Enfrentamiento en el paraninfo: Unamuno, ¡°fulminado¡±
Los autores, hispanistas franceses expertos en Unamuno, piden que no se banalice el choque con Mill¨¢n Astray en octubre de 1936 y ensalzan la "lecci¨®n de valent¨ªa, de humanismo y de dignidad c¨ªvica" del fil¨®sofo y escritor
El 8 de mayo de 2018 este diario public¨® un art¨ªculo en el que se recog¨ªan las opiniones de Severiano Delgado, bibliotecario en Salamanca, que?cuestiona el protagonismo de Unamuno el 12 de octubre de 1936. Tal art¨ªculo no trae ning¨²n dato pues recuerda que las palabras del Rector no se apoyan en ninguna grabaci¨®n. Pero descarta la ¨²nica fuente escrita: las 40 palabras que Unamuno escribi¨® en el reverso de una carta de la esposa del pastor Atilano Coco; funda casi ¨²nicamente su an¨¢lisis en el relato de Luis Gabriel Portillo sin acudir una sola vez a lo que pudo escribir el propio Unamuno al respecto, como si el principal interesado no tuviera derecho a expresarse.
Severiano Delgado tambi¨¦n pasa por alto estudios recientes como los de Rafael N¨²?ez Florencio y Elena N¨²?ez Gonz¨¢lez ?Viva la muerte! Pol¨ªtica y cultura de lo macabro (2014) y el guion bien documentado del acto de Pollux Hern¨²?ez en Vencer¨¦is pero no convencer¨¦is: la ¨²ltima lecci¨®n de Unamuno (2016); hace poco caso de nuestro ensayo En el torbellino. Unamuno en la Guerra Civil (2018), sobre todo del cap¨ªtulo final De la leyenda al mito.
Severiano Delgado no se contenta con demostrar que nunca se sabr¨¢ exactamente lo que dijo o no dijo el Rector, sino que discute los t¨¦rminos de la consabida f¨®rmula "Vencer¨¦is pero no convencer¨¦is". Pero, sobre todo, pretende ¡ªtal vez con ligereza¡ª que lo del Paraninfo fue "banal, brutalmente banal, donde se dieron cuatro voces y se despidieron a la salida, un tumulto habitual en discursos y charlas de los a?os treinta".No, no fue un acto "banal" ya que acab¨® con la exclusi¨®n de Unamuno transform¨¢ndolo, seg¨²n sus propias palabras, en "un espa?ol desterrado en Espa?a".
Un paria desterrado
De serlo, ?por qu¨¦ el mismo lunes 12 de octubre por la tarde, unos socios del casino de Salamanca lo echaron a la calle, convirti¨¦ndolo en un paria, un "rojo" peligroso? ?Por qu¨¦ al d¨ªa siguiente el Ayuntamiento vot¨® por unanimidad la exclusi¨®n de Unamuno tach¨¢ndole de "incompatibilidad moral corporativa, de vanidad delirante y antipatri¨®tica actuaci¨®n ciudadana"?
La prensa regional solo aludi¨® a las "exaltadas palabras de patriotismo y amor a Espan?a" del legionario, silenciando las de Unamuno
De serlo ?por qu¨¦ el l¨ªder falangista de Salamanca, Francisco Bravo Mart¨ªnez inform¨® al hijo mayor de Unamuno de la posibilidad de "alg¨²n incidente desagradable" despu¨¦s de "unas cosas que suscitaron protestas crudas y violentas de los asistentes, con Mill¨¢n Astray a la cabeza"? ?Por qu¨¦ se reuni¨® el claustro de la Universidad de Salamanca y "retir¨® por unanimidad la confianza a su actual Rector", precisando que la Universidad deb¨ªa "expresar claramente su colaboraci¨®n y adhesi¨®n al Glorioso Movimiento Nacional?" De serlo, ?por qu¨¦ el general Franco, firm¨® el 23 de octubre el cese de Unamuno en el cargo de Rector?
No, no fue un acto "banal" porque no se puede minimizar la gravedad del enfrentamiento entre Unamuno y Mill¨¢n Astray y a¨²n menos negarlo cuando algunos periodistas difunden contra-verdades en unos t¨ªtulos provocativos como La gran mentira del 36, Un discurso inventado, Unamuno con Astray. No en contra, Astray tendi¨® la mano a Unamuno, Unamuno y Millan Astray: fake, etc.
