Conocer mejor a sus visitantes, la asignatura pendiente de los museos
La falta de recursos impide analizar los rasgos del p¨²blico de las instituciones, que hoy celebran su d¨ªa internacional. Mujer asalariada y con estudios es el perfil m¨¢s usual
Apenas unos metros separan el Museo Nacional de Antropolog¨ªa del Reina Sof¨ªa y, sin embargo, media un abismo entre ellos. Solo son dos ejemplos de los m¨¢s de 1.600 museos de Espa?a, que hoy celebran su d¨ªa internacional con multitud de actividades. Las dos instituciones son muy distintas, pero algo les une en la era del big data:el escaso conocimiento del perfil de sus visitantes. La recopilaci¨®n de datos es dif¨ªcil y costosa y la mayor¨ªa de estos centros no pueden permitirse contratar a empresas especializadas en estad¨ªsticas. Por eso, el retrato robot de quien frecuenta museos es muy somero y no entra en demasiado detalle: el resultado es una mujer, asalariada, con formaci¨®n universitaria, de mediana edad y que no va en grupo organizado.
Retrato Robot
Datos obtenidos con la informaci¨®n de diversos museos.
G¨¦nero: mujer (60%).
Edad: de 26 a 54 a?os (44,9%).
Ocupaci¨®n: asalariada (50,4%).
Nivel de estudios: universitarios (71,1%).
Nacionalidad: espa?ola (74,7%).
Motivo de la visita: conocer las colecciones (54,3%).
Es mediod¨ªa del pasado domingo, tras el obligatorio paso por taquilla del Antropol¨®gico ¡ªa esa hora es gratuito, pero se emite la entrada para tener controlada la cantidad de visitantes¡ª, el p¨²blico puede andar casi solo por sus salas. Al otro lado de la plaza se encuentra el Reina Sof¨ªa. Tampoco se paga en ese momento, pero hay que hacer fila para entrar. Son m¨¢s los que la guardan que todos los visitantes que hab¨ªa en el museo anterior. Se oyen distintos idiomas: italiano, franc¨¦s... nada de espa?ol. No emiten tiques, un trabajador utiliza un contador manual para saber cu¨¢ntas personas acceden, entre el barullo de la entrada es m¨¢s que probable que se le escape alguno. Dos extremos de una plaza y a?os luz en la tipolog¨ªa del visitante, de la colecci¨®n, del presupuesto...
Las instituciones en las que la autofinanciaci¨®n es vital son especialmente conscientes de la importancia de conocer a su p¨²blico, actualmente una pieza principal del museo, sobre la que gira todo. Sin visitantes no exisitir¨ªan.
Jos¨¦ Lebrero, director del Museo Picasso de M¨¢laga, lo explica: ¡°La subvenci¨®n que recib¨ªamos de la Junta de Andaluc¨ªa se ha reducido, en los ¨²ltimos tres o cuatro a?os hemos tenido que reinventarnos y ser m¨¢s empresa. Hemos conseguido autofinanciarnos en un 45% gracias a la venta de entradas. Tenemos que generar ingresos y hacer que los visitantes salgan satisfechos. Para ello estamos en un ejercicio permanente de autocr¨ªtica y de an¨¢lisis¡±. Lebrero conoce bien las limitaciones: ¡°En 2017 superamos los 635.000 visitantes, vienen de todas las partes del mundo [entre el 65% y el 70% no son residentes en Espa?a], de todas clases sociales... Un buen estudio estad¨ªstico, preciso y complejo, es caro. La mejor manera de hacerlo es preguntando, otra es observando. Nosotros estamos mucho en las salas para ver al visitante: sabemos c¨®mo se mueven pero no qu¨¦ piensan¡±.
Otro caso de alto porcentaje de autofinanciaci¨®n es el Prado, en torno al 70%. Contabilizan a los visitantes al detalle. ¡°Los tiques que vendemos ¡ªtanto en taquilla como por Internet¡ª son el ADN de cada persona, nos dan datos: si ha pagado, si no; si entra con descuento, el motivo de este. Las entradas son nuestra principal fuente de ingresos¡±, explica Noelia Ib¨¢?ez, jefa del servicio de An¨¢lisis y Estad¨ªstica del museo. Aun as¨ª reconoce carencias, este sistema lo combinan con encuestas al p¨²blico para saber procedencia, h¨¢bitos de la visita, duraci¨®n de esta¡ ¡°Estamos trabajando para que los dos sistemas se integren y as¨ª poder predecir los intereses de alguien que viene asiduamente¡±, asegura Ib¨¢?ez. Una prueba de que esta informaci¨®n es fundamental para la vida de la pinacoteca se ve en las audiogu¨ªas. Cuando se inaugura una exposici¨®n y se plantean los idiomas en los que tienen que hacerlas no hay m¨¢s que ir a los datos de procedencia del p¨²blico: en 2017 la mayor¨ªa de los visitantes eran de Madrid, les segu¨ªan los estadounidenses, italianos, franceses y coreanos, por tanto, est¨¢n empezando a hacer audiogu¨ªas en este ¨²ltimo idioma.
