Candela Pe?a: ¡°Se r¨ªen de m¨ª si pido portada¡±
La actriz disfruta de un a?o de cosecha con una pel¨ªcula y una obra de teatro
En bata y mallas, con la tez arrobada y el pelo h¨²medo de reci¨¦n duchada. As¨ª se presenta la primera actriz en el estrado donde en un rato se dejar¨¢ el pellejo en la funci¨®n Consentimiento. Sin m¨¢s trampa que una raya negra subray¨¢ndole los ojos. Quit¨¢ndose importancia y d¨¢ndosela al mismo tiempo con esa voz y esos ovarios con los que pidi¨® al mundo trabajo para criar a su hijo mientras recog¨ªa el ¨²ltimo de sus tres premios Goya. Sin pelos en la lengua.
Estrella de barrio
Tras una ¨¦poca de sequ¨ªa laboral, Candela Pe?a (Barcelona, 1973) disfruta de un a?o de cosecha con una pel¨ªcula, Sin rodeos, y una obra de teatro, Consentimiento, en cartel. Ni se queja ni se conf¨ªa. "A veces la vida se pone de culo, pero tiro para adelante".
?Le pierde esa boca?
No podr¨ªa hacer la carrera diplom¨¢tica, cierto, y a veces la gente me pilla con la matr¨ªcula cambiada. Lamento molestar, pero no soy m¨¢s que una entretenedora de gente. Mi ¨²nico deseo es ser la actriz que un d¨ªa so?¨¦ ser.
?Y a qu¨¦ distancia est¨¢ de eso?
Muy lejos, soy muy exigente conmigo. Si no, te acomodas pensando que has llegado, y no.
Con tres goyas, lo suyo no estar¨¢ pagado, pero s¨ª agradecido.
Eso s¨ª. Noto que trabajo poco y me cunde mucho, como el Fairy, pero tampoco puedo decir que trabajo poco, porque me ri?e hasta mi madre. No me quejo: el 90% de mi profesi¨®n est¨¢ en paro, y estoy orgullosa de estar trabajando, pero pas¨¦ una ¨¦poca muy cabrona.
?Es mejor guardar el misterio?
La gente guarda mucho la ropa y yo no: yo la lavo y la tiendo, y se me ve el plumero, para bien y para mal. Pero ¨²ltimamente intento no hablar demasiado porque mi opini¨®n no es importante.
?La Pe?a autocensur¨¢ndose?
No, pero s¨ª m¨¢s calladita. Ni tengo una formaci¨®n espectacular, ni he le¨ªdo tanto, ni tengo tanta opini¨®n, ni soy tan interesante.
?Y entonces, por qu¨¦ nos la creemos en todos sus papeles?
Gracias. Eso es lo ¨²nico que me importa, que se crean mi trabajo y hacer las cosas de verdad.
Creo que le dice a su hijo que le cuenta cuentos a los mayores.
S¨ª, eso es lo que hago, y quiero que lo viva como algo com¨²n.
?Por qu¨¦ insiste tanto en la normalidad como justific¨¢ndose?
Porque soy una ni?a de pueblo que se cri¨® leyendo Fotogramas y Vogue y cre¨ªa que esas mujeres eran de otro planeta. Quiero que si alguien lee esto se identifique con una mujer normal. La prensa no nos da mucho sitio a las mujeres normales. Cuando me reprochan que no doy entrevistas, digo: ¡°Dame la portada¡±, y se me r¨ªen en la cara. Soy la primera a quien le tiemblan las canillas ante la belleza. Pero al talento, las ganas y el esfuerzo habr¨ªa que darle espacio, sobre todo para los j¨®venes. No es que quiera educar a nadie, pero me aterra que Instagram sea el referente para muchos.
Hablando de ordinariez, es usted la actriz que mejor dice tacos.
Crec¨ª en el bar de un pueblo de extrarradio de Barcelona y he visto y o¨ªdo de todo. Mi abuela sevillana me dec¨ªa: ¡°Hija de la gran puta, qu¨¦ guapa est¨¢s¡±, como un piropo. Un taco lo puede decir todo.
El talento s¨ª que es extraordinario. ?No se cree el suyo?
No, porque, adem¨¢s, si fuera as¨ª, tampoco sirve para mucho reivindicarlo. O eso de tener que explicar que soy catalana y, como no creo en la independencia, me llamen facha y me encasillen. Me agota. Prefiero estar en mi barrio normal de personas normales.
?Va su hijo a un cole p¨²blico?
Pues mira, no. Eso es lo ¨²nico en que no he sido fiel a m¨ª misma.
?Se come mucho sus palabras?
S¨ª, y se me hacen bola, pero con esta profesi¨®n es lo ¨²nico que le voy a poder dejar: un cole donde haga contactos. Su madre no trabajar¨¢, pero ¨¦l conocer¨¢ gente.
?Es de combusti¨®n r¨¢pida?
S¨ª, y esto me pasa factura con todo: amistades, parejas. Me lo tengo que tratar, y me lo trato.
?Hay terapia para eso?
S¨ª. Ahora no voy porque ando mal de pasta y le debo mucho a mi madre, pero volver¨¦. El otro d¨ªa me dijo mi compa?ero de funci¨®n que si ¨¦l es un ovni, yo soy E.T. Todos necesitamos ayuda.
Se autoflagela que da gusto.
Me han dado muchas hostias. Mi trabajo me ha salvado la vida.
?Es el clavo al que se agarra?
S¨ª, y a la ni?a que he sido, y al cine. Soy la hija de los due?os de un bar al lado del cine. Cuando lo cerraron, me regalaron las tres butacas donde pasaba las tardes. Yo ten¨ªa que ser actriz, eso es as¨ª.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.