¡®Legi¨®n¡¯ no es producto de tu imaginaci¨®n
La at¨ªpica serie de superh¨¦roes protagonizada por Dan Stevens regresa tratando de doblar en surrealismo
Durante el rodaje de la primera temporada de Legi¨®n, su protagonista, Dan Stevens (Surrey, 1982), vivi¨® enga?ado por los guionistas y algunos compa?eros de reparto como Aubrey Plaza. Parec¨ªa que cualquiera ten¨ªa m¨¢s informaci¨®n sobre su personaje que ¨¦l. ¡°No s¨¦ si lo llamar¨ªa mentir, digamos que el creador, Noah Hawley [responsable tambi¨¦n de Fargo] era muy conservador con la informaci¨®n, pero eso en realidad me ayudaba a construir mi personaje¡±, recuerda a EL PA?S el actor que se dio a conocer como Matthew Crowley en la costumbrista Downton Abbey. Hoy abraza la locura surrealista como at¨ªpico superh¨¦roe mutante.
At¨ªpica porque Legi¨®n no es una serie de acci¨®n al uso. Aqu¨ª las batallas no se acompa?an de explosiones y patadas ¡°realistas¡±, sino que se narran mediante baile: ¡°Lo otro lo vemos en el resto de las series. Nos gusta la locura de no saber cu¨¢ndo se pueden poner a bailar y cantar. Es nuestra manera art¨ªstica de narrar una lucha mental¡±, explica Stevens por tel¨¦fono desde Los ?ngeles. En su voz se nota que todav¨ªa se sorprende por la cantidad de reglas estructurales y cinematogr¨¢ficas ¡ªun cruce entre David Lynch y Wes Anderson¡ª que rompe la serie que Fox emite en la madrugada del lunes al martes: ¡°Esta temporada es todav¨ªa m¨¢s loca que la anterior. Es gratificante para todos saber que nunca hab¨ªamos hecho nada igual, aunque la mitad del tiempo no me entere de nada¡±.
En la primera temporada, David Haller, m¨¢s conocido como Legi¨®n para los lectores de Marvel, estaba en un psiqui¨¢trico, sin saber qu¨¦ suced¨ªa en su mente, si estaba pose¨ªdo, loco o simplemente ten¨ªa poderes como algunos aseguraban. En la segunda, los retos son muy distintos. ¡°Ha pasado de estar encerrado a ser visto como un dios por sus amigos. Es un gran salto nada f¨¢cil de aceptar. Empieza a entender todo y eso crea trabas en su cabeza. ?En qui¨¦n conf¨ªa ahora?¡±. Tras un salto temporal, David comprende que su mente estaba cautiva por un enemigo milenario y que su padre es uno de los m¨¢s potentes mutantes del planeta. Todo de lo m¨¢s normal. ¡°Antes ten¨ªa miedo y estaba confundido. Yo como actor, dado que no sab¨ªa nada, tambi¨¦n. Eso fue ¨²til. Ahora tengo m¨¢s informaci¨®n sobre lo que ocurre, pero tambi¨¦n queremos mantener ese sentimiento de descubrir la historia mientras avanzamos, mientras buscamos el cuerpo del Rey Sombra. Todo es urgencia y desesperaci¨®n. Si supi¨¦ramos lo que pasa en todo momento, el desconcierto no se trasladar¨ªa tan bien¡±, explica el brit¨¢nico que triunf¨® el a?o pasado cubierto por efectos especiales para La Bella y la Bestia.
Noah Hawley no lo contrat¨®, sin embargo, por sus cualidades como protagonista rom¨¢ntico sino por lo que ¡°puede decir con sus ojos en los momentos de calma, cuando no pasa nada¡±. Aqu¨ª los efectos se logran siempre de la manera menos esperada, con movimientos y cortes de c¨¢mara y efectos pr¨¢cticos: ¡°Queremos crear una especie de locura visual. Ense?ar c¨®mo se ve el mundo subjetivamente sin confiar del todo en lo que ves. David est¨¢ preparado para creerse las cosas m¨¢s extra?as y dar por falso lo ordinario. Eso parece bastante habitual en los pacientes esquizofr¨¦nicos paranoides. Aunque ese no sea nuestro enfoque, buscamos hablar de la enfermedad responsablemente¡±, repasa Stevens se document¨® hablando con pacientes y con libros m¨¦dicos y entrevistas en YouTube (adem¨¢s de leyendo los c¨®mics de Chris Claremont, Bill Sienkewicz y Simon Spurrier para "captar el humor" del personaje) para hacer justicia a la mirada de David.
Pese al amor que siente por su personaje, el actor trata, aun as¨ª, de no llevarse a casa nada de su locura y la de los escenarios de Legi¨®n: ¡°Cuando llego, me esperan tres ni?as y dos gatos. Eso es otro nivel de locura¡±. All¨ª no le mienten. Al menos eso cree.
Mutante de la posverdad
El discurso de Legi¨®n sobre no saber qu¨¦ es real y desconfiar de toda la informaci¨®n que recibe el receptor (sea David o el espectador) se ha convertido por casualidad, y como en las mejores historias de superh¨¦roes, en un reflejo de lo que sucede en nuestro mundo con los bulos en Internet y las campa?as de noticias falsas. "Es incre¨ªble ver que desde que comenzamos muchos de los temas que existen en el mundo del c¨®mic han saltado al di¨¢logo general. Discusiones sobre la naturaleza de la realidad, a qui¨¦n confiamos la verdad y c¨®mo muchos est¨¢n cuestionando las plataformas habituales han llevado a cuestionar nuestra cordura y la de nuestros l¨ªderes. Esa es la experiencia visual que queremos crear", reflexiona Stevens.
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