La caja fuerte que guarda la cultura espa?ola

Es sede del Instituto Cervantes desde hace 12 a?os, pero mucho antes el popularmente conocido como edificio de las cari¨¢tides fue sobre todo sede financiera. En la esquina de las calles madrile?as de Barquillo y Alcal¨¢ se erigi¨® hace 100 a?os el inconfundible inmueble que recuerda a un templo griego para acoger al Banco Espa?ol del R¨ªo de la Plata. As¨ª que cuando el instituto cultural lleg¨® all¨ª, se encontr¨® con una vistosa caja fuerte en su s¨®tano. Se rebautiz¨® como Caja de las Letras y la inaugur¨® el 15 de febrero de 2007 el escritor Francisco Ayala, quien dej¨® una carta manuscrita y algunos objetos personales que no volver¨¢n a ver la luz hasta 2057. Es por eso que al actual director de la instituci¨®n, Juan Manuel Bonet, le gusta definir la caja como una ¡°c¨¢psula del tiempo¡±. Con esa intenci¨®n han pasado por all¨ª en la ¨²ltima d¨¦cada escritores (se ha institucionalizado que todos los premios Cervantes dejen algo), editores, directores de cine, actores, m¨²sicos, bailarines... Una representaci¨®n de la cultura hipanoamericana en su sentido m¨¢s amplio que ha ido depositando legados temporales.

Pero Bonet quiere pasar ¡°de lo simb¨®lico a lo real¡±. El Instituto Cervantes se prepara para recibir otro tipo de donaciones incluso permanentes. ¡°Estamos trabajando para recibir legados que no caben en una de estas cajas¡±, asegura el director. ¡°Nos encontramos casos de personas que quieren donar su biblioteca a determinados lugares donde no hay sitio o eso supone dificultades¡±. No da nombres pero asegura que el Cervantes tiene intenci¨®n de habilitar su sede fundacional de Alcal¨¢ de Henares (Madrid) para recibir ese tipo de dep¨®sitos. Actualmente, en la Caja de las Letras solo 33 de las 2.000 arquetas est¨¢n ocupadas. Y por sus dimensiones es dif¨ªcil imaginar que puedan acoger alg¨²n objeto m¨¢s grande que la m¨¢quina de escribir que dej¨® el chileno Nicanor Parra. En el v¨ªdeo de arriba puedes descubrir m¨¢s cosas sobre este ¡°conservatorio de la memoria¡± y conocer a una de sus depositarias m¨¢s sorprendentes. Una pista: no es escritora pero dej¨® un cuaderno entero escrito ?en ingl¨¦s!