Los misterios que sobreviven en Chern¨®bil 32 a?os despu¨¦s de la cat¨¢strofe
El ingeniero Philip Grossman visita la zona menos frecuentada de la central nuclear abandonada en busca de respuestas
El ingeniero estadounidense Philip Grossman ha perdido la cuenta de las veces que ha visitado Chern¨®bil (Ucrania) y los lugares abandonados desde que el s¨¢bado 26 de abril de 1986, a la 01.23 de la madrugada, el reactor n¨²mero 4 de la central explotara durante unas pruebas de seguridad. Sigue siendo la mayor cat¨¢strofe nuclear de la historia. Ni siquiera la bomba en Hiroshima caus¨® tantos estragos en cuanto a material radiactivo liberado. Para ¨¦l, Chern¨®bil es una obsesi¨®n que cada vez le suscita m¨¢s preguntas. ?Era una base militar sovi¨¦tica en la que se fabricaban armas nucleares? ?El fallo t¨¦cnico fue en realidad fruto de un sabotaje de la CIA?, se cuestiona.
Grossman regresa una vez m¨¢s a la zona para intentar desentra?ar tanto los misterios como las leyendas urbanas que giran en torno al lugar. Sus dudas, m¨¢s que sus respuestas, pueden verse en Chern¨®bil tras el desastre, el documental de una hora de duraci¨®n que emite DMAX este mi¨¦rcoles 25 de abril, un d¨ªa antes de que se cumpla el 32 aniversario del suceso.
"Crec¨ª a 20 kil¨®metros de la central nuclear de Three Mile Island, de Pensylvannia, que sufri¨® un accidente en 1979. De ah¨ª naci¨® mi obsesi¨®n por Chern¨®bil. Voy al menos una vez al a?o de visita a Ucrania, que es el pa¨ªs desde el que emigr¨® mi familia. Lo que me engancha es tener la certeza de que nunca se ha contado lo que pas¨® verdaderamente", cuenta el estadounidense a EL PA?S por tel¨¦fono.
Durante este programa especial, el ingeniero y fot¨®grafo aficionado se adentra por hospitales derruidos, f¨¢bricas abandonadas y barcos varados en medio del agua para relatar las consecuencias todav¨ªa latentes del desastre.
Las 50 toneladas de material radiactivo liberado en la atm¨®sfera se cobraron 49 v¨ªctimas en el momento, pero han sido m¨¢s de 4.000 las que han muerto de forma prematura por culpa de la radiaci¨®n a la que estuvieron expuestos.
Los viajes de Grossman a la regi¨®n comenzaron en 2011, cuando descubri¨® que un particular organizaba las visitas guiadas que en ese momento a ninguna agencia de viajes se le ocurr¨ªa ofrecer. Tras muchos regresos y muchos nuevos contactos que sumar a su agenda, en esta ocasi¨®n ha tenido acceso a zonas muy restringidas de la antigua central. ¡°Han sido necesarios meses de espera para obtener los permisos, pero en 30 a?os el Gobierno de la regi¨®n ha cambiado y la administraci¨®n del pa¨ªs es m¨¢s flexible¡±, comenta.
Del ¡°error humano¡± del que hablaban en su momento las autoridades sovi¨¦ticas a la teor¨ªa conspiratoria que apunta a un ataque deliberado de la CIA estadounidense en plena Guerra Fr¨ªa hay un trecho por el que Grossman se mueve a lo largo de todo el documental.
Pero el estadounidense prefiere no decantarse por ninguno de los dos extremos: "creo que las razones del accidente es una combinaci¨®n de fallos relacionados con la ingenier¨ªa y alguna estrategia geopol¨ªtica¡±.
Un informe brit¨¢nico aseguraba en 2006 que un 40% del suelo de la Uni¨®n Europea presentaba entonces altas dosis de contaminaci¨®n radiactiva. La amenaza sigue siendo evidente. ¡°Es todav¨ªa muy peligroso pasar largas temporadas de tiempo all¨ª y lo seguir¨¢ siendo durante muchos a?os¡±, asegura el ingeniero.
Es un sitio que se ha convertido en algo tan especial para ¨¦l que incluso celebr¨® su boda all¨ª en 2015: ¡°Mi esposa me hab¨ªa acompa?ado en varias expediciones, as¨ª que tiene un significado para ambos. Fuimos a una de las pocas iglesias que siguen en activo en la zona y nos casamos. Es una forma de traer nueva vida a un lugar que ha vivido tanta tragedia¡±.
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