Starmer: ¡°Hoy la amenaza terrorista son j¨®venes solitarios e inadaptados que se radicalizan¡±

Keir Starmer ha aprendido de manera acelerada en apenas medio a?o de mandato que en un mundo dominado por las redes sociales debe actuar antes de que sea tarde. El primer ministro brit¨¢nico ha anunciado este martes la puesta en marcha de una investigaci¨®n oficial sobre el asesinato de las tres ni?as de Southport, el pasado verano, que desat¨® una ola de violencia racista y xen¨®foba en diversas ciudades del Reino Unido. Axel Rudakubana, de 18 a?os, admiti¨® ayer por sorpresa su culpabilidad en los primeros minutos del juicio que arranc¨® en Liverpool. El giro de guion puso fin a un proceso que se preve¨ªa largo y doloroso para las v¨ªctimas, pero abri¨® la caja de los truenos para el actual Gobierno laborista, que de nuevo se expon¨ªa a la acusaci¨®n de haber puesto en marcha una conspiraci¨®n de silencio. Ya no era necesario preservar informaci¨®n delicada sobre el asesino confeso, conocida por las autoridades pero ocultada a la opini¨®n p¨²blica para evitar que el juicio pudiera acabar anulado.

Por ejemplo, que los responsables educativos o de servicios sociales avisaron al menos tres veces, entre 2019 y 2021, al servicio antiterrorista de prevenci¨®n Prevent, alertados por las actitudes violentas y amenazantes que hab¨ªa desplegado el menor. Obsesionado por personajes hist¨®ricos como Gengis Kan o Adolf Hitler, o por las t¨¦cnicas desplegadas por la organizaci¨®n terrorista IRA, Rudakubana ten¨ªa una especial fijaci¨®n con la violencia, y hab¨ªa llamado al servicio de atenci¨®n de menores para advertir de su intenci¨®n de acudir al colegio armado con un cuchillo.

La legislaci¨®n brit¨¢nica actual reclama motivos ideol¨®gicos o religiosos para calificar como terrorista cualquier plan o acto preparatorio, por lo que la polic¨ªa no contempl¨® desde esa perspectiva las actividades y amenazas del menor, nacido en Cardiff e hijo de padres ruandeses cristianos. M¨¢s all¨¢ de su obsesi¨®n con la violencia, nadie detect¨®, por ejemplo, se?ales de extremismo islamista. Aunque la polic¨ªa desvel¨®, el pasado diciembre, que entre el material incautado en su habitaci¨®n hab¨ªa un manual de entrenamiento de Al Qaeda.

¡°El terrorismo ha cambiado. En el pasado, la amenaza predominante proced¨ªa de grupos altamente organizados con una clara intenci¨®n pol¨ªtica, como Al Qaeda. Y esa amenaza sigue existiendo¡±, ha explicado Starmer. ¡°Pero ahora vemos a la vez actos de violencia extrema perpretrados por solitarios, inadaptados, hombres j¨®venes en sus habitaciones que tienen acceso a todo tipo de material en internet, y que est¨¢n desesperados por tener notoriedad. Algunas veces, inspirados por grupos terroristas tradicionales. Pero normalmente obsesionados por la violencia extrema simplemente porque s¨ª¡±, denunciaba el primer ministro.

El Gobierno laborista ha puesto al frente de la investigaci¨®n oficial al abogado David Anderson, experto en legislaci¨®n antiterrorista. Ser¨¢ adem¨¢s el nuevo responsable del programa Prevent.

Acusaciones contra el Gobierno

El l¨ªder de Reform UK, el pol¨ªtico populista Nigel Farage, volvi¨® a acusar al Gobierno de haber ocultado informaci¨®n a los ciudadanos, poco despu¨¦s de que se dieran a conocer los nuevos datos sobre las actividades y el pasado de Rudakubana. ¡°Necesitamos una disculpa por parte de la ministra del Interior y una explicaci¨®n de por qu¨¦ se nos neg¨® la verdad m¨¢s b¨¢sica [sobre los asesinatos]¡±, ha dicho Farage. ¡°Creo que el Gobierno es responsable de una impresionante conspiraci¨®n de silencio¡±, ha rematado su acusaci¨®n.

Esas mismas sospechas alentaron en su momento los episodios de violencia callejera en las calles del Reino Unido despu¨¦s del asesinato, con grupos de ultraderecha alentados y dirigidos desde las redes sociales, que se lanzaron a la b¨²squeda de inmigrantes. El rumor, entonces, apuntaba a que el supuesto asesino era un solicitante de asilo musulm¨¢n. El juez se vio obligado a revelar los datos personales de Rudakubana para frenar la espiral de violencia.

Y la misma acusaci¨®n de tapar la verdad inund¨® hace unas semanas las redes, impulsada por Elon Musk, respecto a las bandas pederastas que aterrorizaron hace poco m¨¢s de una d¨¦cada el norte de Inglaterra, formadas en su mayor¨ªa por ciudadanos brit¨¢nicos de origen paquistan¨ª.

Starmer ha tenido que explicar de nuevo por qu¨¦ no se hizo p¨²blica la informaci¨®n sobre el asesino de Southport. ¡°Los ¨²nicos que habr¨ªan resultado perdedores en esta historia, si los detalles se hubieran revelado, habr¨ªan sido las v¨ªctimas y sus familiares, porque corr¨ªamos el riesgo de que todo el proceso hubiera acabado anulado. Y nunca hubiera hecho eso, porque merec¨ªan que se hiciera justicia¡±, ha explicado.

El primer ministro ha asegurado que el caso de Southport ha trazado ¡°una l¨ªnea en la arena¡±, y se ha comprometido a cambiar la legislaci¨®n brit¨¢nica de acuerdo con las recomendaciones que surjan de la comisi¨®n de investigaci¨®n creada.