El enfrentamiento se produjo en un clima de tensi¨®n atizado por la disconformidad entre Unamuno y Mill¨¢n Astray. Desde los a?os 20, Unamuno ven¨ªa tachando al general de "Mussolini en ciernes" por su patriotismo exacerbado. En cuanto al legionario, un mes antes del acto del Paraninfo, se refer¨ªa indirectamente a Unamuno anatematizando a "los malditos y mil veces malditos intelectuales que, teniendo cultura, [¡] envenenaron a nuestras masas". En fin, desde 1919, Unamuno sol¨ªa criticar La Fiesta de la Raza y elogiaba la Hispanidad terminando siempre por la exaltaci¨®n del l¨ªder independentista filipino Jos¨¦ Rizal, v¨ªctima de un nacionalismo reaccionario y excluyente.
No, no fue un acto "banal" ya que acab¨® con la exclusi¨®n de Unamuno transform¨¢ndolo, seg¨²n sus propias palabras, en "un espa?ol desterrado en Espa?a"
Por las palabras garrapateadas en la citada carta, podemos deducir que Unamuno intervino a pesar suyo para rebatir las palabras de ciertos oradores ¡ªprincipalmente las de Francisco Maldonado¡ª y fiel a su costumbre, termin¨® citando a Rizal. Lo confirm¨® el propio Mill¨¢n Astray en un informe de 1942 publicado por Luis Eugenio Togores en Mill¨¢n Astray legionario (1963). El general consignaba que Unamuno enton¨® "un canto a Vasconia y a Catalu?a" y dijo que "una cosa era vencer y otra convencer"; atestaba que "nombr¨® con elogio" a Rizal y condenaba con sa?a "su perversa intenci¨®n" cuando "la guerra contra Espa?a estaba dirigida por los comunistas ruso-sovi¨¦ticos-jud¨ªo-masones".
En cambio, la prensa regional solo aludi¨® a las "exaltadas palabras de patriotismo y amor a Espan?a" del legionario, silenciando las de Unamuno. Pero una semana despu¨¦s La Gaceta Regional reprodujo el discurso de Mill¨¢n Astray en el Cuartel del Requet¨¦ Salmantino; afirmaba que ser¨ªan "fulminados" "los malos intelectuales" y claramente Miguel de Unamuno acusado de marchar por "sendas tenebrosas" y de emplear "los caminos sutiles, los disfraces, los juegos de palabras".
Desde los a?os 20, Unamuno ven¨ªa tachando al general de "Mussolini en ciernes"
No, el acto del 12 de octubre no fue "banal" porque Unamuno, ser de palabras, fue "fulminado" en el Paraninfo, y su ¨²ltima arma fue su pluma. A finales de octubre confesaba en un manifiesto escrito: "Por haber dicho que vencer no es convencer, ni conquistar es convertir, el fascismo espa?ol ha hecho que el gobierno de Burgos [¡] me haya destituido". Repiti¨® lo mismo en una carta a Mari Garelli y en las cuartillas de El resentimiento tr¨¢gico de la vida. Tambi¨¦n recalc¨® la violencia del acto escribiendo a Quint¨ªn de Torre: "?Hubiera usted o¨ªdo aullar a esos dementes de falangistas azuzados por ese grotesco y loco histri¨®n que es Mill¨¢n Astray!".
El ejemplo de Unamuno
En conclusi¨®n, es inoportuno "banalizar" el valor hist¨®rico y simb¨®lico del acto del Paraninfo so pretexto de la ausencia de un relato completo y fidedigno, pero es tan inoportuno reconstruir los hechos en provecho de uno u otro bando, so pena de tergiversarlos y de caer en el dogmatismo. Por encima de las pol¨¦micas, permanecen vivas las palabras de Unamuno que contraponen vencer y convencer, es decir la fuerza brutal a la raz¨®n y traducen su voluntad expresada de "traer una paz de convencimiento y de conversi¨®n" para "lograr la uni¨®n moral de todos los espa?oles".
En el contexto de una guerra civil tan cruel como devastadora, el enfrentamiento del 12 de octubre no pudo ser un acontecimiento "banal" sino trascendental y digno de pasar al mito. La actitud de Miguel de Unamuno, acertadamente definida por Jos¨¦ Luis G¨®mez como un "acto de expiaci¨®n", es una lecci¨®n de valent¨ªa, de humanismo y de dignidad c¨ªvica, siempre ¨²til y leg¨ªtima en la ¨¦poca revuelta que nos toca vivir.
(Colette y Jean-Claude Rabat¨¦ son los autores de En el torbellino. Unamuno en la Guerra Civil, Madrid, Marcial Pons, 2018. Preparan una edici¨®n del ¨²ltimo texto de Unamuno, El resentimiento tr¨¢gico de la vida?para Pre-textos).?
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