De profesi¨®n, jurado de televisi¨®n
Los jueces de los concursos han adquirido un papel tan protagonista como el de los propios participantes
Dice Flora Davis, experta en comunicaci¨®n no verbal, que ¡°los domadores, aparentemente, manejan a los leones porque conocen al mil¨ªmetro la distancia cr¨ªtica con el animal¡±. Algo parecido sucede con el modus operandi de los jurados de los programas de b¨²squeda de talento: esos profesionales que domestican a los participantes con veredictos a caballo entre el castigo y la recompensa para pulir sus capacidades y, as¨ª, convertirles en ganadores ¨Cy por lo tanto en un modelo a seguir¨C o mandarles de vuelta a casa. Y todo esto regado con las personalidades de cada uno de los miembros que forman la bancada cr¨ªtica. Una suerte de puzzles, construidos a base de temperamento, en los que intervienen sutileza, hostilidad, empat¨ªa, simpat¨ªa, desprecio o indiferencia.
Operaci¨®n Triunfo, adem¨¢s de dar a conocer artistas, tambi¨¦n puso en el mapa a los expertos que valoraban, en cada actuaci¨®n, la interpretaci¨®n, la t¨¦cnica vocal o el dominio del escenario de los triunfitos. Entre esos hallazgos destaca por encima de todos Risto Mejide. El publicista catal¨¢n (que actualmente ejerce como jurado en Factor X y como entrevistador en Chester) apareci¨® en el talent en 2006 durante su quinta edici¨®n, emitida en Telecinco, y fue toda una revoluci¨®n. Sus gafas de cristal ahumado, su melena y su dress code a base de chupas moteras le aup¨® como el enfant terrible del concurso, el villano televisivo de Espa?a y uno de los personajes m¨¢s se?alados en las redes sociales por sus descarnados juicios de valor.
?Hac¨ªa falta alguien como Mejide en un concurso de estas caracter¨ªsticas? ?l mismo lo cuenta: ¡°No s¨¦ si hace falta. Lo que s¨¦ es que no sabr¨ªa hacerlo de otro modo. Para m¨ª, el respeto est¨¢ en la honestidad, no en las formas. Yo puedo ser formalmente impecable pero a cambio lanzarte a hacer el m¨¢s espantoso de los rid¨ªculos. O puedo ser formalmente cuestionable pero decirte la verdad cruda y dura de lo que pienso de ti¡±. Y es que, quiz¨¢, Mejide es ante la c¨¢mara el reflejo de lo que es gran parte de la audiencia desde el sof¨¢ o en los bares: un manojo de honestidad brutal que parece saber lo que le hace falta y lo que le sobra a un aspirante a estrella de la m¨²sica.
Para la cantante M¨®nica Naranjo, jurado de OT 2017, inculcar disciplina y hacer una buena gesti¨®n del amor propio parecen haber sido dos de los objetivos principales de su paso por el programa: ¡°El ego bien dirigido en un artista ayuda a construir y es necesario para creer en uno mismo. Soy la primera que, a¨²n sinti¨¦ndolo, he aprendido a adiestrarlo. Pero un concursante debe mantenerlo a raya si quiere aprender y absorber conocimiento¡±.
Mientras que, como jurado, a Mejide le define la proyecci¨®n de su honestidad brutal y a Naranjo la consecuci¨®n de un m¨¦todo de trabajo cimentado en la humildad, a Joe P¨¦rez, director de marketing de la promotora Live Nation y tambi¨¦n jurado de OT 2017, lo hace su ¨ªmpetu de aleccionar a los concursantes para que aumenten su rendimiento y para que consigan proyectar su marca personal sin sumergirse en la caricatura: ¡°Al final, en toda carrera musical, mandan las canciones. Son el pilar b¨¢sico. Las canciones no salen de Instagram. Hay muchos artistas m¨¢s preocupados en aumentar sus seguidores que en componer canciones. El 70% del d¨ªa debe ser m¨²sica y el resto, promoci¨®n. Componer es un acto muy solitario e ¨ªntimo que no genera satisfacci¨®n inmediata como los likes o comentarios a una foto¡Las canciones viven para siempre, los likes se desvanecen¡±.
Raquel Mascaraque, experta en Neuromarketing, considera que el jurado se convierte en autoridad tanto para los concursantes de los talent shows como para la audiencia del programa debido a una t¨¦cnica mental que contribuye a la resoluci¨®n de conflictos: ¡°El motivo de que la opini¨®n de un experto tenga tanta influencia se debe a que para la mayor¨ªa de las personas es m¨¢s f¨¢cil dejar que sea el experto quien tome la decisi¨®n. Esto es debido a las heur¨ªsticas, o atajos mentales, que utilizamos para ahorrar la energ¨ªa que gastar¨ªamos si tuvi¨¦semos que buscar y contrastar toda esa informaci¨®n por nuestra cuenta cada vez que tenemos que tomar una decisi¨®n".
?Qu¨¦ es un artista?
Al igual que cada integrante del jurado es especial por sus opiniones ¨Cy su manera de verterlas¨C tambi¨¦n resulta singular la definici¨®n que tiene cada uno de ellos sobre el concepto artista. Mejide no le pone literatura al asunto y va al grano: ¡°Yo s¨®lo pido dos cosas: talento y honestidad. El talento entendido como la capacidad de generar algo en los dem¨¢s. Y la honestidad de dar la verdad de lo que uno es, sin pretender ir de otra cosa¡±.
Para M¨®nica Naranjo, la p¨¢tina de autenticidad y emoci¨®n es un requisito sine qua non: ¡°No son artistas los que concursan en un talent versionando las canciones de otros. Un artista es lo que se forja despu¨¦s con mucho esfuerzo, amor y dedicaci¨®n. Alguno de los concursantes se convierten en artistas durante ese proceso y un talent art¨ªstico es una fant¨¢stica plataforma y oportunidad para conseguirlo¡±.
Valores con los que P¨¦rez coincide y a los que a?ade la condici¨®n de explorador de emociones que debe tener todo aquel que se dedique a la m¨²sica para ¡°inspirar a otros y a s¨ª mismo¡±. Una reflexi¨®n que completa as¨ª: ¡°La calidad la marca una voz cre¨ªble, equilibrada, afinada, el¨¢stica, con personalidad. Tambi¨¦n, presencia en el escenario, seguridad y una actitud positiva¡±.
Sobre el poder de la televisi¨®n y la proyecci¨®n que ejerce sobre un artista, Raquel Mascaraque no duda en ser rotunda: ¡°La televisi¨®n impone sus valores, difunde sus modelos y termina convirti¨¦ndose en una autoridad. Y hoy en d¨ªa las redes sociales son una extensi¨®n m¨¢s de la televisi¨®n. Se han fabricado con el mismo molde, la misma publicidad y los mismos valores¡±.
Aunque se trata de telerrealidad, que no de vida real, el universo talent show hace que nos sumerjamos en una suerte de taller de corte y confecci¨®n en el que se embellecen y se rematan capacidades art¨ªsticas. Lo que se nos escapa, desde casa, es el poder de decisi¨®n para elegir el destino final que tendr¨¢ la materia prima.
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