La importancia de que una serie mala tenga un protagonista gay
Bajo su apariencia de cl¨¢sico polic¨ªaco, 'Instinct' cuenta con el primer principal homosexual de la tele en abierto
Instinct no es una serie que sorprenda, enganche ni emocione. Es un polic¨ªaco repetitivo al uso. Otro m¨¢s. De esos que van a caso por cap¨ªtulo y cuyos episodios puedes ver salteados sin perder el hilo. Y eso es lo que precisamente la hace importante. Porque, pese a su clasicismo estructurado y aburrido, la serie de la conservadora CBS rompe un techo de cristal que llega demasiado tarde. Instinct (en Fox Life en Espa?a) es la primera ficci¨®n en abierto en EE UU con un protagonista gay. Uno felizmente casado con otro hombre.
El resto es solo la en¨¦sima vuelta de tuerca escapista a Sherlock Holmes. Esta vez le toca a Alan Cumming, precisamente uno de los mayores activistas del colectivo homosexual en Hollywood, dar vida a uno de estos hombres exc¨¦ntricos y brillantes que tanto gustan. Un escritor de novelas polic¨ªacas (como Castle), profesor de criminolog¨ªa (a lo C¨®mo defender a un asesino) y ex de la CIA cuyas habilidades para deducir son requeridas por la polic¨ªa neoyorquina. A su lado, una agente solitaria sirve de respuesta al listillo. Lo hemos visto antes, pero hay un giro en la din¨¢mica. Al menos no hay atracci¨®n sexual sin resolver.
El primer cap¨ªtulo ya repasa los numerosos t¨®picos del g¨¦nero: hay una morgue, un cad¨¢ver en el suelo, secretos del pasado que ir deshojando a cuentagotas, una elegante gabardina y problemas para sociabilizar de dos protagonistas que, pese a no entenderse al principio, acabar¨¢n siendo casi familia. Por suerte, Cumming, histri¨®nico en la vida real y en su papel definitorio como maestro de ceremonias de Cabaret y m¨¢s contenido en The Good Wife, tiene carisma para dos vidas. Eso a veces es lo ¨²nico necesario para triunfar con una producci¨®n as¨ª.
Instinct no es buena, claro que no, pero eso la hace especial. Los espectadores de CBS (canal de los NCIS, Mentes Criminales o Bull) tienen casi 60 a?os de media. Es importante que cale la reivindicaci¨®n de que un homosexual puede protagonizar cualquier tipo de serie, incluso algo tan cl¨¢sico donde su sexualidad sea un detalle. Las series malas tambi¨¦n son parte de la igualdad.
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