Georges M¨¦li¨¨s, el mago que convirti¨® el cine en arte, fantas¨ªa y espect¨¢culo

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... y M¨¦li¨¨s nos regal¨® la Luna

Los hermanos Lumi¨¨re inventaron el cinemat¨®grafo, pero quien realmente lo dot¨®?de contenido y convirti¨® el cine en espect¨¢culo fue el tambi¨¦n franc¨¦s Georges?M¨¦li¨¨s. Solo as¨ª se entiende que se le conozca y defina como dibujante, pintor,?caricaturista, ilusionista, director de teatro, escen¨®grafo, humorista, escritor, actor,?t¨¦cnico¡­ Aunque en el fondo, M¨¦li¨¨s fue un amante de la fantas¨ªa, un visionario que?plasm¨® su genialidad en m¨¢s de 500 pel¨ªculas y el propietario del primer estudio acristalado dise?ado espec¨ªficamente para el cine.

Georges M¨¦li¨¨s, al que le atrajo siempre la pintura y el arte aunque su padre lo?quiso orientar al negocio familiar de calzado, fue capaz de cumplir su sue?o desde?el momento que entendi¨® la magnitud, alcance y trascendencia que pod¨ªa tener el?cinemat¨®grafo. Particip¨® en todos y cada uno de los aspectos de producci¨®n de sus?obras: desde dibujar los conceptos de la escenograf¨ªa hasta dirigir al reparto.

Marie Georges Jean M¨¦li¨¨s naci¨® el 8 de diciembre de 1861 en su casa de Saint-Martin, en Par¨ªs. Su padre era un conocido empresario del calzado pero ¨¦l desde?peque?o mostr¨® inter¨¦s y habilidad en el dibujo, hasta el punto de tener problemas?en el colegio al llenar sus cuadernos de caricaturas de los profesores. Otra de sus?pasiones eran las marionetas, y construy¨® sus propios decorados para peque?os?espect¨¢culos que mont¨® a partir de los 10 a?os. M¨¢s o menos a esa edad recibi¨®?otro empuj¨®n en la direcci¨®n de una carrera art¨ªstica: fue al teatro por primera vez?y vio una actuaci¨®n de Jean Eug¨¨ne Robert-Houdin, uno de los grandes magos de la?¨¦poca y cuya influencia fue decisiva en el nombre art¨ªstico del mago?estadounidense Harry Houdini.

Despu¨¦s de terminar el servicio militar, M¨¦li¨¨s viaj¨® a Londres, ya que su padre?quer¨ªa abrir all¨ª una nueva sucursal del negocio de calzado y el objetivo era que el?joven aprendiera a hablar bien ingl¨¦s. Trabajando en una tienda de ropa e?inc¨®modo en su nuevo entorno y por el idioma, M¨¦li¨¨s busc¨® espect¨¢culos?nocturnos que no dependieran de la lengua de Shakespeare, y as¨ª es como dio con las actuaciones de Maskelyne y Cooke, los llamados Ilusionistas Reales.

Los esqueletos m¨®viles y otras ilusiones de los espect¨¢culos de Maskelyne y Cooke?tuvieron un poderoso efecto sobre M¨¦li¨¨s, y en 1888 tuvo la oportunidad de poner?sus ideas teatrales en acci¨®n. Todo fue m¨¢s sencillo de como ¨¦l lo hubiera?planeado: su padre se retir¨® del negocio y se lo dej¨® a M¨¦li¨¨s y a sus hermanos, as¨ª?que el joven artista vendi¨® su parte y utiliz¨® lo que gan¨® para comprar el teatro que?visit¨® de ni?o por primera vez y donde percibi¨® toda su magia: el Teatro Robert-Houdin.

Con la capacidad de trabajo que caracteriz¨® toda su vida, entre los a?os 1889 y?1890 Georges M¨¦li¨¨s combin¨® sus labores de director del teatro con las de?reportero y dibujante en el peri¨®dico sat¨ªrico La Griffe, donde su primo Adolphe ejerc¨ªa como redactor jefe. Durante los a?os siguientes se escenificaron en el teatro espect¨¢culos de ilusionismo cuyos decorados, trucos y maquinaria fueron en su mayor¨ªa creados por el propio M¨¦li¨¨s. Con ¨¦l como propietario-gerente, el teatro present¨® una gran variedad de actuaciones en vivo, aunque fueron las proyecciones -grandes presentaciones de diapositivas de escenas ex¨®ticas proyectadas en una pared o pantalla- las que resultaron m¨¢s populares.

