I?aki Gabilondo: ¡°No tenemos respuestas ¨¦ticas ni jur¨ªdicas para el futuro¡±
Arranca la tercera entrega del espacio de entrevistas ¡®Cuando ya no est¨¦¡¯
I?aki Gabilondo, m¨¢s de medio siglo de oficio a sus espaldas, sigue preguntando. Su programa Cuando ya no est¨¦ (en #0 de Movistar?+) inicia hoy (22.00) su tercera temporada, y el hombre que ha hecho de la entrevista su mayor contribuci¨®n al periodismo sigue preguntando por el futuro a personas que han sido decisivas para crear lo que hoy llamamos presente.
Esta noche se encuentra con Vinton Cerf, el hombre que invent¨® Internet. La semana pr¨®xima se sentar¨¢ ante uno de los grandes periodistas del mundo, Martin Baron, director de The Washington Post. En una de las entrevistas aborda a dos genios actuales de la m¨²sica: Lang Lang, ¡°el pianista m¨¢s medi¨¢tico del mundo¡±, y Alberto Iglesias, compositor sin el que no se entender¨ªan pel¨ªculas imprescindibles del cine espa?ol. Gabilondo tiene 75 a?os y la curiosidad intacta.
Pregunta. ?Por qu¨¦ a¨²n busca gente con la que hablar?
Respuesta. Porque la magnitud de mi ignorancia es inmensa. Y para aprender, para tratar de entender y entenderme.
P. ?Qu¨¦ le preocupaba cuando empez¨® a hacer esta serie?
R. Me mov¨ªa la curiosidad, la conciencia de que se est¨¢ produciendo una transformaci¨®n a una velocidad monumental en ¨¢mbitos a los que no me hab¨ªa aproximado en la vida: ciencia, tecnolog¨ªa, nanotecnolog¨ªa, f¨ªsica, astrof¨ªsica, gen¨¦tica...
P. A m¨¢s respuestas siguen m¨¢s interrogantes...
R. Le ocurre tambi¨¦n a quien investiga. La estaci¨®n final es una puerta que se abre. Ahora tengo m¨¢s preguntas que cuando empec¨¦ la serie.
¡°Es reconfortante ver que no solo vivimos del ¡®prime time¡±
P. ?Con qu¨¦ preguntas viene de estas conversaciones?
R. Sobre todo con una: de todas las novedades que est¨¢n surgiendo, de todas las extraordinarias novedades que se anuncian y que se pueden concretar en un tiempo relativamente breve, ?se beneficiar¨¢n unos pocos o toda la sociedad? ?Ser¨¢ un buen negocio para unos o una bendici¨®n para todos? La pregunta se la hacen todos aquellos a los que entrevisto.
P. ?Y la respuesta?
R. La respuesta es no. La ¨²nica convicci¨®n que tienen es que en los pr¨®ximos a?os vamos a tener que revisar nuestra arquitectura jur¨ªdica y ¨¦tica. No tenemos respuestas ¨¦ticas para algunas de las cuestiones que se van a ir planteando ni arquitectura jur¨ªdica para afrontarlas.
P. No tener respuestas ¨¦ticas equivale a vivir en el infierno.
R. No. Equivale a tener que hacerse las preguntas para buscar las respuestas. Darwin, por ejemplo, ya no es la ¨²nica respuesta a la evoluci¨®n. Tambi¨¦n participa la mano del hombre, y eso nos pilla sin respuestas.
P. ?Qu¨¦ sorpresas se ha llevado en esta nueva b¨²squeda?
R. La sorpresa mayor es la preocupaci¨®n human¨ªstica que tienen los cient¨ªficos y la preocupaci¨®n cient¨ªfica que tienen los humanistas. Hoy entrevisto al inventor de Internet, un matem¨¢tico que expresa una preocupaci¨®n de humanista, como si tratara de encontrar un nuevo humanismo en todo.
P. Para esta serie ha entrevistado al director de The Washington Post. ?Le dio alg¨²n remedio para los males del oficio?
R. No, pero me dijo que parece que haya periodistas cl¨¢sicos y luego una serie de periodistas modernos metidos en las grandes aventuras tecnol¨®gicas, dos mundos aparte. Y ¨¦l dice que el problema fundamental del oficio no es esa dicotom¨ªa, sino la preservaci¨®n de la independencia y la credibilidad. Le pregunt¨¦ de d¨®nde salen los editores de peri¨®dicos, y tambi¨¦n le pregunt¨¦ si para rizar el rizo de la independencia que pregona ¨¦l encargar¨ªa una informaci¨®n contra los intereses de su editor, Jeff Bezos, propietario de Amazon. Y me dijo: ¡°Ya lo hemos hecho¡±.
P. Entrevista a dos m¨²sicos se?eros.
R. S¨ª. Alberto Iglesias me dice que hay que poner en valor el silencio como esperanza de futuro contra el ruido que nos rodea. Amo tanto la m¨²sica que me horroriza la dificultad de ponerla en valor, rodeados como estamos del barullo musical perpetuo. Hace 70 u 80 a?os, nadie estaba tan rodeado de m¨²sica como ahora. Ahora, desde el ascensor, en la calle, o hasta en el ¨²ltimo bar o rinc¨®n al que llegues est¨¢s con la m¨²sica en la oreja.
P. Y usted para preguntar en sus entrevistas utiliza el arma del sosiego.
R. Este del que disfruto es un regalo de fin de carrera. As¨ª me lo tomo. Despu¨¦s de m¨¢s de cincuenta a?os de profesi¨®n, que una empresa como Movistar me regale la oportunidad de viajar por el mundo, de encontrar a gente interesante, de preguntarles sobre lo que hacen y poder ofrecerlo al p¨²blico, en conversaciones relajadas, es como un regalo. ?Es reconfortante ver que no solo vivimos del prime time!
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