Rejoneo de compromiso

Dicho con el respeto debido para cada uno de los caballeros, este cartel son¨® desde su anuncio como una soluci¨®n de compromiso para acallar a apoderados insistentes -es su deber- que llaman al empresario y no paran con el objetivo de colocar a sus toreros, ¡®que tienen un arte que no se pu¨¦ aguantar, don Sim¨®n¡¯.

El cartel no ten¨ªa inter¨¦s, pues ya se sabe que del rejoneo actual solo sobresalen tres o cuatro caballeros -muchos son- que tratan de mantenerse a flote con planteamientos que ya se est¨¢n quedando antiguos.

As¨ª, el festejo de seis rejoneadores reuni¨® a poco p¨²blico -media plaza-, fue largo -casi dos horas y media-, pesado -hubo muy pocos momentos divertidos-, aburrido -por la extrema mansedumbre de los toros y la escasa torer¨ªa de algunos caballeros- y, al final, injusto, porque pasearon trofeos dos rejoneadores que mataron a la primera, pero torearon poco, y solo fueron aplaudidos Joao Moura y Leonardo Hern¨¢ndez, que elevaron el nivel de la tarde, aunque fallaron con el rej¨®n de muerte.

Hasta la salida del cuarto toro, el festejo discurr¨ªa por la senda del aburrimiento; el joven Joao Moura jr. levant¨® los ¨¢nimos a lomos de Aquiles y Checmat, dos caballos con los que templ¨® a dos bandas y ensay¨® con el segundo la ¡®hermosina¡¯ para deleite de la concurrencia.

Le sigui¨® Hern¨¢ndez, con una cuadra excepcional, una enorme capacidad para vender su tauromaquia y el oficio bien aprendido. Se luci¨® con Sol, un caballo torer¨ªsimo, que templ¨® al toro con enorme gallard¨ªa, sin perderlo de vista al tiempo que se dejaba rozar los pitones en el pecho; y, a continuaci¨®n, con Xarope, otro torero de cuatro patas. Ni Moura ni Hern¨¢ndez pasearon trofeo porque no acertaron en la suerte final.

S¨ª lo hicieron Mart¨ªn Burgos -de un bajonazo-, y Andr¨¦s Romero, y ambos recibieron un premio a todas luces exagerado. El primero destac¨® en el tercio de banderillas, especialmente en un par a dos manos; y el segundo, muy espectacular, realiz¨® un rejoneo poco ortodoxo, pero conect¨® pronto con los tendidos.

Confirm¨® la alternativa Joao Telles, y su labor fue esforzada, por la excesiva mansedumbre del toro, e irregular. Realiz¨® un par de quiebros meritorios, y su caballo Guardiola sufri¨® una cornada en el anca derecho. Su compatriota Rui Fernandes abus¨® de las carreras y las pasadas en falso y, al final, sali¨® al tercio a pedir una ovaci¨®n que parte del p¨²blico le regal¨® por educaci¨®n y no por los m¨¦ritos del caballero.