¡°El caso Cassez-Vallarta demuestra que M¨¦xico es un Estado fallido¡±
Jorge Volpi indaga en los agujeros negros de la justica mexicana con su primera obra de no ficci¨®n, 'Una novela criminal', premio Alfaguara 2018
Truman Capote lleg¨® a rezar de rodillas para que Perry y Dick, los dos asesinos de A sangre fr¨ªa, fueran condenados y ahorcados porque ese era el final redondo que necesitaba su novela sin ficci¨®n. La obra seminal del Nuevo Periodismo le sirvi¨® hace un par de meses al jurado del premio Alfaguara de espejo inevitable para defender las virtudes de la ¨²ltima ganadora, Una novela criminal, donde Jorge Volpi (Ciudad de M¨¦xico, 1968) ha tratado de desenredar con bistur¨ª literario la historia de otra pareja verdadera, Florence Cassez e Israel Vallarta, dos supuestos secuestradores cuya detenci¨®n en 2005, ama?ada por la polic¨ªa y televisada en falso directo, acab¨® convirti¨¦ndose en uno de los casos m¨¢s medi¨¢ticos y pol¨¦micos, conflicto diplom¨¢tico con Francia incluido, del M¨¦xico reciente.
Cassez, ciudadana francesa, pas¨® ocho a?os en prisi¨®n pero consigui¨® revertir su condena gracias a un fallo absolutorio del m¨¢ximo tribunal por defectos de forma en el proceso judicial. Vallarta, mexicano, lleva 13 a?os encarcelado y sin sentencia.
?Sinti¨® tambi¨¦n Volpi, con m¨¢s de una veintena de t¨ªtulos entre novelas, cuentos y ensayos, ese deseo oscuro de ver sentenciado a Vallarta y as¨ª disponer de un cierre rotundo para su primer libro de no ficci¨®n? ¡°Yo espero que obtenga una condena absolutoria lo antes posible. No puede haber dos tipos de justicia. Desde el inicio de la investigaci¨®n todas las normas que pudieron haberse violado fueron violadas. Florence Cassez logr¨® salir en libertad por esa gran cantidad de irregularidades, ¨¦l tambi¨¦n deber¨ªa¡±, cuenta sentado en uno de los sillones de su oficina como director de difusi¨®n cultural de la UNAM.
Si Capote absorbi¨® durante seis a?os a los dos asesinos casi hasta vaciarlos para construir su thriller psicol¨®gico v¨¦rit¨¦, el aut¨¦ntico protagonista de esta novela documental, como la llama el autor, es el sistema de justicia mexicano. Por eso, no es tan importante el destino final de los personajes, y por eso est¨¢ escrita desde la posici¨®n de un narrador, el propio Volpi, en primera persona.
¡°Mi intenci¨®n original era que se pareciera aun m¨¢s a A sangre fr¨ªa y redact¨¦ casi 800 p¨¢ginas en tercera persona, como Capote. Estaba tan fascinado con las fuentes que pens¨¦ que era posible transmitirlas de manera m¨¢s directa, presentando los textos casi sin intervenci¨®n, como si el lector fuese el investigador. Pero le di a leer esta versi¨®n a los lectores que conf¨ªo y me dijeron que era ilegible¡± El resultado fue una tarea de reescritura, ¨Cde 800 a casi 500 p¨¢ginas¨C, de masticaci¨®n y traducci¨®n de los farragosos informes policiales y judiciales, y de cambio del punto de vista.
Entre la falsa neutralidad de Capote y, por ejemplo, el exhibicionismo de Carr¨¨re, Volpi se sit¨²a en un ¡°yo discreto, que no habla de la propia vida del narrador sino que funciona como un gu¨ªa, que se?ala algunos puntos que me parec¨ªa que si no el lector quiz¨¢ no hubiese visto, que llega a hacer algunos juicios, a especular sobre las lagunas del caso siempre con la regla de avisar antes y que hasta se permite alg¨²n comentario ir¨®nico¡±. Como cuando aclara la analog¨ªa de una activista francesa que compar¨® a M¨¦xico con el Midnight Express: ¡°se equivoca, es El proceso de Kafka¡±.
Los tres a?os de tit¨¢nico trabajo documental ¨Cm¨¢s de 20.000 p¨¢ginas de expediente judicial, decenas de libros period¨ªsticos, entrevistas con los acusados y sus familiares, las v¨ªctimas, los polic¨ªas, los jueces, los reporteros y hasta un cura detective que intervino en el caso¨C han cristalizado en una estructura fragmentada, muchas veces a golpe de p¨¢rrafo y un tono seco, duro, casi notarial.
¡°La selecci¨®n de los materiales tiene una intenci¨®n narrativa, quer¨ªa armar un ritmo que resuene al de las novelas y no al de los informes jur¨ªdicos. El tono sin embargo te acerca a ese mundo judicial, es horrible y asfixiante, porque la historia es horrible y asfixiante¡±. Para insuflar algo de aire, el texto est¨¢ espolvoreado con algunas referencias pop: Cassez y Vallarta como ¡°una mala tropicalizaci¨®n de Bonnie & Clyde¡± o el ¡°esp¨ªritu de Dunkerque¡±, el refugio en la costa francesa de Cassez tras su salida de prisi¨®n, ¡°engrandecido en la ¨²ltima pel¨ªcula de Christopher Nolan".
Volpi, que estudi¨® Derecho y vivi¨® tres a?os en Francia como diplom¨¢tico, reconoce que al inicio del proyecto pens¨® que iba a descubrir m¨¢s cosas. ¡°Lo que descubr¨ª en realidad es como las autoridades hicieron lo imposible para que no se pudiera llegar a la verdad¡±. Hace unas semanas, estuvo en Espa?a presentado el libro y lo que m¨¢s le sorprendi¨® es que tanto periodistas como lectores se escandalizaran al mostrarles los testimonios de tortura y la manipulaci¨®n flagrante de la investigaci¨®n por parte de la polic¨ªa.
¡°Me dec¨ªan que esto era una clara prueba de que M¨¦xico es un Estado fallido. Entonces a m¨ª me entraba como una vena patri¨®tica: ¡°bueno, fallido en unas cosas, en otras no¡±, hasta que reparar¨¦ que por supuesto es fallido un sistema que no garantiza una justicia confiable. Lo que el caso demuestra es que somos una especie de ciudadanos a medias. Mientras no tengas ning¨²n roce con la violencia, la polic¨ªa o la justica, puedes acceder a la ciudadan¨ªa completa. Pero si tienes la mala suerte de quedar involucrado est¨¢s en un estado de indefensi¨®n completa, porque el sistema de justica mexicano est¨¢ mal dise?ado, mal implementado, la corrupci¨®n permea todos los niveles, los poderosos siempre se salen con la suya y la tortura es una pr¨¢ctica constante¡±.
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