El novillero Garc¨ªa Navarrete vuelve a Las Ventas y cae herido de nuevo
Mansa novillada con trap¨ªo de toros de Los Chospes, y digna actuaci¨®n de Diego Carretero
Un a?o despu¨¦s, Garc¨ªa Navarrete volv¨ªa a hacer el pase¨ªllo en la plaza de Las Ventas. Era su segunda tarde en Madrid. La primera, la de su presentaci¨®n, el 2 de abril de 2017, un novillo de La Quinta lo hiri¨® gravemente al entrar a matar. Por eso, tras solicitar el obligado permiso a la presidencia, el joven jienense se dirigi¨® hacia la entrada de la enfermer¨ªa para brindar su primer novillo al cirujano jefe de la plaza, M¨¢ximo Garc¨ªa Padr¨®s. Y tras el gesto de agradecimiento, el novillero comenz¨® una doble batalla, contra el viento y contra un novillo manso y a la defensiva.
Colocado en el sitio, Garc¨ªa Navarrete demostr¨® un concepto cl¨¢sico del toreo e intent¨® los redondos y naturales, con el comp¨¢s abierto, pero sin perder la verticalidad, encajado de ri?ones. Logr¨® alg¨²n muletazo estimable, pero fueron contados. El ejemplar de Los Chospes, que ya hab¨ªa demostrado su escasa bravura en el primer tercio, se mostr¨® rehuso a la hora de embestir y las veces que acudi¨® al cite fue con la cara alta, sin clase ni entrega alguna. Eso s¨ª, cuando tuvo la oportunidad de coger, no lo dud¨®. En medio de una de las primeras tandas, el torero se qued¨® destapado y el astado le lanz¨® un derrote seco en la zona del gl¨²teo, rompi¨¦ndole la taleguilla. Un aviso de lo que vendr¨ªa despu¨¦s.
Ya con el novillo rajado y tras un pinchazo, Garc¨ªa Navarrete volvi¨® a tirarse sobre el morrillo y, esta vez s¨ª, lleg¨® la cornada. Aunque se levant¨® del suelo r¨¢pidamente y ni siquiera se mir¨®, un hilo de sangre comenz¨® a brotar de su muslo derecho. Quiso aguantar el torero en el ruedo hasta que el animal doblara, pero la cuadrilla se lo acab¨® llevando en volandas a la enfermer¨ªa, al mismo lugar en el que acab¨® hace un a?o, en su deb¨² en Las Ventas. Dos pase¨ªllos en Madrid, dos percances. Afortunadamente, el de esta ocasi¨®n fue menos grave.
LOS CHOSPES / FERN?NDEZ, CARRETERO, GARC?A NAVARRETE
Seis novillos de Los Chospes, muy bien presentados, serios y fuertes, mansos y descastados en conjunto. Con genio y complicaciones segundo y quinto. M¨¢s nobles cuarto y sexto.
Diego Fern¨¢ndez: medio bajonazo y cinco descabellos (silencio); tres pinchazos en los blandos (pitos); pinchazo e infame bajonazo en el n¨²mero (pitos).
Diego Carretero: bajonazo (silencio); pinchazo hondo y estocada (silencio).
Garc¨ªa Navarrete: pinchazo y espadazo corto bajo y contrario _aviso_ (silencio en el ¨²nico que mat¨®). Fue cogido al entrar a matar y sufri¨® una herida en el muslo derecho con una trayectoria de 15 cm. y un puntazo corrido en el gl¨²teo derecho. Pron¨®stico menos grave.
Plaza de toros de Las Ventas. Domingo 29 de abril. Menos de un cuarto de plaza (6.505 espectadores, seg¨²n la empresa). Salud¨® Francisco Javier Rodr¨ªguez tras parear al tercero.
Junto a la mala suerte de Garc¨ªa Navarrete, la ¨²ltima novillada del mes de abril en Las Ventas estuvo marcada por lo desapacible de la tarde y por el pobre juego del encierro de Los Chospes. Al fr¨ªo y al viento se uni¨® la mansedumbre y la poca casta y clase de una aut¨¦ntica corrida de toros, en cuanto a trap¨ªo. A pesar de su fecha de nacimiento, las hechuras y seriedad de los seis astados que saltaron al ruedo fueron m¨¢s propias de toros con toda su barba que de novillos. Una prueba de fuego que solventaron de forma desigual Diego Fern¨¢ndez y Diego Carretero.
Si bien el segundo ech¨® mano de oficio y voluntad y super¨® el examen con enorme dignidad, el primero ofreci¨® una triste imagen y fue despedido con pitos. Y es que la tarde de Diego Fern¨¢ndez fue para olvidar. Ap¨¢tico e inseguro, no se coloc¨® en el sitio ni una sola vez y no logr¨® ejecutar un solo lance o muletazo aceptable. Nunca lo vio claro y se not¨® desde el principio. Su forma de estar en la plaza, su colocaci¨®n en la cara del toro, sus continuos gestos y aspavientos¡ Por no hablar de su forma de entrar a matar, y¨¦ndose descaradamente a los blandos. Y eso que, dentro de las escas¨ªsimas opciones que dio la novillada, a ¨¦l le correspondi¨® el lote m¨¢s potable. Concretamente, cuarto y sexto -que lidi¨® y estoque¨® por la cogida de Garc¨ªa Navarrete- al menos tuvieron nobleza y regalaron alguna que otra embestida por derecho.
El que s¨ª justific¨® su contrataci¨®n fue Diego Carretero. Con m¨¢s af¨¢n que lucimiento recibi¨® a su primero, un animal complicado que tuvo m¨¢s genio que casta y que se movi¨® con mal estilo y siempre a la defensiva. Carretero, muy firme, le present¨® la muleta adelantada y fue sacando los muletazos a cuentagotas y a base de mando y seguridad. Incluso, logr¨® un pu?ado de naturales de buen trazo, pese al corto recorrido de su enemigo. Con la espada, sin embargo, no anduvo tan acertado y dej¨® un bajonazo. El quinto, otro manso que luc¨ªa dos aut¨¦nticos pu?ales por delante, se defendi¨® con violencia y Carretero se empe?¨® en dar pases en un trasteo excesivo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.