El regreso de un pol¨ªtico corrupto a sus ra¨ªces rurales, en la Espa?a vac¨ªa
'Los mariachis¡¯ es una tragicomedia sobre cuatro hombres alejados de las emociones
A Pablo Rem¨®n le impresion¨® el caso de Miguel Blesa, el poderoso y millonario hombre de banca, condenado por corrupci¨®n y malversaci¨®n de fondos, que un d¨ªa abandon¨® la ciudad y se fue a un cortijo en el campo, donde se peg¨® un tiro con una escopeta de caza. Con ecos de f¨¢bula contempor¨¢nea y tonos surrealistas, el director y cineasta se adentra en el mundo de la corrupci¨®n y de la Espa?a desierta, en un pueblo de la meseta castellana, con Los mariachis, una tragicomedia que es a la vez una road movie, que se estrena hoy jueves en los Teatros del Canal, en cuya Sala Negra se representar¨¢ hasta el pr¨®ximo d¨ªa 27. Protagonizada por Israel Elejalde, Luis Bermejo, Francisco Reyes y Emilio Tom¨¦, Los mariachis, quinto montaje de la compa?¨ªa La Abducci¨®n, fundada por Rem¨®n en 2013, nace del contraste de dos mundos en apariencia alejados, el territorio de la Espa?a vac¨ªa, y el de la pol¨ªtica de la burbuja inmobiliaria, el derroche y la corrupci¨®n.
Aunque madrile?o de nacimiento, Pablo Rem¨®n, de 41 a?os, guionista de pel¨ªculas como Casual Day o No s¨¦ decir adi¨®s, hunde sus ra¨ªces vitales en un pueblo casi despoblado, de espacios abiertos y horizontes sin fin, donde pasaba los veranos de ni?o y donde se le dispar¨® la imaginaci¨®n y comenz¨® a escribir. ¡°Tengo la sensaci¨®n de que estos males end¨¦micos que padecemos en nuestro pa¨ªs, como la corrupci¨®n, est¨¢n muy enraizados en lo que ha sido el siglo XX en Espa?a, un pa¨ªs con nexos rurales y campesinos muy importantes, de fiestas populares y matanzas de cerdo, que sufri¨® 40 a?os de dictadura¡±, explica Pablo Rem¨®n, que de alguna manera vuelve con Los mariachis al ambiente rural y cerrado de su primer montaje, La abducci¨®n de Luis Guzm¨¢n, una obra que estrenaron en el sal¨®n de la casa del autor y director.
El t¨ªtulo de Los mariachis hace referencia al mariachi, nombre que en la jerga financiera se refiere a los testaferros necesarios para montar una Sicav y as¨ª tributar menos, pero tambi¨¦n al de la pe?a de la infancia del pol¨ªtico corrupto y desahuciado (Israel Elejalde), a quien, en plena crisis personal y moral y en un momento de iluminaci¨®n se le aparece el patr¨®n de su pueblo, san Pascual Bail¨®n, para pedirle que le saque en procesi¨®n. Es entonces cuando este hombre de traje, con un malet¨ªn en la mano, decide regresar a la tierra de su infancia, a aquellos campos de cultivo lejos de la ciudad, en medio de una Espa?a vac¨ªa y des¨¦rtica y cumplir as¨ª el deseo del santo.
Me gusta mezclar la tragedia con la comedia, tal y como ocurre en la vida
Tras una peregrinaci¨®n de tres d¨ªas y tres noches por caminos de polvo y cultivos llega el pol¨ªtico, con el traje sucio, en zapatillas de deporte y con una gorra de Pluto en la cabeza, a la casa de su infancia, ocupada por tres primos suyos, uno obsesionado por intentar salvar las fiestas en un pueblo ya sin ni?os (Luis Bermejo), otro al que le he abandonado su mujer harta de vivir en ese lugar inh¨®spito y vac¨ªo (Emilio Tom¨¦) y el ¨²ltimo, un hombre grande que siente y escucha ruidos de fondo y sue?a con recuerdos que no ha vivido (Francisco Reyes). Son hombres solitarios, secos y ¨¢speros, muy alejados de las emociones.
Con saltos en el tiempo, narradores, m¨¢s de un personaje por actor (excepto el de Israel Elejalde) y una escenograf¨ªa, dividida entre la destartalada y sucia cocina de la casa, la belleza arquitect¨®nica de los campos de cultivo y un par de elementos m¨¢s ¨Cla puerta de un autom¨®vil y una mesa de un caf¨¦-, es solo al final de la obra cuando las piezas de la historia empiezan a encajar. Admirador de la obra de Rafael Azcona, Pablo Rem¨®n, que esta temporada ha estrenado en el Teatro Pav¨®n Kamikaze otra obra, El tratamiento, busca siempre una mezcla de g¨¦neros, alej¨¢ndose de las cosas definidas y de un mismo tono. ¡°Me gusta mezclar la tragedia con la comedia, tal como ocurre en la vida. Los mariachis es una comedia muy espa?ola, que bebe no solo de Azcona, sino de Berlanga, Bu?uel e, incluso, de Carlos Saura. He querido construir una atm¨®sfera, una sensaci¨®n por encima de contar solo una historia¡±, explica el autor y director.
La herencia corrupta de la dictadura
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