Cuando ¡®El principito¡¯ regres¨® a la Tierra y aterriz¨® en la Patagonia
El escritor y empresario Alejandro Roemmers reedita ¡®El regreso del Joven Pr¨ªncipe¡¯, ¨²nico libro autorizado por los descendientes de Antoine de Saint-Exup¨¦ry
Un hombre conduce por los desolados p¨¢ramos de la Patagonia cuando su atenci¨®n recae sobre un bulto que yace en la cuneta de la carretera, o de la tir¨¢nica franja gris (como la llama el Joven Pr¨ªncipe). El narrador frena, se acerca para ver mejor y no sale de su asombro cuando ve a un adolescente de rizos rubios y capa azul durmiendo en el suelo. Lo recoge del suelo, lo monta en el coche y decide emprender el viaje con ese nuevo acompa?ante que a¨²n sigue somnoliento, aunque asombrado por el mundo que vuelve a tener a su alrededor tras el largo viaje desde su asteroide. En este caso, lejos del desierto del S¨¢hara, sin su amigo piloto y con algunos a?os de m¨¢s en su haber. As¨ª comienza El regreso del Joven Pr¨ªncipe (Oc¨¦ano), de Alejandro Guillermo Roemmers (Buenos Aires, 1958), continuaci¨®n del libro El principito?que se reedita en el d¨¦cimo aniversario de su publicaci¨®n.
"Desde que le¨ª este libro con 11 o 10 a?os, sent¨ª que yo era el principito", confiesa Roemmers durante la entrevista en el hotel Villa Magna de Madrid, con una taza de t¨¦ entre las manos que bebe calmadamente para poner en orden sus pensamientos antes de hablar mientras que una impoluta sonrisa no se borra de su rostro. Es uno de los empresarios farmac¨¦uticos m¨¢s relevantes en Argentina, labor que no le hace olvidar su faceta como poeta y escritor. Sin embargo, para su obra emblema, sinti¨® que deb¨ªa atravesar por un proceso previo para tener el derecho a continuar la historia donde la dej¨® Antoine de Saint-Exup¨¦ry en 1943, justo antes de morir en un accidente de avi¨®n. "?l dej¨® escrito que quer¨ªa seguir con el libro, pero la profunda depresi¨®n en la que se encontraba sumido y su temprana muerte trastocaron sus planes", sostiene el argentino.
Al igual que el autor y piloto franc¨¦s, Roemmers estaba en un estado de melancol¨ªa cuando ten¨ªa 20 a?os, por lo que decidi¨® posponer sus planes de escritura del libro. "Para poder dar un paso en la direcci¨®n de El principito, necesitaba realmente estar sano". Por ello no fue hasta los 40 cuando, tras trabajar mucho con su parte espiritual, sus sentimientos y con su forma de ser inconformista, se sinti¨® "pleno y feliz" como para embarcarse en el proyecto. "Aunque parte de la historia de Antoine, este texto tiene el aprendizaje de mi vida y de ese periodo de superaci¨®n personal, de ese recorrido transformador", explica el autor y se?ala que adem¨¢s tambi¨¦n mantiene esa esencia de inocencia, de no traicionarse a uno mismo, de ingenuidad y de capacidad de asombro que ya se mostraba en las p¨¢ginas de su predecesor.?
Siendo Le Petit Prince, como se titula originariamente, la obra francesa m¨¢s traducida y m¨¢s le¨ªda, podr¨ªa parecer que es un atrevimiento inventarse la continuaci¨®n de la historia, sin embargo, es algo que no quitaba el sue?o a Roemmers. ¡°Esta tarea nunca me dio respecto porque sent¨ªa que reencarnaba perfectamente al protagonista y me sent¨ªa en el derecho de escribir mis experiencias siguientes¡±, se?ala.
Quiz¨¢s por ello o por la filosof¨ªa de vida que impregn¨® Roemmers en El regreso del Joven Pr¨ªncipe en los nueve d¨ªas en los que lo escribi¨®, pero se ha convertido en el ¨²nico libro que los descendientes de Saint-Exup¨¦ry han autorizado su publicaci¨®n. "Les hice llegar un ejemplar traducido al franc¨¦s y no solo me dieron su benepl¨¢cito para traducirlo y publicarlo en todo el mundo, sino que encima me dijeron que probablemente era la continuaci¨®n que su antepasado hubiera querido", cuenta repleto de orgullo. "Realmente manten¨ªa esa capacidad de irradiar luz en la vida de los lectores".?
No obstante, tras este encuentro con los descendientes, tambi¨¦n concedieron los derechos, en 2015, a Mark Osborne para que realizara la pel¨ªcula de animaci¨®n basada en el cuento de Saint-Exup¨¦ry, que adem¨¢s tambi¨¦n muestra la continuaci¨®n de la vida del principito. Se trata de una adaptaci¨®n libre de la novela, que aunque parte de la historia de una ni?a que para lidiar con su obsesiva madre se pasa el tiempo escuchando las historias de su vecino, un antiguo aviador que resulta ser el protagonista de aquel encuentro con el principito en el desierto. Cuando el vecino cae enfermo, la ni?a va en busca del inocente chaval, que ya es adulto y trabaja en una cadena de montaje en una f¨¢brica, convertido en v¨ªctima del capitalismo y sin su ani?ada esencia.
Ante este hecho, Roemmers y la familia quedaron en cada uno seguir su camino, aunque sin olvidar lo vigente que segu¨ªan las ense?anzas del autor franc¨¦s. "Cuando voy a los colegios a dar charlas, siempre les digo a los ni?os y ni?as que cuando van a dar una paseo, suelen saber la direcci¨®n donde van. Entonces ?por qu¨¦ vivimos la vida sin saber a donde queremos llegar?", lanza al aire la pregunta el argentino mientras se recoloca la chaqueta del traje gris antes de marcharse.
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