¡®Fahrenheit 451¡¯: vuelve la pesadilla de un mundo sin libros
Aprovechamos el estreno de la adaptaci¨®n de HBO para cruzar las distintas versiones del cl¨¢sico de Ray Bradbury
¡°No nacemos iguales as¨ª que nos hacemos iguales por el fuego y entonces somos felices¡±. La escalofriante frase es parte del discurso del capit¨¢n Beatty, jefe de los bomberos que queman libros por el bien com¨²n en la siniestra y a la vez espectacular versi¨®n de Fahrenheit 451 que HBO Espa?a estrena este domingo.
La primera pregunta que surge cuando se adapta un cl¨¢sico tan venerado como el escrito por Ray Bradbury en 1953 es si esto era necesario. M¨¢s cuando ya exist¨ªa la pel¨ªcula que Fran?ois Truffaut estren¨® en 1966 y alguna notable referencia en c¨®mic. La respuesta la tiene el h¨¢bil director de esta nueva versi¨®n, Ramin Bahrani, cuando asegura: ¡°Hace dos a?os ech¨¦ un vistazo al mundo que me rodeaba y me pareci¨® el momento ideal para una interpretaci¨®n moderna¡±. En efecto, si Bradbury public¨® su novela en pleno MacCartismo y con la irrupci¨®n de la televisi¨®n y de formatos como Reader Digest, ahora tenemos un presidente de EE UU que nunca ha le¨ªdo un libro, las redes sociales en vez de las pantallas en las paredes y Wikipedia y Google para sustituir nuestra memoria.
Antes de entrar en las referencias cruzadas que el libro, las pel¨ªculas y el c¨®mic de Tim Hamilton (en Espa?a publicado por 451.jpeg) tienen y que han fascinado a los fans de varias generaciones, demos unas cuantas consideraciones sobre el estreno de HBO.
Michael Shannon (Boardwalk Empire) est¨¢ genial desde el inicio como ese capit¨¢n Beatty brutal y lleno de dobleces, m¨¢s complejo que el de la pel¨ªcula de Truffaut, un personaje aumentado, un hombre despiadado y con un fondo inquietante. Quiz¨¢s ensombrecido por esto, no me parece que Michael B. Jordan (Black Panther) est¨¦ tan bien en su papel de Montag, el bombero que duda, la clave de la historia. Ahora, que hayan elegido un actor negro y que se hayan arriesgado a borrar a su esposa de la historia (cuando con su histeria, sus adicci¨®n a las pantallas de las paredes de casa y su estupidez acentuada por las drogas era esencial en las otras versiones) es un riesgo y un acierto.
Tambi¨¦n juegan a favor de esta versi¨®n esos escenarios urbanos dist¨®picos, el ritmo, la inclusi¨®n de las redes sociales y de la televisi¨®n como elementos esenciales ¡ªMontag es una estrella¡ª y un giro total ejercido gracias a un cambio en Clarisse McClellan, la vecina de Montag (con un destino muy dispar en el cine que en el libro), quien le muestra a este bombero frustrado el verdadero camino con esa frase destructora: ?Eres feliz, Montag?
Sin destripar nada, diremos que ella aporta una clave actual y dolorosa en una conversaci¨®n con el protagonista cuando le cuenta que, lejos de lo que se cree, tras la segunda guerra civil ¨Cla guerra, siempre, de trasfondo¨C un algoritmo fue analizando lo que la gente deseaba y, ay, resulta que el pueblo no quiere libros. ?Os suena Cambridge Analytica?
La esperanza canadiense
Todas las versiones coinciden en resaltar im¨¢genes poderosas y dolorosas como la de esa mujer que prefiere morir quemada a vivir sin sus libros; en incidir en frases tipo ¡°si no quieres a la gente infeliz no les des dos versiones de la misma cuesti¨®n¡±; en subrayar esa idea de estado chivato ¡ªSee something, say something¡ª tan propia de 1984 o de la caza de brujas (o en la versi¨®n de Truffaut con ese buz¨®n tan rid¨ªculo destinado a la delaci¨®n); en buscar la verdad en quienes memorizan los cl¨¢sicos para que no se pierdan ni se puedan quemar. ?Ah! Es genial que en este caso la esperanza est¨¦ puesta ¨Ccomo en The Handmaid's Tale¨C en Canad¨¢. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando en EE UU?
Hay algo que falta en los relatos audiovisuales pero no en el libro ni en la excelente adaptaci¨®n de la novela gr¨¢fica realizada por Hamilton con traducci¨®n al espa?ol de Julia Osuna: los coches superveloces que atropellan peatones y que pasan por las carreteras a velocidades inhumanas. Y es curioso que se haya obviado porque el inicio de todo es un cuento de Bradbury, El peat¨®n, que surge de una experiencia personal que tuvo mientras paseaba con un amigo.
Bradbury llega a decir que ¡°todos los personajes de Fahrenheit tienen su momento de verdad¡±, algo que en la pel¨ªcula de HBO se convierte en dogma gracias a un enorme Shannon y a un guion que actualiza y profundiza en las miserias que descubre y las dudas que despierta este cl¨¢sico del autor de Cr¨®nicas Marcianas. En el c¨®mic los bomberos apenas son necesarios porque la gente ha dejado de leer por su cuenta. En la pel¨ªcula de HBO, Beatty le dice a Montag: ¡°Tus nietos ni siquiera entender¨¢n lo que es un libro¡±. Despu¨¦s de esta inmersi¨®n en la pesadilla descrita por Bradbury, a veces voy en el metro y siento escalofr¨ªos.
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