La Subdirecci¨®n General de Museos Estatales tiene entre sus servicios un laboratorio de p¨²blico que se ocupa de estos asuntos. Entre 2008 y 2009 realizaron un exhaustivo estudio que a¨²n consideran vigente. H¨¦ctor del Barrio, jefe de servicio del ?rea de Difusi¨®n de esta subdirecci¨®n, explica que de un a?o al siguiente los cambios no son bruscos y no tiene sentido hacer estas encuestas con demasiada frecuencia. Tanto el Museo Arqueol¨®gico Nacional como el de Escultura de Valladolid han sufrido remodelaciones en los ¨²ltimos a?os por lo que de ellos s¨ª se ha hecho un nuevo estudio de p¨²blico, aunque a¨²n no se han publicado los datos.
El momento en que los museos reciben a m¨¢s personas son los meses de mejor tiempo, esto es muy notable en el Museo de Altamira, el segundo m¨¢s visitado de los estatales por detr¨¢s del Arqueol¨®gico. El centro c¨¢ntabro recibi¨® 5.680 visitas en enero de 2017, frente a las 54.527 de agosto. Comparar estas cifras, con, por ejemplo, el Prado, que tiene una media de 7.802 visitantes al d¨ªa (235.367 al mes) indica que en este caso las comparaciones, adem¨¢s odiosas, no sirven.
Una pieza clave para atacar el problema de la falta de informaci¨®n sobre el perfil de los visitantes son los vigilantes de sala, pues son ellos los que m¨¢s en contacto est¨¢n con el p¨²blico. Este colectivo recibi¨® ayer la noticia de que Fernando Benzo, el secretario de Estado, firm¨® un acuerdo con los sindicatos para mejorar sus condiciones laborales, y tambi¨¦n incluy¨® a los trabajadores del Reina.
El pasado domingo en el Antropol¨®gico hab¨ªa una visitante que estaba all¨ª porque un d¨ªa pas¨® por delante y se lo apunt¨® para volver. Ir al museo de Altamira, en Santillana del Mar, porque ¡°pasaba por all¨ª¡± es un motivo poco probable, otra vez imposible de comparar.
Abiertos 24 horas y 365 d¨ªas al a?o en la Red
Hoy se celebra el D¨ªa Internacional de los Museos, el tema de este a?o es ¡°Museos hiperconectados: enfoques nuevos, p¨²blicos nuevos¡±. Tienen la intenci¨®n de mirar al futuro, de buscar otras v¨ªas para no quedarse anquilosados; de llegar a todos los ciudadanos inscribi¨¦ndose en sus localidades y haci¨¦ndose m¨¢s inclusivos, museos m¨¢s sociales. Esto traspasa la excepci¨®n que es la apertura extraordinaria y gratuita de un d¨ªa y una noche.
Del museo del siglo XXI no se espera solo la opci¨®n de una visita f¨ªsica, aunque, ?ojo!, nada puede sustituirla. Estas instituciones lo saben, por eso muchas de ellas han empezado a tener en cuenta a sus seguidores en redes sociales y las visitas a su web, cuando dan las cifras de p¨²blico a?aden tambi¨¦n el virtual.
As¨ª, el Guggenheim Bilbao se?ala que en 2017 su p¨¢gina recibi¨® 2.693.178, un 18% m¨¢s que las 2.294.120 del a?o anterior y el Museo Nacional de Arte de Catalu?a tuvo 734.401 el a?o pasado.
El Museo de la Evoluci¨®n Humana, sin estar en una gran ciudad (Burgos), es el tercero ¡ªen Espa?a¡ª con m¨¢s influencia en Internet, por detr¨¢s del Prado y del Guggenheim, seg¨²n el ¨ªndice Klout que mide la influencia de una marca o de una persona en la Red.
Hay museos extranjeros que van m¨¢s all¨¢, el Brit¨¢nico tiene su web ¨ªntegra traducida al chino y el Louvre tiene cuenta en Weibo (conocido como el Twitter chino) con 110.000 seguidores.
Babelia
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