LITERATURA TRADUCIDA
Quemar las naves
Autor: Angela Carter. Traducci¨®n: Rub¨¦n Mart¨ªn Gir¨¢ldez. Pr¨®logo: Salman Rushdie
Edita: Sexto Piso
Angela Carter defini¨® su trabajo alguna vez como un esfuerzo consistente en ¡°tratar de averiguar qu¨¦ significan ciertas configuraciones de im¨¢genes en nuestra sociedad y en nuestra cultura, qu¨¦ representan realmente¡±. La autora de?La c¨¢mara sangrienta explor¨® a lo largo de toda su obra las construcciones culturales que justifican y hacen posible la opresi¨®n a las mujeres; al revisitar los cuentos folcl¨®ricos y los de hadas, Carter produjo una literatura de terror ejemplar (y a la vez muy humor¨ªstica) cuyo prop¨®sito es, parad¨®jicamente, dejar atr¨¢s, por fin, el miedo.
Todo Ub¨²
Autor: Alfred Jarry. Traducci¨®n: Julio Monteverde
Edita: Pepitas de Calabaza
Angela Carter llam¨® a Alfred Jarry uno de sus ¡°escritores favoritos¡± de todos los tiempos, pero esto no es nada especial porque el creador de Ub¨² parece haber sido tambi¨¦n el autor favorito de Raymond Roussel, los surrealistas, Marcel Duchamp, Eug¨¨ne Ionesco, Samuel Beckett,Jorge Ibarg¨¹engoitia y C¨¦sar Aira. Con su creaci¨®n, Jarry dio nombre y rostro a los delirios de grandeza de los tontos pomposos; si Ub¨² viviera (lo hace), presidir¨ªa los Estados Unidos de Norteam¨¦rica o estar¨ªa jact¨¢ndose de un grado acad¨¦mico nunca obtenido.
Ensayos escogidos
Autor: G. K.?Chesterton. Selecci¨®n: W. H. Auden. Traducci¨®n: Miguel Temprano Garc¨ªa
Edita: Acantilado
¡°Doblegado ante la autoridad y la tradici¨®n de mis mayores por una ciega credulidad habitual en m¨ª y aceptando supersticiosamente una historia que no pude verificar en su momento mediante experimento ni juicio personal, estoy firmemente convencido de que nac¨ª el 29 de mayo de 1874¡±, escribi¨® Chesterton en su Autobiograf¨ªa: el autor brit¨¢nico nunca dio nada por sentado (incluyendo su nacimiento), y su obra puede ser le¨ªda como una larga, interminable pol¨¦mica, cuyos temas aqu¨ª son (entre otros) la obra de George Bernard Shaw, Dios, la infancia de Charles Dickens.
Leche caliente
Autor: Deborah Levy. Traducci¨®n: Cecilia Ceriani
Edita: Anagrama
Al dejar atr¨¢s el surrealismo de libros como Beautiful Mutants (1986) y Swallowing Geography (1993), la escritora brit¨¢nica Deborah Levy dio con una voz propia y vigorosa a partir de la (excelente) novela Swimming pool (2011). Leche caliente comparte con ella la exploraci¨®n de las relaciones personales durante las vacaciones en alg¨²n sitio id¨ªlico (o en Almer¨ªa) y la revelaci¨®n progresiva de la fragilidad interior de los personajes: en los libros de Levy ¨¦stos aprovechan el verano para liberarse de algo m¨¢s que de sus ropas..
Lo que vio la criada. Ocho cuentos ps¨ªquicos
Autor: Yasutaka Tsutsui.? Traducci¨®n: Jes¨²s Carlos ?lvarez Crespo
Edita: Atalanta
Los personajes de Tsutsui, por el contrario, no se liberan nunca; pertenecen a una sociedad japonesa de posguerra en la que la incomprensi¨®n entre padres e hijos y entre hombres y mujeres, el deseo de adquirir una posici¨®n y el miedo a no conseguirlo, las infidelidades y los silencios, caracterizan las relaciones.Nuestra gu¨ªa por lo que esa sociedad nunca dice es una criada que cambia de trabajo una y otra vez a ra¨ªz de los inconvenientes que provoca una habilidad singular¨ªsima, la de la leer la mente de las personas.
Visi¨®n binocular
Autor: Edith Pearlman. Traducci¨®n: Amado Di¨¦guez Rodr¨ªguez
Edita: Anagrama
La publicaci¨®n en espa?ol el a?o pasado de Miel del desierto, el ¨²ltimo libro de cuentos de la estadounidense Edith Pearlman,constituy¨® para algunos una revelaci¨®n (y para otros el recordatorio) de la existencia clandestina, insospechada por muchas personas, de una grand¨ªsima escritora, probablemente ¡°uno de los secretos mejor guardados durante d¨¦cadas de las letras norteamericanas¡±. No hay exageraci¨®n alguna en estas palabras tan manidas:en su aparente simplicidad, los cuentos de Pearlman son extraordinarios, profundos, delicados, bellos, imprescindibles.
Cuentos
Autor: John Cheever. Traducci¨®n: Jos¨¦ Luis L¨®pez Mu?oz y Jaime Zulaika Goicoechea
Edita: Literatura Random House.
?¡°No poseemos m¨¢s conciencia que la literatura¡±, afirm¨® John Cheever, quien contribuy¨® como muy pocos escritores norteamericanos a ampliar esa conciencia con sus historias de hombres y mujeres insatisfechos que habitan unos suburbios que los denigran y los destruyen. Al igual que Neddy Merrill, el protagonista de?El nadador, Cheever inaugur¨® unas aguas en las que siguen nadando a¨²n hoy todos los escritores estadounidenses de relatos, tratando, como el personaje de su cuento, de regresar de alguna forma a casa.
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