalric ha compuesto en Barbara algo mucho m¨¢s interesante: una explosi¨®n de formatos y de texturas, de capas de cebolla narrativas, est¨¦ticas y vitales, en las que todo se confunde sin llegar a ser incomprensible. Porque, aunque haya un momento en el que resulte complicado distinguir en cu¨¢l de los tres estadios estamos, y qu¨¦ Barbara est¨¢ en pantalla, si es la verdadera, en tomas documentales de la ¨¦poca, si es la de ficci¨®n, interpretada con extraordinaria complejidad por Jeannne Balibar, o en cambio es la propia Balibar, pose¨ªda por el esp¨ªritu vamp¨ªrico de la cantante, la pel¨ªcula tiene autonom¨ªa propia.

La clave del fascinante experimento art¨ªstico del director de la tambi¨¦n excelente Tourn¨¦e (2010), y de si estamos (o no) ante un biopic, hay que buscarla en su culminaci¨®n. Y es entonces cuando podemos afirmar que conocemos a Barbara, su vida, su obra, su pasi¨®n, su temperamento. Y tambi¨¦n cuando podemos decir que sabemos algo m¨¢s de Amalric, interprete de un director que no lleva su nombre pero que est¨¢ haciendo una pel¨ªcula sobre Barbara: paranoico, desquiciado, con subidones y bajadas a los infiernos dignas de la propia cantante.

Reflexi¨®n sobre la creaci¨®n y la memoria, la individual, la del fan¨¢tico y la colectiva, la que lega una estrella de la m¨²sica, Barbara es, como las canciones de su protagonista, una pel¨ªcula vital, atmosf¨¦rica, on¨ªrica y sujeta a continuos cambios. Cortante como el montaje que la mueve. Y m¨®vil y turbadora, como la propia vida.