Vargas Llosa y Savater hablan de erotismo, libros y drogas
El Nobel y el fil¨®sofo protagonizan un vibrante di¨¢logo con la lucha contra el fanatismo, el erotismo, la creaci¨®n literaria o las drogas como temas
Las vidas de Mario Vargas Llosa y Fernando Savater confluyeron en 1993, cuando el primero gan¨® el Premio Planeta y el segundo qued¨® finalista, lo que les uni¨® en una especie de luna de miel promocional en la que ¡°no hubo roces¡±, seg¨²n asegur¨® este mi¨¦rcoles el Nobel y en la que ¡°se consolid¨® la buena amistad que nos un¨ªa¡±, un sentimiento que se reflej¨® en Madrid en la conferencia Pensar es cambiar de ideas, organizada conjuntamente por la Fundaci¨®n Ram¨®n Areces y la Fundaci¨®n Deliberar. ¡°Conozco casos en los que ha habido asesinatos en estos viajes promocionales¡± brome¨® Savater, al quite, para regocijo de un repleto auditorio. Sin embargo, su perfil de lucha c¨ªvica les llev¨® pronto por caminos mucho menos agradables cuando el totalitarismo se puso en frente y Vargas Llosa defendi¨® a Savater y a la iniciativa ciudadana ?Basta Ya! en su lucha contra el terrorismo de ETA, tal y como recordaba el Jos¨¦ L¨¢zaro, presentador y codirector de la Fundaci¨®n Deliberar.
¡°Frente a la locura y la sinraz¨®n fue un momento en el que muchos intelectuales espa?oles con enormes diferencias entre ellos coincidieron en un acto de justicia y profundamente democr¨¢tico. Quiero expresar aqu¨ª la gran admiraci¨®n que tengo por Fernando, creo que encarna lo que es un intelectual responsable¡±, asegur¨® el autor de La guerra del fin del mundo. ¡°S¨ª, fueron intelectuales aunque no fueron muchos. Pero Mario no pon¨ªa ninguna objeci¨®n¡±, cont¨® Savater.
Vidas paralelas las de los dos, en lo ciudadano y en lo intelectual, en la acci¨®n y el pensamiento. Savater ha se?alado en alguna ocasi¨®n cuatro grandes temas en la obra de Vargas Llosa: violencia, poder, erotismo y creaci¨®n literaria. ¡°Son los cuatro temas en los que caben todos los temas¡±, asinti¨® el autor de Conversaci¨®n en la catedral. ¡°Me parece imposible crear una obra literaria rica, profunda y duradera que no se refiera a estos cuatro asuntos¡±, a?adi¨®. ¡°Soy vanidoso pero no soy tonto¡±, asegur¨® el fil¨®sofo sobre esta idea de crear un devenir paralelo. ¡°Soy bastante consciente de la distancia que hay entre los dos¡±, volvi¨® a bromear el autor de ?tica para Amador antes de entrar de nuevo en materia.
Evasi¨®n, drogas y literatura
¡°Cuando me he encontrado c¨®modo en una identidad he empezado a buscarle defectos. Soy un traidor de m¨ª mismo, enemigo de m¨ª mismo¡±, continu¨® Savater cuando la conversaci¨®n gir¨® hacia la identidad. ?Y la legalizaci¨®n de las drogas? En principio, los dos de acuerdo, pero ya entramos en el campo de los matices. ¡°No tengo ning¨²n reparo en que una persona utilice las drogas¡±, asegur¨® Vargas Llosa, que cont¨® una experiencia que tuvo con un ¡°jal¨®n de coca¨ªna¡± cuando ten¨ªa 14 o 15 a?os que le ha ¡°curado de cualquier curiosidad¡± al respecto. ¡°No me entusiasma la idea de la alucinaci¨®n. Me hace sentir profundamente desagradado conmigo mismo cuando pierdo la lucidez¡±.
La democracia est¨¢ llena de injusticias pero se pueden corregir. Es perfectible, pero la sociedad marxista no lo es y los ejemplos a nuestro alrededor son categ¨®ricos Mario Vargas Llosa
Llega, ahora s¨ª, la diferencia, la distancia en la experiencia y el pensamiento. ¡°Cuando se habla de lucidez y para¨ªsos artificiales, bueno, todos vivimos en ellos. La literatura o la m¨²sica son para¨ªsos artificiales. La raz¨®n me parece fundamental. He procurado ejercerla a ratos¡±, dijo Savater entre risas. ¡°Ahora, he tomado sustancias que no volver¨ªa a tomar. Hay cosas que no te van bien, que no te aportan nada, que no te distraen de ti mismo. Otras sirven para explorarte mejor u olvidarte de ti. Hay que buscar bien las drogas que te van, pero con el tiempo la vida te busca nuevas sustancias adictivas: la vejez, por ejemplo, es un coloc¨®n. O la fatiga. Procuro seguir defendiendo los malos h¨¢bitos, intentar dar malos ejemplos¡±, concluy¨®.
