Alfred, antes de Eurovisi¨®n: ¡°He contratado a gente para quitar de Twitter comentarios ofensivos¡±

Amaia y Alfred si son de este mundo lo disimulan mucho. Comparecen ante los periodistas haci¨¦ndose arrumacos y ah¨ª siguen mientras se preparan las c¨¢maras en la azotea de un hotel lindante con el Altice Arena, escenario de la final de Eurovisi¨®n del s¨¢bado. El mundo tiembla a su alrededor, pero nada parece afectar a la pareja espa?ola int¨¦rprete de Tu canci¨®n.

¡°La verdad es que no estamos nerviosos¡±, dice Amaia. ¡°Estamos, impacientes, con incertidumbre de si lo haremos bien, pero nerviosos no¡±. Tercia Alfred: ¡°Es m¨¢s f¨¢cil de lo que parece. Yo veo Eurovisi¨®n como una competici¨®n en donde cada pa¨ªs pone sobre la mesa sus ases en tecnolog¨ªa, escenograf¨ªa, en una serie de elementos. A nosotros nos toca cantar una cancioncilla¡±.

Sobre las cr¨ªticas de Salvador Sobral al festival, Alfred disiente. ¡°No estoy de acuerdo con ¨¦l. Quien lo organiza, lo organiza como quiere, aunque quiz¨¢s ser¨ªa m¨¢s acertado llamarlo festival del espect¨¢culo en lugar de la canci¨®n. Y me parece bien que sea un espect¨¢culo, no lo critico por eso¡±.

A Amaia le gusta as¨ª el festival, con fuegos artificiales y miles de luces. ¡°No me siento disminuida porque nuestra escenograf¨ªa sea m¨¢s modesta. Nuestra canci¨®n no exige todo eso, para qu¨¦ poner cosas innecesarias¡±.

¡°No veo mal¡±, dice Alfred, ¡°que en un mismo festival haya baladas como la nuestra y rock duro. Aunque vaya en contra de m¨ª mismo, me encantar¨ªa que estuvieran Prince y Michael Jackson en el mismo espect¨¢culo. Gente de un solo foco y gente que necesita miles de focos. ?Por qu¨¦ no?¡±.

Preguntados por las pol¨¦micas, se r¨ªen. ¡°?Otra? ?Cu¨¢l es ahora?¡±, se interesa Amaia. ¡°La verdad es que hasta me hacen gracia. Yo me siento bien, tampoco leo Twitter cada d¨ªa, solo los d¨ªas que canto¡±. Aqu¨ª Alfred es m¨¢s expeditivo: ¡°Que lo sep¨¢is, he contratado a gente para que quite de Twitter los comentarios que hablan mal de m¨ª. La libertad de expresi¨®n tiene l¨ªmites. No acepto los insultos¡±.

Les informamos que para Salvador Sobral, la canci¨®n israel¨ª, una de las favoritas, es horrorosa. Alfred se parte de risa. "Sobral es un subversivo. Me encanta¡±.

Entre sus competidores, Amaia destaca la canci¨®n de Portugal y la de Francia; Alfred se inclina por la del checo Mikolas Josef. Ninguno de los dos cree mucho en la victoria y menos han pensado qu¨¦ har¨ªan el d¨ªa despu¨¦s. Alfred, despu¨¦s de pens¨¢rselo, cree que una canci¨®n; Amaia, con esa voz suave y t¨ªmida, suelta: ¡°No s¨¦, pues un piercing en el pez¨®n¡±.

S¨ª que les obsesiona el momento de la actuaci¨®n. ¡°Yo pienso que me caigo¡±, dice Amaia. De hecho, ya se han ca¨ªdo dos, el checo Mikola y la israel¨ª Neta. ¡°A m¨ª me obsesiona que se disparen los fuegos artificiales cuando paso por uno de esos agujeros y me quede como Michael Jackson¡±.

Un periodista-fan, que hay much¨ªsimos, les pide que firmen una bandera de unos amigos de Murcia. Dicen que claro, y saca de la mochila un bander¨®n de Espa?a con toro y todo. "Eh, eh, no graben esto", dice en broma Alfred, que firma.