La Am¨¦rica de Trump abraza el regreso de ¡®Roseanne¡¯
Su vuelta fue seguida por 18,2 millones de estadounidenses. Donald Trump llam¨® a la actriz para felicitarla
De la misma forma que Donald Trump sorprendi¨® en 2016 con la victoria electoral que le convirti¨® en presidente de Estados Unidos contra todo pron¨®stico, el ¨¦xito de Roseanne en su regreso tras 21 a?os de ausencia ha dejado a todos boquiabiertos. La legendaria sitcom que protagoniza Roseanne Barr consigui¨® m¨¢s de 18,2 millones de telespectadores en su debut, m¨¢s del doble de lo esperado. El ¨¦xito de esta serie centrada en una familia de clase trabajadora super¨® en un 10% la audiencia que hace m¨¢s de dos d¨¦cadas le dijo adi¨®s.
Una cifra que tiene a Trump exultante, ya que la familia Conner protagonista de la serie dice haber votado por el actual presidente estadounidense. ¡°Habl¨® de trabajos, Jackie¡±, justifica Roseanne en la serie en una agitada discusi¨®n con su hermana (a la que da vida la actriz Laurie Metcalf), parte del otro lado del espectro pol¨ªtico. La secretaria de prensa, Sarah Huckabee, confirm¨® que Trump ha llamado personalmente a la protagonista de la serie, tambi¨¦n una abierta defensora del presidente, para felicitarla por su ¨¦xito.
El ¨¦xito de esta nueva temporada del cl¨¢sico televisivo ha propiciado numerosas teor¨ªas, muchas de ellas aludiendo a lo que el comentarista Piers Morgan describe como ¡°el inacabable poder de Trump¡±. De hecho la serie funcion¨® mejor en aquellas localidades trabajadoras, parte de lo que se suele llamar la Am¨¦rica profunda, las mismas ciudades en las que Trump consigui¨® su victoria. Por contra, los espectadores de grandes urbes como Nueva York, Los ?ngeles o San Francisco le dieron un recibimiento m¨¢s fr¨ªo a esta comedia de situaci¨®n centrada en una familia de Illinois.
A¨²n as¨ª la cr¨ªtica especializada recuerda que la vuelta de Roseanne, y su ¨¦xito, no es necesariamente un fen¨®meno pol¨ªtico. Tambi¨¦n est¨¢ entroncado con la tendencia televisiva actual de apostar por el revival. Desde la reciente vuelta de Will & Grace a las pantallas al pr¨®ximo remake de Murphy Brown adaptada a una nueva era, pasando por otras series como Madres forzosas, MacGyver o Expediente X, son muchas las series de anta?o que est¨¢n de vuelta con mayor o menor ¨¦xito apostando por devolver a la pantalla a los espectadores de antes a la vez que cautivan la curiosidad de los m¨¢s j¨®venes.
Adem¨¢s de Barr, Roseanne cuenta con todos sus antiguos protagonistas, desde John Goodman, el patriarca, a Sara Gilbert retomando el papel de su hija Darlene que vuelve a casa de sus padres divorciada y con dos hijas, o Michael Fishman, DJ., el m¨¢s joven de los Conner de vuelta tras servir en Siria. Tambi¨¦n est¨¢n las dos actrices que interpretaron a la hija mayor, Becky, durante las nueve temporadas anteriores. Lecy Goranson, que comenz¨® con personaje, es quien lo retoma mientras que Sarah Chalke, que la sustituy¨®, interpreta a Andrea, una mujer de gran parecido que desea que Becky sea su madre de alquiler.
Como se?ala Daniel Fienberg en su an¨¢lisis para The Hollywood Reporter, a pesar de lo que pueda parecer por su ¨¦xito Roseanne no es una serie conservadora. Simplemente es, como ya lo fue hace dos d¨¦cadas, un reflejo de su tiempo, haci¨¦ndose eco desde ese sof¨¢ cubierto con la misma colcha de ganchillo de los problemas socio econ¨®micos del momento. ¡°Estados Unidos est¨¢ preparado para sitcoms sobre los seguidores de Trump o sobre c¨®mo tender puentes en las familias divididas entre sus fans y sus detractores¡±, subraya el comentarista.
En declaraciones a EL PA?S, la pol¨¦mica humorista explic¨® su ¨¦xito insistiendo en que lo que hace gracia, hace gracia. ¡°La serie siempre fue pol¨ªtica aunque con sutileza ¡ªrecord¨®¡ª. Todo lo que ata?e a la clase trabajadora es pol¨ªtico¡±. Las ganas de polemizar de esta ardiente seguidora de Trump tambi¨¦n han ayudado al ¨¦xito de Roseanne, alimentando la curiosidad de un p¨²blico intrigado con su vuelta. Como recuerda Deadline, si el ¨¦xito de Roseanne ha sorprendido es porque se debe, como el de Trump, al apoyo de la ¡°siempre olvidada y nunca tenida en cuenta¡± clase trabajadora.
A¨²n as¨ª su triunfo tambi¨¦n ha sido tomado con una pizca de sal, con el programa Morning Joe celebrando con sarcasmo la vuelta de Roseanne y la llamada personal del presidente ¡°que no ten¨ªa otra cosa que hacer¡±. Y la revista The Wrap recuerda que los 18,2 millones de telespectadores palidecen en comparaci¨®n a los m¨¢s 22 millones que siguieron la entrevista de Anderson Cooper con la que asegura que fue amante de Trump, Stormy Daniels.
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