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Georges M¨¦li¨¨s: el primer mago del cine

En 1895, atra¨ªdo por todo lo que ten¨ªa que ver con la imagen, M¨¦li¨¨s pag¨® la tarifa?de admisi¨®n de un franco y asisti¨® a una demostraci¨®n de Auguste Lumi¨¨re, uno de?los verdaderos inventores del cine. En ella observ¨® c¨®mo una fotograf¨ªa de una escena de la calle, con un caballo y un carro, se mov¨ªa hacia el p¨²blico. Inmediatamente se dio cuenta de la importancia de la invenci¨®n y quiso comprar uno de los proyectores a Lumi¨¨re, que rechaz¨® la oferta, pero pronto adquiri¨® una?c¨¢mara rival ofrecida por el inventor brit¨¢nico Robert William Paul y compr¨® otras?c¨¢maras de cine.

Georges M¨¦li¨¨s import¨® cortometrajes realizados en Estados Unidos por Thomas?Edison para proyectar en su teatro a partir de 1896. Incluso las simples tomas de?trabajadores de f¨¢bricas que se iban a casa eran fascinantes para el p¨²blico en ese?momento. Al principio, las pel¨ªculas consist¨ªan en un solo carrete corto, pero M¨¦li¨¨s?avanz¨® r¨¢pidamente e hizo 80 pel¨ªculas solo en ese a?o 1896, ampliando su alcance?desde tomas individuales que duraron alrededor de un minuto hasta tres carretes y nueve minutos.

Desde el comienzo tuvo una variedad de temas m¨¢s amplia que la de sus primeros?competidores, ya que incluy¨® peque?os dramas, comedias, noticieros, anuncios de?productos e incluso lo que luego se llamar¨ªa pornograf¨ªa. M¨¦li¨¨s casi siempre se?desempe?¨® como estrella, director, escritor, productor e incluso escen¨®grafo y?cliente de sus pel¨ªculas, un desarrollo que fascin¨® a los posteriores cronistas del?cine como una forma de arte. Construy¨® el primer estudio de la historia del cine?para que el mal tiempo no ralentizara el rodaje, y para ello us¨® paredes de vidrio?para aprovechar la luz natural. A finales de 1896 form¨® la compa?¨ªa Star Film.

En una ¨¦poca en la que el cine empezaba a dar sus primeros pasos y pr¨¢cticamente?solo ten¨ªa fines documentales, M¨¦li¨¨s abri¨® las puertas del sue?o, de la magia y de?la ficci¨®n combinando los universos de Robert-Houdin con la cronofotograf¨ªa y la?cinematograf¨ªa de los hermanos Lumi¨¨re. Todo el conjunto de obras de M¨¦li¨¨s brilla?por su fantas¨ªa din¨¢mica, su imaginaci¨®n sin l¨ªmites y su alegr¨ªa irresistibles. Los?mundos que cre¨® eran intensos, una mezcla ¨²nica de fantasmagor¨ªa, perversidad,?trampantojos, ilusiones, llamas, humo y vapor.

Mientras M¨¦li¨¨s filmaba una escena callejera para una de sus pel¨ªculas de 1896,?descubri¨® que la pel¨ªcula se hab¨ªa atascado dentro de la m¨¢quina. Mientras la?examinaba not¨® que la brecha resultante hab¨ªa creado una curiosa ilusi¨®n: un?carruaje movi¨¦ndose a lo largo de la calle parec¨ªa haber sido reemplazado de?repente por un coche f¨²nebre. Aunque alguien ya hab¨ªa experimentado con lo que?se llamar¨ªa cinematograf¨ªa stop-action, una vez m¨¢s fue M¨¦li¨¨s quien vio que el?dispositivo ten¨ªa un tremendo potencial para extender la fantas¨ªa y la imaginaci¨®n.

Georges M¨¦li¨¨s comenz¨® a introducir efectos especiales en sus pel¨ªculas de 1897,?una de las mejores, a¨²n existente, fue L'auberge ensorcel¨¦ (La posada?embrujada), en la que un viajero que se acuesta en la cama por la noche se siente?aterrorizado al descubrir que su ropa se mueve por su habitaci¨®n. Ese a?o, M¨¦li¨¨s?tambi¨¦n rueda una pel¨ªcula llamada Le chirugien am¨¦ricain (El cirujano americano)?que present¨® lo que podr¨ªa ser el primer ejemplo sobre el tipo de personaje del cient¨ªfico loco. Las pel¨ªculas de M¨¦li¨¨s pronto se hicieron populares en Inglaterra y?Am¨¦rica, donde a veces aparec¨ªan bajo t¨ªtulos ligeramente alterados.

A finales de la d¨¦cada de 1890 y principios de la de 1900, M¨¦li¨¨s ampli¨® su alcance,?tanto t¨¦cnicamente como en el mundo de la fantas¨ªa. Recurri¨® a la idea de detener?la acci¨®n aunque otros cineastas experimentaron antes con ella, y se cree que film¨®?la primera doble exposici¨®n, la primera captura de pantalla dividida y el primer?efecto de disoluci¨®n, al ser el pionero en presentar una decapitaci¨®n de efectos?especiales, con cabezas cercenadas que flotan en una habitaci¨®n.

