La industria que naci¨® del desenfreno hippie

Fueron cuatro o cinco vecinos de Ortigueira (A Coru?a) vinculados a una escuela de gaitas que acababa de abrir quienes en 1978, reci¨¦n llegados del emblem¨¢tico Festival de Lorient, imaginaron en su pueblo de 6.000 habitantes una fiesta de m¨²sica celta como la que acababan de vivir en la Breta?a francesa. Juntaron un mill¨®n de pesetas (6.000 euros) para su sue?o, montaron un escenario de madera de eucalipto en el muelle y pusieron a sus familias a envolver bocadillos. La realidad, finalmente, los desbord¨®. La primera edici¨®n del Festival Internacional do Mundo Celta de Ortigueira congreg¨® a 10.000 personas en aquel remoto municipio, separado entonces de A Coru?a por cuatro horas de serpenteante carretera. Hoy son casi 100.000 los aficionados al folk que participan cada mes de julio en estos tres d¨ªas de intercambio cultural y gratuito al aire libre entre los pueblos hermanos de Galicia, Irlanda, Escocia, Breta?a, Isla de Man o Gales, un evento cuyo impacto econ¨®mico supera los cinco millones de euros y que se ha convertido en una industria para la comarca coru?esa de Ortegal.

En los a?os setenta y ochenta, con la democracia haci¨¦ndose sitio en Espa?a, aquel festival de m¨²sica en una esquina perdida del noroeste triunf¨® como una oda de excesos a la libertad, un ed¨¦n de desenfreno para ¡°hippies y no tan hippies¡± llegados de toda Europa, donde la poblaci¨®n aut¨®ctona y las gaitas, tambores y panderetas de los grupos de m¨²sica y baile tradicional conviv¨ªan con las melenas, las drogas y la canci¨®n protesta. Fueron ¡°a?os conflictivos¡±, recuerdan sus organizadores, porque el festival crec¨ªa sin freno mientras las instituciones, incluido el Ayuntamiento, le daban la espalda. ¡°Pero desde siempre en Ortigueira se valor¨® la m¨²sica, porque si no, no seguir¨ªa existiendo¡±, ha puntualizado este mi¨¦rcoles su actual alcalde, Juan Penabad, durante la presentaci¨®n de uno de los festivales m¨¢s longevos de Espa?a.

Alberto Balboa pis¨® el Festival de Ortigueira por primera vez en 1980, con 17 a?os, ¡°como un hippie de los de entonces¡±. ?l, urbanita de A Coru?a, hab¨ªa o¨ªdo hablar de un peque?o pueblo al norte de la provincia que organizaba un festival celta y dedici¨® montarse en un autob¨²s para conocerlo. ¡°Despu¨¦s de un largo viaje, me baj¨¦ del bus y me qued¨¦ impresionado con el buen rollo. Era un lugar peque?o, lleno de gente y de vecinos encantadores. Fue una mezcla ¨²nica e irrepetible, una explosi¨®n de libertad, Franco acababa de morir¡±, cuenta Balboa, que se implic¨® en su organizaci¨®n en 1995 y es su coordinador desde 2008.

Ortigueira pas¨® as¨ª a ser un ¡°sitio en el que se pod¨ªa hacer de todo y escuchar m¨²sica distinta¡±, un punto de encuentro de m¨²sicos de toda Europa. Sin embargo, los primeros a?os de la d¨¦cada de los ochenta fueron duros. ¡°Las instituciones no estaban preparadas para ese fen¨®meno, ni el Ayuntamiento ni la Guardia Civil", explica el coordinador del festival. M¨¢s de 20.000 personas acampaban en el municipio sin contar con ning¨²n tipo de servicio y empezaron "los problemas de orden p¨²blico". La directiva de la escuela de gaitas que manten¨ªa el festival incluso pidiendo cr¨¦ditos tir¨® la toalla, las "quejas de los se?oritos del pueblo" ante el Ayuntamiento arreciaron y el festival celta lleg¨® a desaparecer en 1987. Pero en 1995 resucit¨® y ahora llega a su 34? edici¨®n.

"Hay quien lamenta que el festival ya no es como antes. Pues claro que no, estamos en 2018. Tiene que haber Guardia Civil, tenemos patrocinadores cuyo nombre tiene que aparecer en el escenario y hay que cumplir normas de seguridad", esgrime Balboa sobre una cita que ahora organiza el Ayuntamiento con el apoyo de otras instituciones p¨²blicas, empresas y entidades financieras. "Buscamos un festival de calidad, no de cantidad, de gente que valore la m¨²sica, el entorno y la gastronom¨ªa", se?ala el alcalde, Juan Penabad. "Queremos que siga siendo un festival sano".

La fiesta que so?aron aquellos vecinos de Ortigueira fascinados con Lorient ha logrado erigirse en una referencia internacional. Cinco son las estrellas de la edici¨®n que se celebrar¨¢ del 12 al 15 de julio: la m¨ªtica formaci¨®n gallega Milladoiro, que naci¨® casi con el festival; los escoceses ?mar; los irlandeses Kila y L¨²nasa; y el canadiense Ives Lambert, cofundador y miembro del grupo de culto de Qu¨¦bec La Bottine Souriante. El festival incluye un concurso para nuevos valores de la m¨²sica folk, pasacalles de bandas de gaitas de Galicia, Asturias, Escocia y Breta?a, talleres de zanfona y bodhr¨¢n, exposiciones y una feria de artesan¨ªa.