Una biograf¨ªa para hacer justicia al olvidado Alejandro Farnesio

Nieto del emperador Carlos V y bisnieto de Papa, sobrino del rey Felipe II, que tutel¨® su educaci¨®n y le impuso con quien deb¨ªa casarse; protagonista en la batalla de Lepanto, gobernador de Flandes y batallador por el catolicismo hasta su muerte en Francia¡­ ?por qu¨¦ un personaje con estos mimbres no ha sido m¨¢s estudiado por los historiadores espa?oles? El abogado Luis de Carlos Bertr¨¢n cuenta ahora la extraordinaria vida de Alejandro Farnesio en Alexander (editorial Cr¨ªtica), para intentar hacer justicia a este romano nacido en 1545 y fallecido en Francia, en 1592, a los 47 a?os. ¡°Uno de los personajes m¨¢s fascinantes de la historia de Espa?a y, parad¨®jicamente, uno de los menos conocidos¡±, subraya en el pre¨¢mbulo de su libro. En la presentaci¨®n de esta obra, el pasado martes, en la Fundaci¨®n Carlos de Amberes, de Madrid, el autor record¨® que el origen extranjero de Farnesio, su constante lejan¨ªa de la corte madrile?a por sus servicios al monarca, sobre todo, y su participaci¨®n en la debacle de la Armada Invencible, en 1588, le han restado posibles biograf¨ªas en el pa¨ªs por el que pele¨® y perdi¨® la vida.

Alexander, t¨ªtulo tomado del lac¨®nico epitafio de la austera tumba de Farnesio en Parma, llama la atenci¨®n porque no lo ha escrito un historiador y porque, en un primer vistazo, se aprecia que el n¨²mero de p¨¢ginas con notas explicativas y referencias bibliogr¨¢ficas (283) es poco menor que las que cuentan la vida del personaje, como subray¨® el ministro de Educaci¨®n, Cultura y Deporte, ??igo M¨¦ndez de Vigo, padrino de la puesta en escena de este volumen. El ministro, amigo del autor, celebr¨® la recuperaci¨®n de ¡°una figura importante¡±, de la que alab¨® su ¡°lealtad con un rey, Felipe II, que puso las bases del Estado que conocemos hoy¡±. Sin embargo, ¡°su fracaso en la Armada Invencible le hundi¨®, incluso an¨ªmicamente, lo que fue aprovechado por sus enemigos para denigrarlo hasta su muerte¡±, a?adi¨®.

De Carlos, doctor en Derecho y licenciado en Econ¨®micas y Empresariales, no ocult¨® su admiraci¨®n por el general y diplom¨¢tico al que ha dedicado seis a?os y del que ha le¨ªdo las pocas biograf¨ªas que lo describen, especialmente los cinco tomos que el historiador belga L¨¦on van der Essen public¨® en 1933. Sin embargo, el duque de Parma le hab¨ªa empezado a atraer antes, cuando su esposa le regal¨® Poder y gloria. Los h¨¦roes de la Espa?a imperial, del historiador brit¨¢nico Henry Kamen, en el que este lamentaba ¡°el completo olvido¡± de Farnesio por sus colegas espa?oles. Para su Alexander, De Carlos ha estudiado en el Archivo General de Simancas (Valladolid) la correspondencia de Farnesio con el llamado Rey prudente y con sus padres, as¨ª como diversa documentaci¨®n. Formado en la Universidad de Alcal¨¢ de Henares, donde acompa?¨® a don Juan de Austria, hermanastro de Felipe II, y al fallido heredero de este, el pr¨ªncipe don Carlos, ¡°Farnesio era un hombre que recibi¨® una gran formaci¨®n y que ansiaba gloria¡±, dijo. ¡°Luch¨® contra el turco en Lepanto, recuper¨® casi todos los territorios que en los Pa¨ªses Bajos se hab¨ªan rebelado contra Felipe II, lo que incluy¨®, en 1585, la toma de Amberes, su cumbre¡±. Luego lleg¨® el desastre de Inglaterra y el desencuentro con el rey cuando este le pidi¨® que ayudase a los cat¨®licos en Francia. All¨ª recibi¨® el 24 de abril de 1592 un balazo de arcabuz en el antebrazo que se infect¨® y le debilit¨® hasta su muerte, siete meses despu¨¦s.

Completaron la presentaci¨®n de Alexander, la directora editorial de Cr¨ªtica, Carmen Esteban; el periodista Miguel ?ngel Aguilar, presidente de la Fundaci¨®n Carlos de Amberes, y Luis Ribot, de la Real Academia de la Historia y autor del pr¨®logo del libro. Ribot puso el contexto al casi medio siglo que vivi¨® Farnesio. ¡°Un periodo glorioso de la historia de Espa?a, con una gran monarqu¨ªa que dominaba el mundo. Farnesio era un no nacido en Espa?a que estuvo en el meollo de sus grandes conflictos¡±. Tambi¨¦n record¨® las caracter¨ªsticas que Baltasar Graci¨¢n atribuy¨® en El h¨¦roe a todo hombre excepcional, ¡°inteligencia y valor¡±, que seg¨²n el historiador cuadraban en el romano. Ribot puso el corolario destacando que Alejandro Farnesio ¡°supo superar siempre sus or¨ªgenes de bastard¨ªa¡±, una m¨¢cula tan determinante en el Antiguo R¨¦gimen, aunque en su linaje hubiese un emperador y un papa.