En numerosas ocasiones Georges M¨¦li¨¨s se inspir¨® en hechos reales de la ¨¦poca. Por ejemplo, de su pel¨ªcula ? la conqu¨ºte du p?le (A la conquista del polo, 1912)?se puede extraer una interpretaci¨®n c¨®mica y m¨¢gica de las entonces recientes expediciones de Amundsen y sus coet¨¢neos. Incluso lleg¨® a construir un ¡°gigante de las nieves¡± para la pel¨ªcula en su estudio acristalado de Montreuil, gigante cuya sola cabeza ya med¨ªa dos metros.?

M¨¦li¨¨s tambi¨¦n demostr¨® ser un aut¨¦ntico visionario. Su pel¨ªcula Le Voyage dans la Lune (Viaje a la Luna, 1902) es una maravillosa predicci¨®n en forma de parodia de la llegada del hombre a la Luna, que acab¨® teniendo lugar 67 a?os despu¨¦s. Del mismo modo, con Le tunnel sous la Manche?(El t¨²nel bajo el canal de la Mancha, 1907), predijo la perforaci¨®n del t¨²nel del canal mucho antes de que se hiciera realidad.

Tambi¨¦n imagin¨® y dio forma a varias innovaciones cient¨ªficas de su ¨¦poca: construy¨® su propio eclipse solar con la maquinaria del estudio en ?clipse du soleil en pleine lune?(El eclipse: el cortejo entre el Sol y la Luna, 1907), se burl¨® de la medicina moderna en Hydroth¨¦rapie fantastique?(El secreto del doctor, 1909), mont¨® una planta de energ¨ªa el¨¦ctrica para la escenograf¨ªa de ? la conqu¨ºte du p?le?(A la conquista del polo, 1912), imagin¨® la televisi¨®n del futuro muchos a?os antes en Photographie ¨¦lectrique ¨¤ distance?(Fotograf¨ªa el¨¦ctrica a distancia, 1908) y preludi¨® el cine de terror al resucitar a la momia de la reina egipcia en Cleopatra?(1899).

Como era un actor ¨¢gil y un mimo extraordinario, protagoniz¨® casi todas sus?pel¨ªculas, en muchas de ellas actuando como diablo. En algunas ocasiones, incluso?lleg¨® a multiplicarse en el escenario, como en L'Homme Orchestre (El hombre?orquesta, 1900), donde se ven a siete M¨¦li¨¨s en el mismo fotograma. Gracias a un?truco ¨®ptico, incluso hinch¨® su cabeza hasta hacerla explotar en L'homme ¨¤ la t¨ºte?en caoutchouc?(El hombre de la cabeza de goma, 1902).

Los ejemplos anteriores nos llevan a otra de las principales contribuciones de su?mente innovadora: los efectos especiales. La magia que caracteriza hoy en d¨ªa a las?grandes producciones de Hollywood no hubieran sido posibles sin la gran variedad?de t¨¦cnicas que desarroll¨® M¨¦li¨¨s: maquinaria escenogr¨¢fica, pirotecnia, efectos?¨®pticos, dropouts horizontales y verticales, obturaci¨®n de la c¨¢mara, encadenados?y sobreimpresiones, adem¨¢s de trucos y efectos de montaje o de color.

A M¨¦li¨¨s le fascinaban las nuevas tecnolog¨ªas, por lo que siempre andaba detr¨¢s de?alg¨²n nuevo invento. Tambi¨¦n grab¨® reconstrucciones de eventos, noticias reales y?mensajes publicitarios, pero se retir¨® del cine en 1913 ante la imposibilidad de?competir comercialmente con las grandes productoras que hab¨ªan nacido pocos a?os antes.

De 1915 a 1923, M¨¦li¨¨s mont¨®, con la ayuda de su familia, numerosos espect¨¢culos?en uno de sus dos estudios cinematogr¨¢ficos transformados en teatro. Sin?embargo, en 1923, acosado por las deudas, tuvo que vender propiedades. A partir?de 1925 su obra fue redescubierta por la vanguardia cinematogr¨¢fica francesa,?especialmente por los surrealistas, que reivindicaron su figura hasta el punto de?que M¨¦li¨¨s fue reconocido con la Legi¨®n de Honor en 1931 por toda su trayectoria.

Falleci¨® en la m¨¢s absoluta miseria el 21 de enero de 1938 en el hospital L¨¦opold?Bellan de Par¨ªs y sus restos descansan en el cementerio de P¨¨re-Lachaise. Desde?1946, el premio M¨¦li¨¨s otorga anualmente el reconocimiento a la mejor pel¨ªcula francesa.