¡°Tengo la impresi¨®n de que discrepo¡±, intervino Vargas Llosa para dotar a la deliberaci¨®n de un ritmo ¨²nico. ¡°Se puede gozar de G¨®ngora, pero tomar ¨¢cido lis¨¦rgico no produce lo mismo que la literatura, que incluso en su formas menos racionales esconde una racionalidad. Y lo mismo vale para la m¨²sica. Una sociedad moderna debe admitir en su seno el uso de esos artificios, aunque no creo que sea lo mismo, hay una diferencia esencial¡±.
Savater y Vargas Llosa se leen, se siguen y se buscan divergencias. El Nobel se quej¨® de la caricaturazaci¨®n del liberalismo; Savater afin¨® entonces el tiro para defender la socialdemocracia y criticar el individualismo creciente de la sociedad: ¡°Lo que nos hace ricos y nos da de comer a todos son los dem¨¢s. La sociedad est¨¢ hecha para los humanos¡±, asegur¨®.
Se puede gozar de G¨®ngora, pero tomar ¨¢cido lis¨¦rgico no produce lo mismo que la literatura Mario Vargas Llosa
Volvemos a los paralelismos. Savater fue calificado por la polic¨ªa franquista como ¡°moderadamente anarquista y a Vargas Llosa le gusta el anarquismo desde un punto de vista intelectual. ¡°Es la apoteosis del individualismo y yo soy individualista. Es imposible de poner en pr¨¢ctica pero hay algo seductor en ¨¦l para quien tiene desconfianza en el Estado, cuyo crecimiento desmesurado conspira contra la democracia¡±.
Tema esencial el de la democracia en dos biograf¨ªas en cambio y evoluci¨®n, pero siempre con unos valores al frente. ¡°La democracia est¨¢ llena de injusticias pero se pueden corregir. Es perfectible. Sin embargo, la sociedad marxista no lo es y los ejemplos a nuestro alrededor son categ¨®ricos¡± defendi¨® Vargas Llosa antes de asegurar: ¡°He llegado a la conclusi¨®n de que no soy de izquierda y he llegado a la conclusi¨®n de que la izquierda es todo lo que le acus¨¢bamos a la derecha de ser¡±
El erotismo es la poetizaci¨®n del sexo. Lo ¨²nico que tiene de malo es confundirlo con el amor Fernando Savater
Savater busca un punto intermedio en forma de progresismo. ¡°Es m¨¢s interesante que ser de derechas o izquierdas porque todos sabemos que hoy hay extremismos en ambos bandos. El ser progresista no es querer el para¨ªso en la tierra. La derecha ha aportado las constituciones y el marxismo los derechos sociales.
Queda un ¨²ltimo punto en com¨²n: el erotismo. ¡°Es el la poetizaci¨®n del sexo. Lo ¨²nico que tiene de malo es confundirlo con el amor. Comparado con ¨¦l es de una banalidad asombrosa¡±, coment¨® Savater. ¡°El erotismo es la civilizaci¨®n. El hombre primitivo hac¨ªa el amor como un animal¡±, a?adi¨® Vargas Llosa. El encuentro termin¨® con la sensaci¨®n de que fil¨®sofo y Nobel podr¨ªan continuar este camino de paralelismos y divergencias durante horas.
En pos de la deliberaci¨®n
Un di¨¢logo intelectual desde el respeto, el rigor, el inter¨¦s por el cambio y sin cortapisas ideol¨®gicas. Con estas premisas la Fundaci¨®n Deliberar lleva a cabo un intenso trabajo cultural del que forman parte estos encuentros. Se trata, seg¨²n Enrique Baca, codirector de la fundaci¨®n, de "poner sobre la mesa el valor del pensamiento cr¨ªtico y estructurado para fomentar el di¨¢logo entre las personas. Una necesidad perentoria en los tiempos que nos han tocado vivir", o, seg¨²n las premisas de la instituci¨®n, "de dialogar con las razones ajenas enriqueciendo con ellas las propias sin imponer las que uno tiene a los dem¨¢s". En su credo, la idea de que unas cuantas palabras bien puestas valen m¨¢s que cien im¨¢genes, que lo actual interesa menos que lo esencial, que es preferible publicar deliberaciones que art¨ªculos. Con el di¨¢logo como herramienta esencial, la fundaci¨®n ha publicado ya una peque?a y ambiciosa biblioteca, dirigida por Jos¨¦ L¨¢zaro, con obras del propio L¨¢zaro junto a Cecilio De Oriol (El alma de las mujeres. Novela epistolar), Juan Cruz (Encuentros con Mario Vargas Llosa), Gonzalo Torrente Ballester (Teor¨ªa de la novela. Conferencias in¨¦ditas) y Francisco Sosa Wagner (Memorias dialogadas).
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