Mujeres

Elizabeth Keane y Birgitte Nyborg Christensen son protagonistas de dos series extraordinarias, Homeland y Borgen, respectivamente. Son tambi¨¦n dos personajes en la cima del poder pol¨ªtico: Presidenta de los Estados Unidos una y primera Ministra de Dinamarca, la otra. Son dos formas de entender el mundo pero, sobre todo, son dos mujeres que han conseguido el respeto de sus ciudadanos.

La s¨¦ptima temporada de Homeland (Fox) es tan excelente como las seis anteriores. Sus guionistas procuran desarrollar la historia muy pegada a la realidad. Si en las primeras temporadas el enemigo era el fundamentalismo islamista, en la s¨¦ptima, y al parecer pen¨²ltima, Rusia es la gran rival. Se estren¨® en febrero de 2018. Trump lleva un a?o largo en la Casa Blanca y la trama rusa planea sobre los informativos con constancia. Serie y realidad confirman una evidencia: los hackers se han convertido en una de las mayores y m¨¢s potentes armas de destrucci¨®n masiva. Ya es inconcebible un comando de operaciones especiales sin un experto en inform¨¢tica que manipule la realidad.

La presidenta de Estados Unidos sufre los embates de la extrema derecha y de los oportunistas pol¨ªticos ayudados por los servicios secretos rusos. Sobrevive a todos ellos con una energ¨ªa pr¨®xima al autoritarismo. La primera Ministra danesa es, por el contrario, un modelo de la pol¨ªtica de pactos, de alianzas con rivales, de posibilismo. Por supuesto hay m¨¢s ejemplos ficticios de la relevancia de la mujer en la vida pol¨ªtica actual: Anyta Rigg, Primera Ministra de Suecia (Occupied) o la Selina Meyer, vicepresidenta de Estados Unidos en Veep. Drama y comedia como la vida misma.

Por estos pagos los informativos se centran en una sentencia judicial que bordea el medioevo a la vez que nos muestran a dos de las pol¨ªticas m¨¢s poderosas, la vicepresidenta y la ministra de Defensa, que ni se hablan ni se miran en un acto institucional y separadas por una silla vac¨ªa: la del sentido com¨²n.