?Hacia d¨®nde, Barbazul?

Magno concierto el que ofreci¨® ayer, s¨¢bado, la Orquesta Nacional de Espa?a. No es normal que un concierto de abono de nuestra ONE se abra en s¨¢bado, el d¨ªa m¨¢s apagado de las tandas de fin de semana habituales. Pero la sesi¨®n del viernes hab¨ªa sido suspendida por la huelga de personal del Inaem, cuya raz¨®n es sobradamente conocida. Y la apertura en s¨¢bado desluci¨®, en efecto, un concierto de mucho voltaje.

Pese a todo, la escena del Auditorio representaba un punto ¨¢lgido en la trayectoria de una ONE cuya maduraci¨®n y esplendor parecen acentuarse a medida que parece que ya todo da igual en el ¨¢mbito cultural en nuestro pa¨ªs. Es una pena desaprovechar un momento tan dulce, al que no es ajena la magn¨¦tica presencia del director titular David Afkham, cuyo idilio con la orquesta crece y crece.

El estreno de la obra Avant la fin¡­ vers ou?, encargo al barcelon¨¦s H¨¦ctor Parra (1976) era importante. Obra intensa, de 35 minutos de duraci¨®n y con el sello de una de las voces m¨¢s valiosas de la composici¨®n europea de su generaci¨®n. Parra se basa en el monodrama Te craindre en ton absence (Te temo en tu ausencia), de la dramaturga francesa Marie NDiaye, en la que bas¨® su primer trabajo m¨²sico teatral. Pero, aparte de referencias literarias, la m¨²sica adquiere autonom¨ªa completa y ofrece un mosaico sinf¨®nico brillante. La orquesta para Parra es un campo de referencias saturado de historia e historias. Subyace, sin abrumar, un tematismo elegante, donde no se eluden picos impresionistas franceses (Parra reside actualmente en Par¨ªs) y mundos de referencialidad cient¨ªfica, tan amada por el compositor. Obra intensa, cargada de mundos que conviven y que nunca eluden que la orquesta respire y suene como lo que es: una m¨¢quina de referentes sem¨¢ntico musicales.

La segunda parte era la versi¨®n concierto de la ¨®pera El castillo de Barbazul, de Bart¨®k. Empieza a ser frecuente escuchar esta joya en versi¨®n concierto. Es una opci¨®n que permite paladear la insuperable riqueza musical y orquestal de la obra, y se disfruta. Pero tiene tambi¨¦n alg¨²n defecto colateral. Por ejemplo: tapar las voces de los dos protagonistas desde una poderosa orquesta situada a medio metro de las voces graves de la pareja. Y Afkham aqu¨ª tiene el coraz¨®n partido, sabe que las voces deben sonar, pero es dif¨ªcil resistirse a escuchar la maravilla orquestal de la partitura. Contra ello lucharon la excelente mezzo rusa Elena Zhidkova y el bajo rumano B¨¢lint Szab¨®. Tambi¨¦n se pierde la posibilidad de seguir, ya sea con subt¨ªtulos, el magn¨ªfico texto de B¨¦la Bal¨¢sz que, riquezas aparte, da raz¨®n de ser al gesto musical. Pero, en el haber, hay que saludar el magn¨ªfico festival musical que representa escuchar en primer plano la orquesta de Bart¨®k y la cuidad¨ªsima disposici¨®n de luces del Auditorio que se convierte en un nuevo personaje.

En todo caso, ¨¦xito art¨ªstico sin paliativos que alcanza a la totalidad de fuerzas y artistas involucrados en el programa. Con conciertos as¨ª, ya solo reclamar¨ªa uno p¨²blicos m¨¢s comprometidos y menos cansados de vivir. Estamos acariciando una edad de oro de nuestra ONE, cuid¨¦mosla.